Una densa neblina se cernía sobre Takemichi, una sensación abrumadora de estar siendo vigilado pesaba sobre sus hombros. Tragó en seco y miró de soslayo al costado donde Mikey estaba sentado, notando a simple vista que tenía sus ojos oscuros directamente sobre él y, de alguna forma, se parecía a un felino al acecho. La mirada penetrante del alfa estudiaba cada uno de sus movimientos, como si estuviese preparándose para saltar y comérselo vivo.
Alrededor del aula nadie parecía darse cuenta de la situación, es decir, Makoto estaba concentrado en la explicación del profesor y Draken, el más cercano a él, estaba anotando en su libreta sin alzar la mirada. Takemichi en su posición erguida estaba sudando frío, temblando como hoja. Mikey siempre había sido un poco acaparador y mimado, pero justo en esos momentos estaba actuando raro. Takemichi atribuía esa actitud a lo ocurrido la noche anterior, no obstante, no dejaba de ser aterrador.
Sacudió su cabeza y trató de calmarse, riendo un poco nervioso. Volvió su entera atención a la pizarra, intentando con todas sus fuerzas ignorar a Mikey, incluso fingiendo estar interesado en sus apuntes y garabateando en las hojas de su libreta. De igual forma, seguía sintiendo la filosa mirada sobre él, aunque con el pasar de los minutos fue un poco más soportable.
Cuando la clase finalmente se acabó, todos los alumnos se arremolinaron en la entrada a chalar, dejándolo atrás; Takemichi aprovechó para recoger sus cosas y levantarse, inhalando un poco de aire para calmar sus nervios. Al girar sobre sus talones sin querer chocó con el cuerpo de alguien. Abrió su boca para disculparse, pero al ver de quien se trataba solo le salió un jadeo de sorpresa; su pobre corazón no iba a soportar tanto. Era Mikey, el alfa acosador.
— ¡Mikey-kun, qué susto! — Exclamó con la voz trémula, sosteniendo con fuerza su mochila.
— Lo siento, Takemicchi, ¿Estás bien? — Preguntó Mikey, colocando sus manos sobre los hombros tensos del omega. — Pareces un poco nervioso.
— No es nada, solo... tengo ganas de ir al baño. — Se excusó y al toparse con la mirada preocupada de Mikey, Takemichi se sintió culpable.
— Te acompaño. — Dijo Mikey impasible, como si no supiese las cosas que estaba provocando en el pobre omega.
— Está bien. — Murmuró débilmente, adelantándose a la salida del aula. Se detuvo solo para hablarle a Makoto y decirle que iría al baño con Mikey, no hubo objeciones puesto que con su alfa estaría seguro. Anduvo en silencio, abrazando lo único que tenía a la mano, su mochila.
Takemichi trató de rememorar todo lo ocurrido esa mañana, pero además de la disculpa de Mikey más temprano ese día, no había pasado nada fuera de lugar que pusiese al alfa tan ansioso. Seguramente estaba exagerando y malinterpretando todo, era normal que ambos estuviesen tensos porque mañana volvería a su escuela, sin embargo, todavía sentía que algo estaba mal.
— Estás muy callado, Takemicchi. — Farfulló Mikey, inflando sus mejillas. Takemichi le dedicó una suave sonrisa antes de acercarse al alfa y apoyar su cabeza en su hombro. Debía dejar sus tontas ideas de lado si quería disfrutar su día con Mikey.
— Disculpa, Mikey-kun, solo estoy un poco pensativo. De todos modos, eres tú quien ha estado actuando extraño.— Confesó Takemichi, sin dejar de caminar.— Me has estado mirando de una forma aterradora.
— ¿De verdad? — Preguntó el rubio cenizo, a pesar de no poder verlo, pudo sentir como su cuerpo se sacudió un poco, probablemente avergonzado de haber sido descubierto mirando de más.
— ¿Hay algo qué quieras decirme? — Cuestionó el omega, separándose de Mikey al ver lo cerca que estaba el baño.
— No, en realidad no hay nada.— Entraron al baño juntos y Takemichi le pasó la mochila a Mikey para que la sostuviera, mientras el omega entró al cubículo, Mikey continuó hablando más sereno.— Kenchin dice que puedo ser un poco intenso.
Takemichi se rio suavemente, sin contradecirle nada a Mikey. El alfa si era intenso, poco era quedarse corto, pero no se lo iba a decir para no herir sus sentimientos, al contrario dijo algo más tranquilizador para calmar los ánimos revueltos.
— Yo también estoy un poco nervioso por lo de mañana. No quisiera irme, en tan poco tiempo me he acostumbrado a ti y tu olor... — Dijo un poco alto para que Mikey lo escuchara.— Eres genial, Mikey-kun.
— Eres genial, Takemicchi.— Fue la única respuesta del alfa.
Después de esa pequeña conversación todo pareció ir mejor, Takemichi se relajó y Mikey fue un poco más normal. Se reunieron con los demás en la cafetería y hablaron vagamente de los clubes de esa escuela. Todos hechos exclusivamente para alfas y betas fuertes y dominantes.
— Mikey está en el club de administración y yo también, aunque en general mi pasión es la costura.— Dijo Mitsuya, metiéndose de lleno en la conversación. Takemichi escuchaba atento.
— Enano malvado o no, Mikey es bueno para dirigir empresas. Tiene el don.— Agregó Draken, y por primera vez desde que Takemichi lo conoció, sus ojos brillaron con orgullo. Era lindo.
Mikey que tenía la boca llena de comida se encogió de hombros y no le quitó la mirada a Takemichi, solo que esta vez, no denotaba emoción alguna. Como si se estuviese controlando para no asustarlo de nuevo.
— ¿Alguien más eligió ese club? — Preguntó el omega, tomando una papa frita de su plato para llevarla a su boca.
— Está Kokonoi y creo que Sanzu, ¿Cierto, Mikey? — Continuó Draken, mirando en dirección a su mejor amigo.— Yo estoy en mecánica.
— Ajá, pero Koko es bueno en eso, demasiado perspicaz para los negocios. — Respondió Mikey aburrido.— Takemicchi debería elegir uno también, al menos por hoy.— Eso último lo dijo en voz baja, como si no estuviese seguro.
— No lo creo, ya elegí algo que hacer....— Murmuró un poco apenado..— Es cocina, exactamente postres. No es un trabajo muy pesado.
— Suena bien.— Dijo Mitsuya y luego agregó sonriente.— Alguna vez debes hacer algo rico para todos.
— ¡Lo haré! — Exclamó emocionado. Mikey miró la interacción en silencio, con un notable ceño fruncido.
Draken se dio cuenta de la situación y carraspeó, para llamar la atenciones de todos alrededor de la mesa.— Takemicchi debería echarle un vistazo al tablero y elegir entre las opciones algo que le guste.
— Es buena idea, vamos Takemicchi.— Comentó Mikey, levantándose de la mesa. — Yo te llevaré.
— Pero... — Takemichi apenas alcanzó a tomar un puñado de papas fritas, antes de ser arrastrado por el alfa más bajo, sin darle tiempo de replicar. Los demás los dejaron ir en silencio, sin atreverse a meterse en los asuntos de Mikey. A veces podía ser un poco aterrador.
Pobre Takemichi.
Buenas nocheeees, ¿Cómo están?
Espero que se sienta la tensión de ser el último día de Take, no se asusten que todo irá bien. Creo, no puedo dar spoiler(?)
Ya saben, cualquier duda o sugerencia, no duden en hablar conmigo. Estoy atenta.
Gracias por leerme, besitos en la cola.
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Omega Impostor; Maitake.
RomanceOmegaverse. Tokyo revengers. ¿Qué haría un omega qué se infiltró en una escuela solo para alfas y betas? Descúbrelo en esta historia. Créditos de la portada a Sunshimita.