CAPÍTULO. 31

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CAPÍTULO 31: Siempre el ancla y la cuerda.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Victoria entre susurros.

Intentaron llegar hasta el camino que conducía a la playa, buscaron distintas vías de acceso, pero fue imposible.

Presenciaron como llegaron camionetas repletas de hombres armados, como se produjo una última balacera antes de un silencio fúnebre, también observaron a los sobrevivientes de la fiesta siendo evacuados, no por ambulancias, solo eran las camionetas de los hombres que protegían la casa. Eso supusieron al ver que aquellas personas no ponían resistencia a ser trasladados.

Como no estaban seguros de lo que pasaba, solo pudieron esconderse entre los setos de jardín que embellecían la mansión. Unas estructuras o, mejor dicho, esculturas talladas en arbustos, de distintas formas y tamaños.

Se encontraban agachados, observando a lo lejos como las personas salían de la casa con ataques de pánico, tiritando por el terror traumático de ver a tantas personas morir frente a sus ojos, otros estaban cubiertos de sangre. En pocas palabras un caos.

Shawn puso atención a las rondas que realizaban los hombres. Podrían escabullirse en medio de los gritos desgarradores de las personas que no daban por sentado lo ocurrido.

—Por aquí. —señaló con la cabeza en dirección de una escultura en forma de león.

Niall y Victoria pasaron cuidadosamente manteniéndose agachados y obedeciendo la señal que les daba Shawn al cruzar desde su lugar hasta la escultura que, era lo suficientemente grande para cubrirlos a los tres.

Esperó a que el dúo de hombres se alejase para cruzar, pero retrocedió al instante ya que, regresaron y parecían no tener la intención de irse.

Por más ocultos que permanecían, Shawn se dio cuenta como uno de los hombres caminaba hacia la escultura del león.

Cerró con fuerza los ojos y apretó la mandíbula, entonces salió de su propio escondite, con las manos en alto.

Le estaban apuntando con sus armas.

—¡Baja el arma! —gritó uno de ellos y Shawn obedeció, el otro se encargó de acercarse y patear el arma con el pie.

—¡Manos en la espalda y boca abajo! —demandó y otra vez, obedeció.

Novatos. Se permitió criticar, podía librarse de ellos fácilmente, en otra situación claro.

El hombre que estaba más cerca, se agachó para revisar la nuca de Shawn. Sabía exactamente lo que buscaba, retrocedió al encontrar aquello y fue un milagro que no lo acribillaran ahí mismo.

—Es uno de ellos. —le dijo a su compañero y ambos empuñaron mejor sus armas.

Sacó su comunicador portátil, presionó un botón y dijo—: Encontramos a uno de la N'drangheta.

Pronto se escucharon a otros dos hombres acercándose. Shawn sólo maldecía porque de cubrirían a Niall y a Victoria.

—Hay que llevarlo con el jefe. —dictaminó el que llegó, acercándose y corroborando el tatuaje en la nuca de Shawn. Se apartó y con un simple gesto de cabeza les dio una orden a sus hombres para que lo esposaran.

Intentó no hacer contacto con aquella escultura, pero no contaba con Niall saliendo de su escondite.

—No se lo lleven. —dijo, intentando terminar con él nerviosismo invadiendo su cuerpo. Shawn lo miró con reproche, pero no había marcha atrás.

Todos giraron en su dirección apuntándole con sus armas, Niall levantó los brazos en señal de paz. Victoria lo imitó, con la diferencia de que ella soltó el arma que traía.

《Pequeño Ladrón》M-Preg [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora