Parte 22

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MÁXIMO

Había pasado ya un mes desde que Celine volvió. En este tiempo descubrí demasiadas cosas sobre mi padre y ella que desconocía.

Las cosas que Celine me contó no podían ser ciertas, eso cambiaba completamente mi visión sobre mi padre. El que la había matado en realidad la había salvado y ocultado, entonces ¿Su arrepentimiento era sincero?

Celine me pidió hablar con mi padre, al principio lo dudé y después de pensarlo por varios días me decidí en hablar con él. No era tan malo escuchar sus explicaciones.

—Mi vida— Oliver me llamó.

Me encontraba haciendo la cena. —Dime— hable sin dejar de hacer lo que hacía.

—Quiero ir de vacaciones— se acercó a mi y me tomó de la cintura —Solo tú y yo.

—No lo creo— negué con la cabeza —recuerda que los exámenes parciales se aproximan.

Me hizo girar y deposito un beso en mis labios —Promete que cuando los exámenes se acaben irás conmigo— dijo cuando separamos los labios.

—Prometido— sonreí y volví a besarlo —Te amo— susurré.

—También te amo— sonrió.

—Ya volví— dijo Rose desde la puerta.

—Bienvenida— dije yo desde la cocina —¿Que tal estuvo tu día?

—Agotador— caminó sin ánimos, se sentó en una silla y suspiro —Esto del entrenamiento me agota.

Reí y Oliver también —Hay, hermana— fui a traer platos a la vitrina —Es hora de cenar así que ve a lavarte las manos— regrese y comencé a servir.

—Genial— ella se animó y se puso de pie, se perdió en el corredor y no volvió en un par de minutos.

Cenamos y luego despedí a Oliver y volvió a su casa. Asegure la puerta y subí a mi habitación para ir a dormir.

Estaba un poco inquieto mañana vería a mi padre y no sabía qué decirle, como comenzar a hablar con él o cómo reaccionar cuando lo viera.

Solo dormí y dejé de pensar en ello, solo debía escucharlo y ya. No era tan difícil ¿no?

A la mañana siguiente me levante y le prepare el desayuno a Rose. Ella bajó unos minutos después y desayuno conmigo. Se despido y fue a la escuela.

Yo fui a arreglarme para ir a la universidad. Cuando salí de casa Oliver ya se encontraba esperándome, se había vuelto una costumbre el ir y venir juntos.

Lo salude con un beso y luego fuimos a la escuela en mi moto.

Cuando las clases terminaron regresamos a casa y esperamos a que Rose llegara para ir a donde mi padre. Le pedí a Oliver que me acompañara, me sentiría más cómodo si él va conmigo.

Cuando Rose llegó Celine también lo hizo. Ambas llegaron juntas y solo fue cuestión de tiempo para estar en el auto rumbo a la mansión principal.

Una vez estando ahí bajamos del auto y los hombres de mi padre solo nos miraban. Me encontraba aún más inquieto que la noche anterior, estaba a escasos metros de ver al hombre que odie por muchos años, a punto de cambiar mi visión de él y tal vez perdonar el que nos halla mandado lejos.

El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora