CAPÍTULO. 34

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CAPÍTULO 34: Un plan con alto riesgo.

—Déjame hablar con él. —dijo Shawn, a los hombres que se interponían en su ingreso a la mansión de Joseph.

—Pensamos que estarías muerto. —contestó con media sonrisa el otro

—Seguramente estés hablando con un fantasma. —ironizó y el otro frunció el entrecejo

—No aceptará recibirte.

—¿Por qué no cumples con tu maldito trabajo? Solo debes informarle que uno de sus hombres más leales quiere hablar con él.

—Pasaste mucho tiempo lejos y se supone-...

—Eres un idiota —resopló irritado—, por eso nunca te dieron un puesto que no sea el de lamer botas, perdón, quise decir: el que limpia la mierda de todo el clan.

—Pues en tu ausencia me ascendieron a un cargo importante. Joseph confía en mí, más que nadie en la N'drangheta.

—Sabemos que ese puesto me fue ofrecido desde hace mucho y si quiero, puedo recuperarlo, tan fácil que te dolerá sentirte poca cosa a mi lado, como siempre.

Su ataque fue certero, las expresiones de Steven eran tan obvias, hirió su orgullo y acrecentó el odio que le tenía. Pero todo era cierto, el simplemente era un elemento más de la N'drangheta, a diferencia de Shawn, quien llevaba a cabo gran parte de los encargos de Joseph, hasta que Niall regresó y expresamente dijo que, sería su guardaespaldas para ponerlo al tanto de los movimientos del clan y claro, por el trato familiar que siempre tuvieron.

—¿Entonces? —insistió Shawn, con sus dedos repiqueteando el volante.

—No puedes pasar.

—Ni siquiera te comunicaste con el jefe, para anunciarle mi grata visita.

—Puedo decidir no dejarte pasar.

Shawn bufó esbozando una sonrisa burlona, entendía la enemistad que tenía con Steven y eso no dejaba de ser algo patético.

—Si Joseph se entera que por tu culpa perdió la oportunidad de conocer mi ofrenda de lealtad —ensanchó su sonrisa—, estoy seguro que te matará.

—¿De qué hablas?

Con un movimiento de cabeza señaló a la parte trasera de la camioneta que conducía, Steven se acercó a la puerta -para su extrañeza, Shawn no lo detuvo-, abrió y quedó sorprendido por lo encontrado en aquel asiento.

—¿Qué significa esto? —después de cerrar la puerta.

—Ya lo dije, mi prueba de lealtad. Ahora déjame pasar.

Steven dio la orden casi en un susurro, solo para no demostrar que Shawn tenía razón, en muchas cosas.

Pisó el acelerador cuando las rejas se abrieron de par en par. Al ver como el camino -que llevaba hasta la mansión-, iba desapareciendo, atinó en carraspear y jugar con sus dedos sobre el volante. Estaba nervioso, por muchas cosas inquietantes que tenía en la cabeza.

Una de ellas era, saber si aquello funcionaría o todo acabaría y él no tendría la oportunidad de despedirse de Niall. Era bueno aparentando un papel, pero esta ocasión, tenía en manos un guion superior, digno de un premio gordo. Si es que todo salía bien.

El motor se detuvo justo frente a la puerta y supo que Joseph fue puesto al tanto de su presencia, porque lo estaba esperando justo ahí, rodeado de cuatro hombres.

—No esperaba verte aquí. —dijo Joseph, al ver a Shawn bajar de la camioneta y mostrarse con una postura relajada frente a sus ojos.

—Lo entiendo, pensabas que estaría muerto.

《Pequeño Ladrón》M-Preg [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora