MÁXIMO
Desperté y la resaca me inundó. Me tome la cabeza y trate de recordar lo que había hecho la noche de ayer, pero el alcohol se encargó de borrarlo de mi memoria.
Algo pesado estaba sobre mi cintura, así que lo toque para ver ¿qué era? Era algo suave, una ¿mano?
¿¡QUÉ!?
Rápidamente me giré y vi a Oliver durmiendo al lado de mi. ¿Por qué? ¿Que fue lo qué hice?
Hay no, hay no. Esto no puede estar pasando. No le dije que me gustaba ¿o si?
—Despertaste— abrió sus ojos y me miró, después una sonrisa apareció en sus labios.
—¿Que pasó? ¿Por qué estás aquí?
—Porque tú me lo pediste— sonrió de nuevo.
—Claro que no, yo no haría eso— me puse de pie.
—Claro que si— se sentó en la cama —Me dijiste "Oh Oliver quiero que te quedes conmigo hoy y todas las noches el resto de mi vida"
Reí —Yo no soy tan cursi— lo mire extraño —Pero si tú lo dices—Me acerqué a donde estaba mi ropa y escogí lo que me pondría —No puedo creerte— le sonreí y entre al baño a cambiarme.
Cuando salí del baño él aún se encontraba sentado en la cama, me miró y sonrió como un completo idiota —Te vez muy bien.
Lo mire extraño —¿Te encuentras bien? ¿Seguro que no te golpeaste la cabeza o algo?
—Nope, estoy completamente cuerdo— esa estúpida sonrisa no se desapareció.
Se puso de pie y caminó hacia mi —¿Qué haces? Espera un segundo— retrocedí ya que se acercaba rápidamente.
Se posicionó frente a mi y rodeó mi cintura con su brazo, se acercó a mi y trató de besar mis labios, rápidamente me solté de su agarre y corrí hasta la cama, me subí y me quede en la esquina, pegado a la pared, me quite mi zapato y apunté hacia él —¿Qué haces?
—Lo mismo me preguntó yo ¿Qué intentas hacer, Oliver Rossi?
—Besarte— respondió rápidamente.
—¿Pero que?— comencé a confundirme. Él caminó en mi dirección —Detente ahí— lo señale con mi dedo —Tienes que contarme todo lo que dije e hice ayer y no omitas ni un detalle.
—Está bien— se acercó y se sentó en el borde de la cama, luego se dejó caer y me miró —Pues me confesaste que te gustaba y yo también te dije que me gustabas, nos besamos y comenzamos a salir— sonrió.
Me senté a su lado y lo mire —¿En serio lo hice?
—Si— se movió y luego puso su cabeza sobre mis piernas —Entonces ahora que sabes lo que hiciste anoche ¿me besaras?
—Estas loco, obvio no— me ruborice.
Por más que intentaba recordar no podía hacerlo. Tal vez no había pasado nada de eso y Oliver solo quería burlarse de mi —Bueno, entonces yo te besare.
—No— negué —Yo no pude haber hecho eso.
—¿No te gusto?— su rostro se entristeció.
—O sea si me gustas, pero...
¡No! ¡Lo dije, yo lo dije! ¡Que idiota Max!
—No, no me gustas— rápidamente negué mis sentimientos por él.Se levantó y se puso en frente de mi, yo giré mi vista hacia arriba ya que me encontraba sentado —Máximo Williams— se puso de rodillas y me miró directo a los ojos —me gustas, demasiado, mucho— tomó mis manos —ya no puedo ocultarlo así que tengo que confesarte que estoy súper enamoradisimo de ti y quisiera que me dieras una oportunidad para demostrártelo.
Me ruborice, aún más de lo que estaba ¿Qué debía hacer? ¿Qué debía decir? ¿Como debía reaccionar?
Tenía que decir algo, pero no sabía exactamente cómo reaccionar —Yo... yo quiero intentar algo contigo— sonreí.
Él también sonrió y se acercó a mi para besarme.
—Max— Rose tocó la puerta —Apúrate que ya es tarde para irnos— abrió la puerta así que avente lejos a Oliver.
—Si, ya estoy listo— me puse de pie —¿Tu ya preparaste tus cosas?
—Ya— me miró extrañamente y luego miró a Oliver, el cual se encontraba en el suelo —Pero si es Oliver— sonrió —¿También vendrás?
—Hermanita— me acerqué a ella y la tome de los hombros para hacerla salir de mi habitación —Tengo algunas cosas que hablar con Oliver ¿Podrías dejarnos un minuto a solas?
—Claro— sonrió y caminó hasta su habitación.
Yo me giré y me acerqué a Oliver, lo ayude a ponerse de pie y luego me senté en la cama nuevamente —
Sé que es demasiado tarde para invitarte, pero ¿Quieres ir con nosotros a la playa?—Si— respondió rápidamente.
—Bien, entonces ve a traer tu traje de baño y te veo afuera en un rato más.
—Está bien— se acercó a mi depósito un casto beso en mis labios —Te quiero— susurró y comenzó a caminar hacia la puerta.
—También te quiero— sonreí.
Él salió y se fue, yo por mi parte fui a buscar mi traje de baño y lo puse dentro de una bolsa. Salí de mi habitación y baje al primer piso para esperar a Rose. Minutos después ella bajó, tomada de la mano de su novio, ambos estaban vestidos a conjunto y se veían geniales.
—¿Como nos vemos?— preguntó ella.
—Te te ves muy bien y tú novio solo estorba— los tres reímos —Es solo una broma, Andre. No te lo tomes en serio, ambos se ven geniales— alce mi dedo pulgar.
—¿Ya tienes tus cosas?— me pregunto mi hermana.
—Ya— le mostré la bolsa plástica en la que había puesto mi traje de baño.
Ella solo rió —Y ¿No encontraste otra bolsa peor para llevar tu ropa?— preguntó y yo negué —Trae acá— se acercó y me la arrebató. Luego la puso en su enorme bolso, el cual era cargado por Andre y también les hacía juego.
—Listo, entonces vámonos— dije alegre y comencé a caminar hasta la puerta. Al salir Oliver ya se encontraba esperando afuera. Se acercó a mi y luego todos comenzamos a caminar hasta la parada de autobuses, ya que era un poco lejos y nos cansaríamos si nos íbamos caminado.
Nos demoramos no menos de media hora en llegar a la playa y cuando llegamos Rose estaba súper emocionada.
—Hacía mucho que no venía a una playa y mucho menos con el chico que me gusta— Oliver se acercó a mi oído para decírmelo ya que había un poco de ruido alrededor.
—Tonto— lo mire y luego comencé a caminar hasta llegar al lugar en el que Rose se había acomodado.
Me entrego mi traje de baño y luego fui a cambiarme. Cuando regrese Oliver y los demás también estaban cambiados, entonces todos fuimos a meternos al agua.
Disfrute mucho el paseo, después de que saliéramos del agua volvimos a cambiarnos y fuimos a comer, luego en la tarde dimos un paseo por la plaza y en la noche volvimos a casa.
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El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición)
ActionRecuerdo que cuando tenía quince mi padre nos abandonó a mi madre, mi pequeña hermana y a mi. Recuerdo que la mayoría del tiempo estuvimos huyendo, ya que mi padre estaba coludido en la mafia. Recuerdo que cuando cumplí los diecinueve ellos nos enc...