Parte 5

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OLIVER

—¿Qué acabas de decir?— preguntó mi padre con una mirada fulminante.

—Lo que acabas de escuchar— lo mire directo a los ojos —Soy gay.

El levantó su mano y me golpeó —¿Es un chiste?— me tomó el cabello y tiro de él —Escúchame bien. Vas a ir directo a la casa de Aurora y le dirás que te equivocaste y todo era una farsa.

—No— susurre y eso hizo que él tirara más fuerte.

—¿Qué?

—Dije que no— me solté de él.

—Si no lo haces te olvidas de tu padre.

—¿A si? Pues no quiero tener de padre a un hombre que no respeta mis preferencias— di media vuelta y me dirijo a la puerta de su despacho.

—Si sales por esa puerta te quitaré todo lo que te he dado.

—No me importa. Puedo trabajar por mi cuenta, no necesito de ti y tú dinero— abrí y salí.

—¡VUELVE AQUÍ!— gritó.

—Nunca— añadí antes de cerrar la puerta.

Una sonrisa apareció en mis labios y corrí hacia la entrada de la casa. Salí de ella y comencé a reír, jamás me había sentido de esta manera. Me había rebelado contra mi padre y eso me hacía sentir libre.

Toda mi vida estuve regido bajo sus reglas.
"El estudio es el que forja a las personas"
"La forma de vestir de una persona es lo más importante"
"Debes obedecer en todo lo que tus superiores te digan"
"Seguir las reglas"
"Seguir las reglas"

Estaba cansado de sus mierdas y su régimen que, según el, me haría ser un buen jefe en el futuro.

Ahora me sentía invencible, nadie podía detenerme. ¡No señor! Claro que no. Hasta que la llamada de la tía Lisa me bajo de la nube en la que me encontraba.

—¿Qué hiciste esta vez Oliver?— Pregunta con su voz decepcionada.

—Lo que me recomendaste. Le dije a mi padre que me gustan los chicos.

—Si. Se lo que dije, pero no tenías que decirlo de esa forma— dice —Tú padre acaba de llamarme muy molesto.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Que lo desobedeciste.

—Incluso después de saber sobre mis preferencias se atrevió a decirme que hablara con Aurora para decirle que era una mentira. No estoy dispuesto a hacer eso, pretende casarme con alguien por quien no siento amor.

—Tu padre busca lo mejor para ti. Desde el principio a sido así.

—Lo se, pero él no puede entrometerse en mi vida amorosa. Le he permitido que escoja mi ropa, las escuelas e incluso le permití que me inscribiera en academias extraescolares. Ahora soy mayor de edad y puedo decidir por mi cuenta.

—¿Estas revelándote después de cuatro años? Oliver tienes veintidós. ¿Estás siguiendo algún ideal entre los chicos de tu edad?

—Obvio no— reí —solo quise hacerlo. La verdad ya me canse de esto.

—Pues tu padre me pidió que te acogiera en mi casa. Aunque no voy a hacer eso. Le dije que te conseguiría una casa propia y también comenzarás a trabajar para mi.

—¿En serio?— pregunté decaído.

—Si y también entrarás a la universidad. Tu padre te mandará unas largas, largas vacaciones a Texas conmigo, tu tía favorita.

El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora