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- ¿El azul o el negro? - preguntó Hina.

- Me gusta mucho esta idea de comprar el mismo color para todas, pero ahora es muy díficil escoger si todos los modelos me gustan - dijo Emma, apretando su pecho en el lado del corazón de manera dramática.

- Es el mismo color para todas, Emma-chan. No importa si escogemos modelos diferentes - dijo entre risas Mei - por ejemplo, a mi me gusta este - mostró un bikini bastante pequeño, con algunas decoración en la prenda superior.

- Y a mí este - Hina mostró uno parecido al de Mei, solo que la parte superior era mucho más cubierta.

- ¡Oh! Entonces yo escojo este - dijo la rubia tomando el que había preferido, éste tenía la parte superior sin tirantes y la parte inferior era más alta.

- Bien, ahora solo debemos buscar los mismo modelos en... ¿Azul? - las otra dos asintieron en acuerdo con el color.

- ¿Y a (N)-chan cual le gustó?... ¿(N)-chan? - Hina preguntó. Las tres más bajitas buscaron con la mirada a la pelinegro de lentes pero no había señal de ella.

Mei suspiró pesadamente, saliendo del vestidor, ya imaginando lo que ocurría. (N) está aburrida, después de todo, ir de compras no era para nada lo suyo, a veces creía que había un hombre dentro de ella la mayoría de veces que le tocaba hacer cosas que normalmente le gustaban a las chicas, cómo maquillarse, comprar ropa, salir con amigas y así. Ella prefería estar encerrada en su casa junto a Norman jugando videojuegos o con los hermanos Haitani en el gimnasio del equipo.

- ¿Y ahora que? - preguntó Ikki, un pequeño de ocho que estaba acompañando a su mamá y también se había aburrido. Así que se sentó al lado de la alta chica al ver que ésta estaba jugando con una consola, no pensó que ella se la prestaría por turnos.

- Debes matar al mago, es quien te está causando más problemas - respondió tranquila, señalando los botones que debía pulsar.

- ¡Wahh! Es la primera vez que gano - dijo feliz.

- ¡Yeeeei! Dame esos cinco, pequeñito - chocó palmas con el niño y siguieron jugando, siendo observados por una muy enojada peliroja.

- Tu eres mejor en esto que mi hermano - comentó el niño frunciendo el ceño.

- Jaja~ tu hermano debe ser muy malo entonces -.

- ¡(N)! - la llamó Mei furiosa.

- ¿Dime, Mei Mei? - preguntó sin mirarla, era más importante ayudar a su nuevo amiguito de aburrimiento - ¿Ya acabaron? -.

- No, no lo hemos hecho. Adivina porqué - la pelinegro alzó una ceja por la actitud de su mejor amiga, se estaba molestando por una estupidez - nosotras llévanos horas ahí buscando lo que vamos a ponernos y tú estás aquí jugando con ese aparato... ¿Puedes mostrar un poco de interés en ésto?... Te estás volviendo a comportar como Norman o tus hermanos -.

- No me gusta cómo le hablas a Kuz-chan - dijo el pequeño molesto, dejando a un lado la consola.

- Ve con tu mamá, Ikki - le alborotó el cabello al menor - yo me tengo que ir - le regaló una pequeña sonrisa, mientras se levantaba del asiento.

- Owwww - se quejó haciendo un pucherito - bueno, adiós Kuz-chan -.

- No era necesario decir eso ¿Sabes?... «Te estás volviendo a comportar como Norman o tus hermanos»... ¿Desde cuando eso es malo? - ni siquiera la miró, seguía caminando hacia la caja - escoje cualquiera para mí, y trae a las chicas con sus elecciones, las estaré esperando aquí para pagar -.

- Lo siento- yo no quise- es que- -.

- Vamos, Mei. Quiero irme a casa, tengo sueño -.

A la pelirroja no le quedó de otra que ir en silencio a hacer lo pedido.

=•=•=

- ¿Me puedo quedar aquí hoy? - le preguntó al más bajito apenas le abrió la puerta de su departamento.

- ... Hmmm... no - respondió serio.

- ¡Norman! -.

- Jajaja~ estoy bromeando. Puedes quedarte aquí todas las veces que quieras, es más, si por cosas del destino tuvieras que mudarte conmigo, yo sería el más feliz del mundo - le sonrió ampliamente, dejándole el paso libre a su hogar.

- Jeje~ ¿Sabías que eres mi mejor amigo? - lo abrazó con fuerza, recargando la mejilla en su cabeza.

- Si~ desde los siete años - hizo una pausa - cómo buen adulto independiente sin novia que soy compré un juego que acaba de salir ¿lo probamos? -.

- ¿Y también podemos pedir pizza? -.

- ¿Con extra queso? -.

- ¿Y un refresco gigante? -.

- ... -.

- ... -.

- ¡Perfecto! - dijeron los dos al unísono.







Bye bye~

Cometiendo errores • DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora