P̸̭̜̪̱͌͊̊̈́̔ą̶̲̾͐͛̐ȓ̸̼̀̅͂à̶́̐̏͜͠n̴̛͚̭̓̎͊̍ȯ̷̹͐i̴͖̓̌̃̀̈́̾̒ȃ̶̈́̂͐͗̀́͠ /RusGer/

Ｚｅｈｎ

El tricolor se levantó tres horas después, caminando lentamente mientras se tomaba la zona previamente golpeada con una expresión de agotamiento, otra vez se sentía pésimo y moría de hambre.. ya no podía más con toda esa situación de pesadilla.

-Hay más sopa.. -Murmuró Rusia pensativo desde el escritorio ajeno en donde seguía trabajando en su laptop con algunos papeles de su pertenencia que salían de la impresora del rubio que se dirigía a la cocina con lentitud considerable-.

-..Gracias... -El alemán respondió más bajo en un hilo de voz, su garganta también dolía y estaba irritada por lo que hablar era una molestia. Una vez cruzó la puerta de cristal sintió el agradable aroma de la sopa mencionada, no pudo evitar acelerar sus pasos para llegar hasta ella y tomando la cuchara honda comenzó a comer como si no lo hubiese hecho en años-.

Aunque momentos después comenzó a llorar a la par en que mordía la carne con ansias, se detuvo por un momento para soltar un sollozo que hizo al eslavo levantarse temiendo otro ataque de locura, pero solo se extrañó cuando lo vio llorando de pie apoyándose sobre la encimera limpia junto a la cocina mientras se cubría el rostro.. no tenía idea de lo que estaba pasando, pero se mantuvo ahí hasta que el menor se tranquilizó y con duda lo llevó hasta la mesa de afuera para que se sentara así pudiendo colocar un plato con la comida frente a él. El de ojos celeste pudo volver a comer con algo más de compostura pero igual derramando una que otra lágrima ligera son motivo, tenía apetito y la comida estaba buena así que realmente no entendía porqué se sentía tan mal anímicamente.

Acto seguido el teléfono sonó destruyendo el silencio, ambos lo observaron sin saber exactamente qué hacer hasta que la contestadora automática se activó dando pasa a la voz irritada del de estrellas doradas que gruñía como un perro.

-¡A pasado casi una maldita semana y aún no has entregado lo que debes!, ¡¿Acaso estás esperando que te ponga una maldita sanción para que finalmente comiences a ser útil y hacer las cosas como debes?! -Gritó a través de la línea como si tuviese al germano en frente, eso hizo enmudecer al de ushanka que con lento disimulo redirigió su mirada al otro presente para ver como sus ojos enrojecían irritados de la ira y su expresión se afilaba como la de un depredador-.

Ni siquiera alcanzó a levantarse cuando el otro ya se había lanzado contra la pequeña mesa que sostenía al aparato, descolgándolo provocando que su voz pudiese oírse también del otro lado ya en una llamada.

-..Wie war der Nachtisch, eh geistesschwach?, Oder.. Brauchst du noch eine verdammte Ermutigung, um zu lernen, deinen verdammten Mund zu halten? -La voz del de suéter negro abandonó sus resecos labios como el veneno de la serpiente más letal, no necesitó gritar o alzar la voz para causarle escalofríos a ambos oyentes-.

(..¿Cómo estuvo el postre, eh Imbécil?, o.. ¿Es que acaso necesitas otro jodido estímulo para aprender a cerrar esa puta boca que tienes?)

Tras eso Rusia tuvo que apartarlo del teléfono generando un pequeño forcejeo audible para así lograr cortar la llamada con nerviosismo. Había sido más que claro, incluso consideró rezar para que la organización hubiese quedado lo suficientemente estupefacto por la respuesta carente de respeto que no conectara específicamente sus palabras con el atentado que sufrió.

-Меня забирает весь ад.. -Suspiró cubriendo parcialmente su boca con la mano izquierda dejando el teléfono donde estaba con la otra, con el más bajo mirando el aparato atónito antes de que sus ojos se humedecieran sabiendo en parte que por la postura del contrario, pudo haber hecho inconscientemente algo catastrófico-.

(Me lleva el infierno entero..)

-..¿Qué.. qué fue.. -No pudo terminar su temblorosa pregunta por la presión que creía en su pecho, odiaba perder el control de su ser y no recordarlo, sentirse como una marioneta que no hacía más que dañar a los que estaban a su alrededor-.

-Mandaste a la mierda a UE, amenazándolo con otro "Postre sorpresa".. -El de orbes lavanda murmuró entre dientes sin moverse de su lugar, segundos después oyendo como Alemania dejaba escapar un sollozo aterrorizado temblando como una hoja en tormenta y tuvo que sostenerlo con ambos brazos para que no se desplomara en el suelo-.

Instintivamente buscando protección de si mismo, el tricolor se hundió entre sus brazos escondiendo su cabeza solo dejándole sentir su camisa humedecerse a causa de las lágrimas, no supo qué más hacer por lo que su mano insegura subió hasta la espalda y le dio un suave toque dudoso hasta que la apoyó por completo. Se mantuvo buen rato sentado en el suelo dándolo suaves toques hasta que pareció quedarse dormido, estando cálido y tranquilo arrullado por el leve aroma a especias que predominaba en las prendas del eslavo que continuaba con su diestra sobre el otro.

El mayor se apoyó en un de los sofás afortunadamente cercano para que su espalda no doliese, aún con el de ropa holgada aferrado a él pero lo dejó ser. En parte recordando vagamente como hubiese querido que alguien lo hiciera luego de recibir palabras hirientes o fuertes golpes de su hermano mayor, vociferando que era un bastardo repugnante que no tardaría en convertirse en otro monstruo, pero nunca entendió ese repentino odio si durante la guerra solía cuidarlo junto a sus demás hermanos estando solos en la mansión cuando su padre se iba a combatir con los camaradas.

  

  

  

ₙᵢₜᵢ ᵣₐₛₚᵤₜyᵥₐyᵤₜₛyₐ ᵥₛₑ byₛₜᵣₑyₑ ᵢ byₛₜᵣₑyₑ... ᵤₘₑₙ'ₛₕₐyₐ ᵥₑₗᵢₖᵢy ₖᵣₐₛₙyy zₐₙₐᵥₑₛ, ₛₖᵣyᵥₐyᵤₛₕcₕᵢy cₕᵤdₒᵥᵢₛₕcₕₙᵤyᵤ ₚᵣₐᵥdᵤ dₗyₐ ₜₑₖₕ, ₖₜₒ yₑyₑ zₙₐyₑₜ.