ALISA
Aun recuerdo cuando conocí a la mujer perfecta. Ella era mi ejemplo a seguir, cuando creciera iba a ser como ella. Yo la admiraba.
Un día mi padre me llevó a su lugar de trabajo, él era el segundo al mando en una organización delictiva. En ese entonces yo creí que eso era correcto y quería ser como mi padre al crecer.
—Ella es Celine— habló mi padre. —La hija mayor de la serpiente roja. En el futuro ella será la líder de los Andromeda— dijo eso orgulloso de la niña qué era un par de años mayor que yo.
Si el amor a primera vez existe tengo que decir que en el primer momento que la vi quedé enamorada de ella. Al principio creí que era admiración, pero cuando crecí los sentimientos se volvieron más fuertes.
Ella y yo crecimos juntas. Nos mandaron a la misma escuela, aunque ella cursaba dos grados más arriba que yo. Ella jamás se involucró en peleas, siempre fue un alumno ejemplar.
Nos convertimos en mejores amigas. Un día me contó sobre sus sueños, mismos que eran imposibles. Lo que ella soñaba iba en contra de lo que su padre quería para su futuro. ¿Como un miembro de los Andromeda podía ser un defensor de la patria?
Ella añoraba ser un soldado que protegiera a su país de todo lo malo que lo dañaba, pero ¿como iba a decírselo a su padre?
—¿Qué harás si tu padre se entera?— pregunté a ella.
—Afrontare las consecuencias— me miró y sonrió —pero cuando mi padre se entere sobre mi decisión yo ya estaré lejos y no podrá hacerme nada.
—¿Vas a dejarme?— pregunté nerviosa. Aún no sabía cómo expresarme frente a ella y mucho menos confesarle mis sentimientos.
—Aún eres menor— se levantó de su lugar —pero prometo que cuando seas mayor regresare por ti y te llevaré conmigo— se acercó a donde me encontraba y robó mi primer beso.
—¿Qué... que fue eso?— la mire con la cara sonrojada.
—¿Eso? Un beso— respondió como si nada hubiera pasado —Y te lo regalé porque me gustas— volvió a besarme.
—Ta... también me... gustas, Celine— dije tartamudeado.
—Entonces seamos novias— dijo eso como lo más normal del mundo.
—Pero ¿y si se enteran?
—Nadie va a enterarse, seremos novias en secreto hasta que tú puedas ir conmigo— sonrió.
—Está bien— sonreí también.
—Entonces hay que prometer que en el futuro viviremos juntas y nos amaremos por el resto de nuestras vidas.
—Prometido— sonreí y levante mi dedo meñique, así nuestra promesa jamás se rompería.
Conforme los días pasaban Celine y yo nos veíamos a escondidas, parecíamos unas completas criminales al hacer eso, pero sabíamos que si alguno de nuestros padres lo descubría nos iría mal a las dos. Siempre planeábamos nuestro futuro, decidimos que tendríamos tres hijos con el mismo nombre para no olvidarlo, también tendríamos un gato y viviríamos en la orilla de la playa, en una pequeña casita construida por nosotras dos.
También conforme los días pasaban ella crecía y pronto sería mayor, pronto se iría y me dejaría sola aquí. Lo odiaba, pero dos años pasarían volando y en dos años volveríamos a estar juntas.
El día que ella cumplió la mayoría de edad su padre le hizo una enorme fiesta, invito a todos sus aliados para presentársela. Para anunciarles que en unos años ella tomaría su lugar.
Cuando la fiesta se termino ella fue a donde yo me encontraba y se despidió. Prometió que volvería y me llevaría con ella. Yo prometí esperarla y que cuando ella volviera iría con ella. Después de un beso ella se fue y no volví a verla.
El destino se encargó de arrebatármela. Ella había muerto en un accidente automovilístico cuando se dirigía a una base militar.
Ya habían pasado un año y medio desde que ella se había ido, yo seguí con mi vida y prometí que sería igual a ella cuando creciera así que se lo conté a mi padre. Ese día le dije que iría a estudiar en una escuela militar, pero él se rehusó y me obligo a elegir una carrera que yo no quería.
Regrese a casa enojada y encendí la televisión para mirarla antes de comenzar a hacer mis quehaceres.
—Está mañana hubo un accidente en donde trece soldados murieron. Los sobrevivientes aseguraron que los envistieron y comenzaron a dispararles. Según los investigadores se trataba de un ajuste de cuentas entre las bandas delictivas. La hija de empresario Arthur Williams se encontró entre los que murieron y esta fue su declaración.
La fotografía de Celine apareció en la pantalla y algo dentro de mí comenzó a quebrarse. Después de saber que ella había muerto me deprimí y olvide que había prometido ser como ella en el futuro, solo me sentiré en mis estudios y solo eso.
Luego de un año me gradué y entre a la universidad. Me había resignado a ser lo que mi padre quería que fuera.
Parecía que el destino estaba en mi contra. De verdad lo estaba o ¿Por qué otra razón todo lo que era importante para mi desaparecía?
—Mamá ya llegue— dije desde la puerta en cuanto entre a mi casa. —¿Ya está lista la comida?— pregunté y caminé hacia la cocina.
Mi mamá estaba preparando la comida y mi pequeña y querida hermanita hacia su tarea en la mesa —Ya casi está lista. Tu papá dijo que vendría a comer así que esperémoslo para comer— sonrió feliz.
Si bien mi papá casi nunca estaba en casa ya que todo el tiempo se la pasaba en el lugar donde trabajaba. Solo venía pocas veces y por poco tiempo.
Esa tarde mi papá llegó un poco después de la hora de comida, para era hora nosotras ya estábamos lavando los platos ya que mi pequeña hermana tenía hambre.
—Llegue a casa— dijo él en cuanto entró a la casa. Mi mamá dejó de lavar y corrió a recibirlo.
—Que bueno que llegas— dijo feliz.
Mi hermana estaba viendo tele así que yo fui con ella y vi la tele junto a ella. Mi mamá y mi papá entraron a la cocina y ahí se quedaron un buen rato.
Al poco rato un sin fin de disparos comenzaron a escucharse fuera de la casa. Alguien trataba de entrar y pronto lograron su cometido. Los hombres habían acabado con toda la seguridad que mi padre había puesto fuera de la casa.
Derribaron la puerta y rápidamente un total de tres hombres entraron a la casa —¡MUY BUENAS TARDES!— gritó uno de los hombres y abrió fuego.
Para ese entonces nosotras tres ya estábamos escondidas. Los disparos se escucharon uno tras otro y en poco tiempo cesaron. Después alguien comenzó a bajar los escalones, era mi padre, estaba segura pues ¿Quien sabría la ubicación de donde nos encontrábamos?
Mi hermana corrió a abrir la puerta. Gran error. En el momento que Rosario abrió la puerta el hombre disparó y las balas se estamparon en el cuerpo de ella. Mi madre corrió a protegerla y también recibió disparos, ambas cayeron al suelo. Él las había matado.
Yo solo permanecí en mi lugar mirando todo. El hombre se acercó a mi y también me disparo un par de veces en el estómago y en otras partes de mi cuerpo.
Caí inconsciente, esto era lo mejor. Por fin podría ir a donde mi amada Celine se encontraba. Podíamos permanecer juntas por el resto de la eternidad.
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El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición)
ActionRecuerdo que cuando tenía quince mi padre nos abandonó a mi madre, mi pequeña hermana y a mi. Recuerdo que la mayoría del tiempo estuvimos huyendo, ya que mi padre estaba coludido en la mafia. Recuerdo que cuando cumplí los diecinueve ellos nos enc...