El espacio ocupado para ver películas estaba al lado izquierdo del salón, era una porción minúscula, pero con poca iluminación y alejado del ruido. En la pared blanca del fondo había un enorme televisión pantalla plana con vista panorámica, alrededor dos sofás grandes como para tres personas cada uno; dos sillas sencillas y un par de butacas, en el suelo estaban regados varios cojines para las personas que no alcanzaban a sentarse en un mueble. En el centro, cerca al televisor, había una mesita baja de vidrio con un bol vacío, nada ostentoso.
Los amigos de Mikey estaban regados por todas partes, Draken estaba en una de las sillas, Kazutora acostado en el suelo rodeado de cojines. Makoto que lo acompañó esa noche intentó sentarse a su lado, pero Mikey monopolizo el sofá, tumbado sobre el asiento con sus piernas extendidas hasta el reposabrazos y el pobre Takemichi atrapado en una esquina.
— Mikey-kun.— Protestó Takemichi, llevando una mano al hombro del alfa tonto para apartarlo. — Aquí caben tres personas, hasta cuatro. No seas egoísta.
— No es cierto, mis piernas también necesitan un lugar para descansar. No me regañes, Takemicchi. — Dijo Mikey, sonriéndole dulcemente. Takemichi no se pudo resistir a eso y simplemente suspiró resignado.
— Algún día te voy a patear el trasero.— Le amenazó, ganándose a cambio una risa divertida. Mikey se acomodó mejor sobre el sofá, dándose vuelta para quedar frente a Takemichi y tomar las mejillas con ambas manos, para seguido apretarlas un poco.
— Solo tú puedes amenazarme de esta manera.— Mikey le dedicó una mirada suave que hizo sonrojar al omega, quien intentó apartarse, colocando sus propias manos sobre los brazos del alfa.
— No hagas esto aquí.— Dijo en voz baja, pero Mikey no lo soltó, al contrario, estaba decidido a ponerlo en vergüenza frente a sus amigos.
— ¿Qué cosa, Takemicchi?
Iba a abrir sus bocas para responderle, pero llegó Baji con Mitsuya, sosteniendo algunos empaques de papas y palomita, también bebidas que dejaron sobre la mesa.
— Mikey no deja en paz al pobre de Takemicchi.— Se burló Mitsuya, sentándose al lado de Kazutora en el suelo. Baji que seguía con un pie vendado por la clase de gimnasia, eligió una butaca y una esquina de la mesa como reposapiés. — ¿Ya eligieron una película?
— Aún no, los estábamos esperando.— Draken se levantó por un refresco de manzana y palomitas, le ofreció a Mikey, pero el enano malvado se negó a levantarse y dejar ir a Takemichi.
— Takemicchi huirá si lo dejo solo.
— No haré tal cosa, Mikey-Kun, déjame ir a mí por bebidas y papas.
— No quiero, te quejas aquí y punto.
— ¡Solo estamos a un par de metros de la mesa! — Exclamó sin éxito, Mikey se rehusó a dejarle ir, aunque Makoto le hizo el favor de pasarle una bolsa de papas de sabor a pollo. Ese si era un buen amigo, no como el acosador que tenía al lado.
— Mientras la pareja discute, elijamos una película. Hay una de terror que es muy buena, deberíamos verla.— Agregó Kazutora y los demás estuvieron de acuerdo. Takemichi no tuvo tiempo de decir que odiaba ese tipo de películas, pero de todas formas la vería por decisión unánime del grupo.
La película que reprodujeron era Tailandesa. Tenía un formato tipo documental y Takemichi pensó que no sería tan terrible, incluso los primeros minutos estuvo centrado por completo en la trama. El salón había quedado en silencio. Miró de soslayo a Mikey, sonriendo al verlo reclinado sobre el espaldar con las manos en su cabeza.
Takemichi no tenía la intensión de molestarlo, sin embargo se inclinó hacía el alfa y apoyó su cabeza en su hombro, disfrutando del calor y su irresistible aroma. Debía aprovechar cada segundo a su lado, las horas en esa escuela estaban contadas y no estaba seguro si iban a resistir una larga separación, destinado o no, el futuro de ambos era incierto y Takemichi además, no tenía mucho que ofrecerle a Mikey.
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Omega Impostor; Maitake.
RomantizmOmegaverse. Tokyo revengers. ¿Qué haría un omega qué se infiltró en una escuela solo para alfas y betas? Descúbrelo en esta historia. Créditos de la portada a Sunshimita.