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Una botella de vodka, escasa ropa y un chico cuya paciencia se agotaba de a poco.

Justo ahora Kisaki estaba debatiéndose mentalmente si quedarse con ella para cuidarla y procurar que no hiciera una estupidez, era tan buena idea como pensó en un inicio o una de las peores decisiones de su vida.

Tuvo que esconderle los cigarrillos, permitiría que tomara todo lo que quisiera pero no dejaría que fumara toda la noche. Debía acabar con ese vicio si no quería que sus pulmones estuvieran inservibles en un futuro no muy lejano.

Recostando la cabeza en el espaldar del sofá, se estaba preparando mentalmente para presenciar las cinco etapas de (N) estando borracha... Que encima y estaba ¿Despechada se podría decir?.

1) Poca paciencia y un nulo control del volúmen.

— ÉL ES UN IDIOTA — gritó enojada, caminando de un lado a otro con la botella en la mano.

— Baja la voz, (N), hay personas durmiendo — regañó mientras la seguía con la mirada.

— NO ME IMPORTA, QUE TODOS SE ENTEREN DE LO IMBÉCIL QUE ES — camino hacia la ventana y sacó solo su cabeza para pegar un grito que seguro y despertó a medio edificio o sobresaltó a los peatones de abajo — ¡RYUUGUJI KEN, ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA! ¡BASTARDO DE MIERDA! ¡OJALA TE ATROPELLE OTRO AUTO, MAL NACIDO! ¡IMBÉCIL! ¡ROLITRANCO E' MAMAGUEVO! ¡DESEO QUE SE TE CAIGA EL- — le taparon la boca y la metieron de nuevo al departamento en contra de su voluntad.

— ¿De dónde sacó eso último? — se preguntó a sí mismo aún sujetándole la boca mientras cerraba la ventana — cuantas groserías sabes, (N)... — silbó sorprendido.

— ¡LIBERARME! ¡¿O ESTAS DE SU LADO?! ¡¿AH?! ¡¿AH?! — forcejeaba mientras le gritaba en perfecto ruso.

— A mí me hablas en japonés, yo no entiendo eso de «osvobodit» ni mucho menos «storone» —.

2) Un repentino deseo de cantar y bailar.

Nooo~ nada volverá a hacer lo que fue~ — cantaba la canción que sonaba en el parlante de su celular, con la botella en la mano como si fuese un micrófono — síguela — le dijo a Kisaki, colocando la botella cerca de su cara.

— Ni siquiera sé que dice, (N) — alejó suavemente el objeto en frente de su rostro.

— No importa, la sigo yo — atrasó la canción hasta donde había quedado y siguió cantando — tantas ilusiones sin sabeeeer~... —.

Ya no estaba gritando y su voz mientras cantaba no le parecía desagradable, así que aprovechó ese momento de tranquilidad para volverse a dejar caer sobre el sofá, preparándose para una de las etapas más fastidiosas.

— Ven, baila conmigo — lo tomó del brazo sin previo aviso y levantó sin hacer demasiado esfuerzo.

— No se bailar... Al menos no ese tipo de música —.

— No importa, yo te enseño —.

— ¿Estás en condiciones para ser maestra de baile? — se burló un poco, dejándose arrastras por la tambaleante pelinegro.

— Ebria bailo mejor que sobria, cariño~ —.

— Jaja~ eso ya lo veremos —.

3) Contacto físico inapropiado.

— Besame — pidió subiéndose de piernas abiertas sobre él.

— No voy a besarte — trataba de bajarla sin ser demasiado brusco con ella.

Cometiendo errores • DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora