MÁXIMO
Solo me dejé llevar por sus labios, correspondiendo su beso. Cuando volví a la realidad lo empujé lejos de mi y salí corriendo de ahí.
—Max, espera— dijo, pero yo solo seguí corriendo hasta llegar a mi casa.
Entre y cerré la puerta. Me toque los labios y sonreí —¿Qué hice?
—¿Max? ¿Eres tú?— pregunta Rose desde su habitación.
—Soy yo— respondí caminando hacia las escaleras.
—Hoy fue un día genial para mi. André me pidió que fuera su novia y obvio acepte— comenzó a bajar las escaleras —El es tan...— me miró y rápidamente corrió hacia mi —¿Que fue lo que te paso? ¿Quién diablos le hizo eso a tu cabello? ¿Quién te golpeo?— me tocó el rostro.
—Perdóname, Rose— me desplome y la abrace —Ellos eran más y yo no pude defenderme.
Correspondió mi abrazo —No importa ahora— tocó mi cabello —Tenemos que hacer algo con esto ahora— una mirada de enfado apareció en su rostro —Tanto que te costó tenerlo así de largo y bonito.
—Estoy muy molesto con ellos por eso— sonreí.
—Espera aquí. Iré por mi celular y luego vamos a donde la señora Lila para que te corte el cabello como cuando éramos pequeños— subió de nuevo y un rato después bajo y ambos salimos de la casa.
Caminamos y dos casas después llegamos a la casa de la señora Lila. Tocamos el timbre y luego ella abrió la puerta —Pero si son la pequeñita pelirroja y el chico bonito.
—Hola, señora Lila— saludamos ambos al unísono.
—Ha pasado mucho tiempo que no me visitan.
—He tenido mucho trabajo y tareas de la universidad, por eso no pudimos venir— dije —Pero prometo que cuando tenga vacaciones vendré a visitarla más seguido.
—Pero pasen— se quitó de la puerta y luego, dando pasos pequeños camino hasta la cocina —Prepararé leche con galletas, recuerdo que les gustaban cuando eran pequeños.
Nosotros caminamos detrás de ella y luego nos sentamos en dos sillas que estaban junto a la mesa —Queríamos saber si ¿podía cortarme el cabello?— pregunté.
—¿A ti?— dijo y volteó a verme —Pero me dijiste que ya no querías cortarlo— se acercó y me miró con más detenimiento —Mi Dios— se puso la mano en la boca —¿Por qué lo cortaste así de disparejo?
—Larga historia— dije.
—Ven— me tomó la mano y luego me hizo salir de la cocina para seguido hacerme sentar en otra silla más cómoda —Iré por mis tijeras, no tardo— dijo y seguido se perdió en el corredor.
Luego de un rato volvió con sus cosas. Ella era una excelente peluquera en su época y los vecinos aún vienen a cortarse el cabello con ella. Cuando la señora Lisa nos dejó vivir aquí la señora Lila me ayudo a cuidar de Rose, mientras yo trabajaba en el hotel.
Comenzó a cortar mi cabello, me hizo el corte que me gustaba cuando ella aún me lo cortaba. A pesar de que ya era una mujer mayor aún seguía siendo la mejor cortando el cabello.
Terminó de cortarlo y le agradecí —Le traeré ese bocadillo que siempre le gustaba para la próxima.
—Lo estaré esperando con ansias— caminamos hacia la puerta —Me agrado tenerlos aquí solo un rato.
—Nos veremos pronto.
Salimos de la casa y luego al llegar a la casa Oliver se encontraba fuera, recargado en la puerta —¿Podemos hablar?— preguntó, pero yo simplemente me ruborice y entré corriendo a la casa.
Me sentía incómodo con su presencia, me sentía mal por haber correspondido ese beso que no debió haber pasado.
Fui hasta mi habitación y no salí de ahí hasta la noche. Me di una ducha y luego baje a la planta baja para preparar la cena. Cuando termine le avise a Rose que la cena estaba lista, ella bajó de su habitación, la serví y comenzamos a cenar.
—Gracias por la cena— se puso de pie —Estuvo deliciosa— comenzó a caminar, pero la detuve.
—Espera, Rosy. En la mañana ibas a contarme algo, ven y cuéntame.
Ella se detuvo y se giró, regresó a la mesa y se sentó enfrente de mi. Luego con una sonrisa comenzó a hablar —André me pidió que fuera su novia.
—Y ¿Cuál fue tu respuesta?
—Obvio que acepte. André es tan amable y caballeroso y lindo. Congeniamos en muchas cosas y lo mejor de todo es que es muy detallista conmigo cuando estamos en la escuela.
—Me alegra que sea así, porque no habría aprobado su relación si él fuera una persona como el idiota de Filip.
—Por supuesto que no habría aceptado si fuera así. No quiero pasar por lo mismo de nuevo.
—Bueno— puse mis manos sobre la mesa —Si ese chiquillo te hace llorar o te trata mal yo mismo me encargaré de desaparecerlo— sonreí macabramente.
Rose comenzó a reír y yo la seguí —No digas eso, por favor.
—Entonces ¿Por qué no lo invitas para el mes próximo?
—¿A nuestras vacaciones familiares?
—¿Por qué no? Quiero conocerlo y saber qué intenciones tiene contigo.
—Está bien, le dire.
Me puse de pie —Iré a dormir— comencé a caminar hacia las escaleras —Descansa, hermana.
Ella también se puso de pie y caminó al lado de mi. Llegamos a nuestras habitaciones, las cuales quedaban una delante de la otra —Te veré mañana— entró a su habitación y cerró la puerta.
Yo entre a la mía y luego me aventé a la cama. Me toque los labios y recordé lo qué pasó por la tarde. El beso que Oliver me dio me hizo dar cuenta que me gustaba, pero no entendía por qué. ¿En serio era gay? No podía serlo, solo me gustaba él. Los demás hombres no me atraían, pero eso no significaba que las mujeres me gustaran, de hecho jamás me llamó la atención una mujer, pero tampoco me llamaban la atención los demás hombres. Es por eso que aún estaba confundido con mi sexualidad.
Aunque si el hecho de que Oliver me gustaba me convertía en gay, pues ¿como decirlo? Sería un gay que solo sentía atracción por un solo hombre.
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El Chico de Enfrente (En Proceso De Edición)
ActionRecuerdo que cuando tenía quince mi padre nos abandonó a mi madre, mi pequeña hermana y a mi. Recuerdo que la mayoría del tiempo estuvimos huyendo, ya que mi padre estaba coludido en la mafia. Recuerdo que cuando cumplí los diecinueve ellos nos enc...