¿Estarás a mi lado cuando despierte en la mañana?
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la mayoría de personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo creador c:
la historia no sigue el anime ni mucho menos el manga.
— ¿Entonces tú familia se anda pudriendo en dinero? — preguntó Senju, quien pulsaba los botones del control cómo loca buscando ganarle a su hermano mayor.
— Algo así — respondió tranquila, haciendo y deshaciendo trenzas en el cabello de Haruchiyo. Este último nombrado se ubicaba en medio de sus piernas, sentado en el suelo mientras sus mejillas eran apretadas suavemente por los muslos femeninos, demasiado concentrado en el videojuego como para darse cuenta de lo demás mencionado.
— ¿Cómo es que ganan tanto? — preguntó curiosa la de cabellos más claros.
— Iván es patrocinador deportivo, mi papá tiene una compañía de seguros, Alexei una línea de productos para el cabello de la cuál es imagen y un montón de salones de belleza regados por el país, Dmitry es youtuber, jugador profesional y actualmente está estudiando contaduría, Jasha maneja una empacadora y distribuidora de alimentos y al igual que Dmitry está estudiando contaduría — explicó cómo si nada, para este punto los hermanos habían pausado el juego y la miraban con los ojos bien abiertos — oh! Y Gregory no tiene ingresos pero es miembro del consejo estudiantil y la mejor nota en toda su escuela — dijo orgullosa de su hermanito.
— No me jodas... ¿Que son? ¿Monstruos? — comentó Senju sorprendida.
— Jeje nos criaron para ser exitosos, a papá le gusta lo grandioso, vistoso y poderoso... Uhhh, rimó jaja~ —.
— ¿Y tú qué haces? — cuestionó la chica más bajita.
— Tengo un pequeño gimnasio, donde entreno a niños tres días a la semana y los sábados ayudó a una escuela de bajos recursos, siendo su profesora de educación física — comentó tranquila — en la escuela no me pagan, tampoco lo necesito, lo hago por ayudar y el gimnasio me da suficiente dinero cómo para darme lujos y pagar la mitad del departamento que comparto con Mei —.
— ¿Y tu amiga a que se dedica? — preguntó, reanudando el juego que anteriormente había dejado en pausa para prestarle más atención.
— Trabaja medio tiempo en un club nocturno, es la bartender —.
— Jaja~ — se rió Haruchiyo, quien durante todo el tiempo transcurrido no había dicho ni pío.
— ¿De que te ríes? — preguntaron las dos chicas al unísono.
— Mei no trabaja... Gana dinero en las apuestas junto a Koko todas las noches — dijo cómo si nada, aunque sabía que esas palabras tendrían peso en la chica a sus espaldas.
— ¿Que Mei qué- —.
— ¡Estoy en casa! — la interrumpió una voz masculina que no conocía en lo absoluto, seguida de otras tres que tampoco sabía a quienes pertenecían.
— ¡Waka! — gritó Senju, saltando de su lugar no antes de pausar el juego, haciendo bufar a su oponente de cabellos largos.
— Oye, yo soy tu hermano, saludame a mi prime-... Ro... ¿Quien es esa chica en el sillón? — preguntó casi en un susurro el mayor de los Akashi.
— Es (N), mi nueva amiga — dijo feliz — ya te había hablado de ella —.
— ¿Kuznetsova (N)? — preguntó Shin'ichiro también medio susurrando — ¿La chica que trae cucú a Mikey? —.
— La misma en persona — dijo subiendo y bajando las cejas con picardía — ¡(N)-chan, ven a conocer a mi hermano y los viejos solterones de sus amigos! — no pasó demasiado tiempo para que la alta figura se hiciera presente, también la queja del pelirrosa por la repentina ausencia de calidez en sus hombros y cara.
— Ahora entiendo porque trae a Mikey cucú — murmuró Wakasa mirando ligeramente hacia arriba. De los presentes, el único que podía mirarla sin tener problemas en el cuello era Benkei.
— ¿De casualidad no te gustan con experiencia? — preguntó el mayor de los Sano, sonriendo con cierta picardía.
— ¡Oye! Le sacas cómo trece años, idiota — regañó Takeomi.
— ¿Experiencia en que? ¿En ser bateado? — se burló el más alto de los cuatro.
— Las únicas mujeres que te hacen caso son las madres solteras y eso porque les das aires de buen papá jajaja~ — se burló Wakasa.
— Pss, Senju... ¿Podemos seguir jugando? — le susurró a la más bajita, ésta asintió y ambas dejaron el lugar sigilosamente.
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La reacción de (N) cuando el drogo dijo que Mei todo el tiempo le estuvo mintiendo con lo del trabajo.
