OLIVER
De nuevo cometí ese error. Bese a Max y por eso él salió huyendo de nuevo. Trate de detenerlo, pero no dio resultados.
—Maldito idiota— susurré y después de un rato fui a su casa para hablar con él. No estaba así que esperé a que volviera y cuando lo hizo simplemente me ignoró y entró a su casa.
—No está bien ahora— dijo su hermana y entró detrás de él.
Regrese a casa, desanimado, decaído y pensando que había sido mi culpa el que se pusiera de esa forma.
Al día siguiente me levante y me cambie para ir a la universidad, salí de la casa y me di cuenta que su moto no estaba así que fui a su casa y Rose me dijo que había tenido que ir temprano a la universidad por motivos de trabajos escolares.
Entendía sus motivos así que hablaría con él para aclarar todo y confesarle mis sentimientos. Camine hasta la escuela ya que mi único medio de trasporte era Max. Cuando llegue al aula él se encontraba sentado, rápidamente caminé hasta su banca, pero él se puso de pie y salió corriendo.
Quería salir corriendo detrás de él, pero mi cobardía me lo impidió.
Cuando salimos de clases fui directo al hotel para poder hablar con mi tía y contarle todo lo que había pasado.
—Tía— entre a su oficina sin tocar —Esto es grave, muy grave.
Ella me miró molesta y volvió a leer los papeles que tenía en sus manos —¿Qué fue lo qué hiciste?
—Bese a Max sin su convencimiento y ahora me evita.
Volvió su vista a mi y comenzó a reír —Eres un idiota ¿ya te lo había dicho?
—No.
—Pues recuérdalo— me indicó que me sentara —Y ¿ya intentaste hablar con él?
—Si, pero me evade— me recargue en su escritorio —No se que hacer— dije decaído.
—Pues solo deja que esto se calme, justo ahora él está confundido y si tú vas y le hablas sobre tus sentimientos está claro que lo confundirás aún más y lo arruinarás.
—Entonces ¿Qué hago?
—Solo espera un tiempo y cuando creas que sea el momento habla con él.
—Pero ¿Si después de que pase el tiempo él me odia aún más por haberme alejado?
—No pasará, tu confía en mi.
—Bueno— me puse de pie y camine hasta salir de la oficina. Después fui a mi lugar y comencé a trabajar.
Hice caso a mi tía y dejé que Max acomodara sus sentimientos. Me aleje de él, pero eso no quiso decir que lo que sentía por él se acabara, en realidad por cada día que pasaba yo me enamoraba más de él.
En un punto supe que el consejo que mi tía me había dado no iba a funcionar, él no hablaría conmigo si yo no lo hacía primero y tenía que enfrentar el problema, tenía que hablar con Max en cuanto antes y tenía que hacerlo ya.
Me arme de valor y salí de la casa, cruce el asfalto y permanecí del otro lado de la cerca, observando cómo se divertía. Aunque creo que no le va bien el beber alcohol ya que a su quinta cerveza ya estaba completamente ebrio.
—Aún estoy bien— respondió a su hermana, ya que ella le había dicho que ya parara de beber.
—No, no lo estás— hable.
Rose y el chico que se encontraba a su lado voltearon a verme al igual que Max, pero al él no le importó mi presencia.
—Hola, Oliver— me salido Rose.
—Hola— devolví el saludo —Se ve divertido lo que están haciendo así que pensé en venir y unirme a ustedes— sonreí.
—Claro, ya lo había dicho— se puso de pie y me abrió la puertita de la cerca —tú siempre serás bienvenido en nuestra casa.
Entre al patio y comencé a caminar hasta llegar a la fogata —Ten— Max me dio una cerveza. —Bebe conmigo— tome la lata y luego él chocó su lata contra la mía —Salud por la felicidad— dicho eso acercó la lata a su boca y se bebió el contenido hasta terminarlo.
—Max— Rose lo llamó por segunda vez —Ya deja de beber, ya estás ebrio.
—Aún estoy bien, mira— se levantó de la silla en la que estaba sentado —Puedo sostener mi peso con solo un pie— levantó uno de sus pies, pero su equilibrio no fue bueno y casi cae al suelo. Logré atraparlo, por suerte que lo hice, porque sino hubiera caído en la fogata. —Huy— exclamó —Creo que tienes razón.
—Siempre la tengo— añadió Rose.
—Pero no importa, planeo terminar todas estas cervezas yo solo— señaló al cartón que estaba al lado suyo.
—Ya te las terminaste— dije mirándolo —¿En serio tomaste todo eso tú solo?
—¿Que tiene?
—Pues tu resistencia al alcohol no es muy buena— me senté al lado suyo.
—Jamás he tomado, tonto— recargó su cabeza en mi hombro —Pero hoy quería hacerlo.
—Bueno— habló Rose —Mañana tenemos que levantarnos muy temprano así que Andre y yo ya nos vamos a dormir— miró a su novio, pero este tenía intenciones de aún quedarse —Vamos, cariño— lo tomó de la mano y lo hizo ponerse de pie y así, obligado, tuvo que ir con su novia.
—Vamos— trate de ponerme de pie, pero él se aferró a mi brazo.
—Creo que este no es el momento, pero quiero que sepas que me gustas— susurró.
—¿Qué dijiste?— me sorprendí ante sus palabras.
—Lo se, soy patético ¿verdad?— alzó su mirada y me miró —El beso que me diste la otra vez me hizo comprender que me gustabas y por eso me aleje.
—No eres patético, Max— lo mire y le tome el mentón —Y para ser sinceros también me gustas— sonreí.
—No es verdad, solo lo dices porque estoy ebrio y tal vez no lo recuerde mañana.
Me acerqué a sus labios y los besé —No miento— susurré y volví a besarlo —En verdad me gustas— deposite un beso más —Y me gustas demasiado.
—¿En serio?— preguntó emocionado.
—Si— respondí.
—Entonces ¿Saldrías conmigo?
—Si tú estás de acuerdo.
Se levantó de la silla y luego se abalanzó hacia mí para abrazarme, me miró, sonrió y me beso tiernamente.
—Creo que voy a dormir un poco— se acurruco en mi pecho. Yo lo abracé y entre con él a la casa, lo llevé hasta su habitación, la cual estaba perfectamente bien ordenada, lo recosté en su cama y después de depositar un casto beso en su frente me dispuse a volver a mi casa.
—Descansa— susurré, me puse de pie y comencé a caminar hacia la puerta, pero él tomó mi mano para impedir que me fuera.
—No te vallas— susurró —Quédate conmigo, por favor— pidió —Quiero saber que si despierto mañana esto será real y no un simple sueño gracias al alcohol.
—Está bien— accedí y luego me recosté al lado de él. Él se giró y me envolvió —Duerme bien— lo abracé y cerré los ojos para que yo también durmiera.
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El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición)
ActionRecuerdo que cuando tenía quince mi padre nos abandonó a mi madre, mi pequeña hermana y a mi. Recuerdo que la mayoría del tiempo estuvimos huyendo ya que mi padre estaba coludido en la mafia. Recuerdo que cuando cumplí los diecinueve ellos nos enco...