CAPÍTULO. 21

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CAPÍTULO 21: En el mismo lugar.

Louis y Damiano habían conversado a solas después de la visita de Franco, tomando la decisión de aumentar la seguridad en la finca y el domo, esa advertencia no podían ignorarla, era una clara amenaza por parte de la N'drangheta y aunque no quisieron demostrarlo abiertamente, estaban preocupados. Pero lo cierto era que, se tenían el uno al otro para afrontar todo lo que estuviera escrito en el futuro.

La conversación había sido tan puntual y directa, que después de regresar a su habitación, Louis no pudo dejar de pensar en su actitud propia e incluso en la de su esposo, puesto que esa platica le recordaba, a sus reuniones con socios o terceras personas con quienes no tenían una relación estrecha, simplemente algo frío y distante.

No podía ser cierto, aquello era una mera percepción arraigada a la advertencia de Caruso, solo era eso, porque no existía la forma en que ese sentimiento, aún desconocido, lo llegara a embargar de tal forma que solo se ponía a pensar que Damiano se encontraba distante y menos... ¿cariñoso? ¿atento?

Porque ciertamente, en casos así, Damiano no lo dejaba marchar de sus brazos sin asegurarle mil veces que todo estaría bien o el simple acto de ofrecerle alguna actividad familiar para olvidar ese mal momento, pero esta ocasión, no fue así. Su esposo se había disculpado por el dolor de cabeza que lo tenía mal y regresó a su despacho, porque en sus palabras, no era buena compañía para nadie en ese momento.

Y por más que de alguna forma intentara achacar todo este cambio al dolor de cabeza de su esposo, sabía que él también era una pieza fundamental en lo que ocurría, en esta percepción de "distanciamiento" porque Louis es el más consciente de la inquietud palpitante en su cabeza y no siendo menos importante, en su corazón. Inequívocamente sabiendo que la razón tenía nombre y un rostro que le estuvo provocando el insomnio desde el primer día que vio a Harry frente a frente.

La culpa también lograba carcomer sus horas de sueño, con esa cosquilleante necesidad de ir hasta esa habitación para invitados y asegurarse que el hombre de su pasado se recuperaba favorablemente. Pero todo se complicaba más cuando agachaba la vista hasta el dedo anular donde relucía la sortija de su matrimonio.

Su bebé no había dejado de hablar de Harry, de lo bien que se la pasaba a su lado y Louis ciertamente no pudo evitar sonreír cuando su bebé le dijo: "Harry puede hablar con Teddy, quiero que me enseñe"

Era el llamado de la sangre, lo sabía. Porque el comportamiento de su bebé no se caracterizaba de caer en confianza rápidamente con extraños, pero con Harry era diferente, Lessy lo quería tener cerca y que se lo repitiera constantemente, le daba problemas a su inquieto corazón.

Se arrepintió tanto de aceptar la pelea, no solo por haber lastimado a Harry, también porque si hubiera dicho un tajante "No" ahora no tendría que lidiar con toda esa mezcla de sentimientos. Pero no lo hizo y nadie lo sabía, ni lo sabrán, el motivo de aceptar el reto de Harry, donde sabía que la victoria era suya y para sorpresa de todos, más para Louis, Harry ganó.

Harry soportó cada golpe solo por no perder a Lessy.

No entendía como lo hizo, era prácticamente imposible que aguantara cada minuto, pero lo hizo y aunque nadie lo hubiera visto a él, abandonando el cuadrilátero, para encerrarse en su despacho y simplemente ponerse a sollozar y sonreír al mismo tiempo como si estuviera loco, al menos eso pensaba de sí mismo en ese instante. Y es que Louis sintió un alivio al escuchar la última oración de Dante, donde anunciaba a Harry como el vencedor, no sólo estaba sorprendido, orgullo y alivio era lo que sentía y eso no pensaba decirlo en voz alta, porque al ver a Harry intentando ponerse de pie, internamente, lo estuvo alentando.

《Pequeño Ladrón》M-Preg [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora