《Pequeño Ladrón》M-Preg [L.S]

CAPÍTULO. 18

CAPÍTULO 18: Perder o Ganar.

—Niall, te llamé incontables veces... —dijo Damiano cuando contestaron la llamada

—Dejé claro que salía de viaje —respondió cortante el rubio al otro lado de la línea—, ¿Qué se te ofrece?

El mayor masajeó su cien intentando aliviar su molestia, pues pasaron días desde aquel inesperado y misterioso viaje. Inevitablemente estaba preocupado por él, pero sus reiteradas llamadas eran ignoradas al igual que los mensajes. Algo estaba mal y lo sabía.

Era extraño que al único a quien no le contestaba era a él, si no fuera por Louis, quien pudo contactar a Niall, Damiano habría enloquecido al pensar en una fatalidad. Pero ahora que escuchaba la voz de Niall, a pesar de sentirse más tranquilo, era difícil ignorar la frialdad de su voz. No recuerda exactamente el día en que la buena relación que tenían... ahora simplemente parecía ser entorpecida por una enorme barrera y lo peor de todo, era que no conocía el motivo.

—¿Estás bien?

—Si, ¿algo más? —con tono seco

—¿Qué pasa contigo? —replicó Damiano con una clara frustración—, ¿no puedo preguntarte si estás bien, sin que suenes cortante?

Del otro lado escuchó a Niall resoplar, como si estuviera aburrido de continuar la llamada.

—Estás siendo muy molesto y justo ahora tengo una jaqueca insoportable ¿me dejarías dormir o debo pedirte permiso para acostarme?

—¿Qué hice mal? —dijo Damiano derrotado, no quería pelear y la incertidumbre era algo que no lo estaba dejando dormir por las noches y le quedaba claro que Niall lo odiaba, no dejaba de pensar en por qué—, solo dime que hice mal, puedo disculparme y así regresas a casa, Lessy te extraña, al igual que todos.

Ese silencio vago le indicó que tal vez hizo que Niall lo pensara un poco, tenía esa esperanza.

—Siempre eres tan dramático —respondió después de un rato—, no soy un niño para decirte todo lo que hago, si quiero salir de viaje para atender asuntos personales, lo hago. Que viva en tu casa no significa que te deba explicaciones de todo lo que haga.

—Siempre respeté tu espacio y tus decisiones, pero se te olvida que esta no solo es mi casa... —ese no es Niall se decía así mismo, intentando no decepcionarse más—, esta es la casa de tú familia, con personas que se preocupan por ti, al parecer no recuerdas eso.

—¡Deja de ser tan molesto! —soltó irritado—, ¡deja de actuar como mi padre!

—Soy tu hermano...

—¡No lo eres! —interrumpió sin más—, ni siquiera somos del mismo clan, no te mientas.

Fue lo último que escuchó, después de eso, Niall había colgado y Damiano se quedó con un sabor amargo atorado en su garganta. Todo lo que quedaba, según pasará el tiempo, hasta que Niall regresara, si es que acaso lo hiciera, era una profunda tristeza al ser tratado de esa forma por un miembro de su familia.

[...]

Los días pasaron de una forma tan imperceptible que en un solo parpadeo Harry se encontraba de camino al domo para enfrentarse al dueño del mismo.

Algo con lo que no contaba era la suerte que tuvo al no tener que dar explicaciones a nadie. Wilde y Antobelli habían salido de viaje a otra ciudad colindante a Verona y su representante había regresado a Londres para atender un asunto familiar. Con el camino libre, pudo ir y venir sin sentirse agobiado por la presencia de esas detestables personas. Pero no todo tenía que ser tan perfectamente tranquilo ya que sus pasos eran cuidadosamente seguidos por un sequito de hombres encargados de vigilarlo.