Conforme los días pasaban me era imposible no mirar a Oliver. Siempre se empeñaba en resaltar con los demás, me miraba extrañamente y cuando yo lo miraba solo sonreía.
Comenzaba a sentirme extraño cuando venía con él a la universidad. Simplemente era perfecto ante mis ojos y cuando una chica se le acercaba quería alejarla de él.
¿Que era este maldito sentimiento?
¿Atracción?
¿Me estaba enamorando de él?No, ni en sueños ese chico me gustaría, simplemente no lo aceptaba. El tener este tipo de sentimientos por él era una completa locura y yo no estaba loco.
—Apúrate, Oliver— dije antes de salir de la casa. Este maldito parecía que vivía en mi casa, comía, cenaba, desayunaba e incluso algunas veces dormía aquí.
—Ya voy— se levantó y corrió para alcanzarme. —¿Me llevarás hasta la escuela de nuevo?— preguntó
Yo solo me encogí de hombros —Que mas da, ya todos saben que somos vecinos por tu culpa— lo mire molesto —Si tan solo hubieras cerrado el pico no tendría que soportarte todos los días.
La cosa era así: el gran Oliver contó a todos que yo era su vecino. Todos quisieron acercarse a mi porque seguramente yo sabría la ubicación exacta de su casa y así ellos poder ir y venir cuando lo desearan. Punto número uno, yo no les diría nunca en donde vive el porque así sabrán donde vivo yo y sería un dolor de cabeza lidiar con tantas personas.
Desde que el idiota de Oliver dijo que éramos "amigos", resaltando eso último porque no lo somos, todos quieren acercarse a mi para acercarse a él. Bueno, él es muy sociable y guapo y es todo lo que alguien puede desear.
Al llegar a la universidad ambos bajamos de la moto y luego ambos entramos al edificio para poder ir al aula. Una vez estando ahí entre y algunos me miraban extraño y otros susurraban desde sus lugares. Decidí ignorarlos y camine hasta llegar a mi lugar.
—¿Escuchaste los rumores?— pregunta la chica que se encontraba detrás de mí a otra
—¿Es verdad?
—Supongo, Aarón y sus amigos no han llegado aún.
—Que idiota el chico que se dejaba golpear por ellos— ríe y su amiga también.
Me giré para poder verlas —¿De que rumores hablan?
—Las cámaras de seguridad grabaron el momento exacto en el que Aaron y su grupo de matones golpeaban a un chico y el director los expulsó.
Oh Dios, gracias Dios. Me liberaste de esos golpeadores. Bendita suerte.
Una ligera sonrisa apareció en mis labios —¿Saben el nombre del chico?
—Es un chico de la facultad de Arquitectura, o eso fue lo que escuche.
Volví a girarme y me puse a pensar en que yo no era el único al que golpeaban. Valla, si que eran unos completos idiotas bravucones.
—Tomen asiento y guarden silencio— hablo él profesión en cuanto entró al aula. —Máximo— me llamó y yo volteé a verlo —El director desea verte.
Trague saliva y me puse de pie. Salí del aula y luego me dirigí hasta la dirección en donde el director me esperaba —Toma asiento, Max.
—¿Qué ocurre?— pregunté preocupado.
—No sé si te has enterado que tus compañeros están expulsados por golpear a otro chico perteneciente a otra facultad— se acerca —Estoy muy decepcionado de ti.
—¿Por qué?
—Ellos te golpeaban hasta el cansancio y tú jamás me lo dijiste ¿Por qué? ¿Acaso no tenías confianza en mi?
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El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición)
ActionRecuerdo que cuando tenía quince mi padre nos abandonó a mi madre, mi pequeña hermana y a mi. Recuerdo que la mayoría del tiempo estuvimos huyendo ya que mi padre estaba coludido en la mafia. Recuerdo que cuando cumplí los diecinueve ellos nos enco...