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Ya en la casa Sano se encontraba una buena cantidad de personas, no demasiadas pero si lograban llenar medianamente el lugar. Solo amigos cercanos y familiares de los dueños.

Kakucho le ofreció irse con él hacía dónde estaba Izana junto a Shin'ichiro, pero se negó amablemente, pues tenía otra cosa en mente.

Ken aún no daba señales de vida pero no le pareció tan extraño, ya que Manjiro no estaba por ningún lado tampoco al igual que Emma. Sin embargo, su atención no estaba puesta en ninguno de ellos, sino más bien en cierta persona de baja estatura con cabello rojo hasta la cadera.

— Mei — pronunció su nombre con cierto desagrado, jamás había sentido tanto repudio hacia ella como ahora.

Le enfermaba la sonrisa de superioridad que se plasmaba en su cara, más lo inmensamente feliz que se notaba. No necesitaba preguntarle nada, Mei tenía que ver con el comportamiento de Ken y eso dejó de ser solo una sospecha en cuanto vió como le pasaba dinero a Koko disimuladamente y se sobresaltaba al percatarse de su mirada.

— Que alegría verte por aquí, (N)... Tenía tiempo sin verte ¿Cómo estás? — dijo alegre, empujando a Koko por los hombros para que se fuera.

Mirándola desde arriba como de costumbre, alzó una ceja en desaprobación y la tomó del brazo para empezar a arrastrarla hacia un lugar apartado.

— ¿Por qué? — cuestionó seria.

— ¿Por que... Qué? — preguntó dudosa, borrando completamente la sonrisa de su rostro.

— No te hagas Mei, sé que estás moviendo hilos en esto — la señaló acusatoriamente con su dedo índice.

— Si — afirmó sin dudar — no es cómo que puedas hacer algo ahora... Ya es demasiado tarde para darte cuenta, (N) — hizo un puchero y agregó con falso pesar — lo siento mucho —.

— ¿Por qué? — preguntó en voz baja.

— Porque me enfermas... Todo el tiempo consigues lo que quieres sin importar que tengas que pasar por encima de otra persona, tus relaciones parecen perfectas y todos quieren estar cerca de ti... Es repugnante — escupió con odio — todo te sale bien —.

— No puedo creer que haya depositado tanta confianza en ti como para llamarte mi mejor amiga... Me das asco — habló indiferente, regalandole a la pelirroja la mirada más fría que le salía — ¿Que todo me sale bien? Ja! Tú no sabes nada... Sobre todo porque nunca te has esforzado un poco, esperando que las cosas las hagan por ti o simplemente se realicen solas... Tú eres el problema... Además ¿Piensas que lo bueno me cayó del cielo o qué? ¡No me jodas, Mei!... ¿Donde tienes los ojos? ¿Metidos en el culo?... Tú más que nadie ha visto todo lo que he pasado para llegar hasta donde estoy ahora — se quitó los lentes para limpiarlos — si no te salen las cosas como quieres esa es tu puta culpa... No te da derecho a meterte en mi maldita vida por tu injustificada envidia — colocó de nuevo los lentes sobre el puente de su nariz, para ver la expresión de sorpresa plasmada en el rostro de Mei.

— ... ¿Kisaki ya te dijo que- —.

— Si... Pero ese no es el punto — suspiró — sea lo que sea que hayas hecho con Ken, yo- —.

— Ya no puedes hacer nada — repitió — además, no es como que yo lo hubiera amenazado de muerte, si el hizo lo que hizo es porque en el fondo quería... Eres demasiado tonta si creías que el dejaría ir a Emma tan fácil — sonrió un poco — yo te estoy haciendo un bien, (N). Alejé a alguien que no vale la pena, deberías agradecerme —.

— ... Estás demente — decidió darle fin a su plática, no llegaría a ningún lado si seguía escuchando las estupideces que salían de su boca — ten en mente que no contarás más con mi ayuda, me valdrá un mierda que estés en la calle a punto de morir — le dió la espalda y comenzó a caminar lejos de ahí.

— No te necesito —.

— ¿Segura? Jaja, creo que tendrás una charla con la tumba de tu mamá pronto, quizá ella pueda recomendarte al prostíbulo para el que trabajaba~ Mei Mei~ — la miró por sobre su hombro — ¿O serás capaz de mantener el trabajo en la farmacia? ¡Ops! Es cierto, te despidieron —.

— ... Hija de- —.

— Yo también te quiero, Mei... ¿O tal vez no? —.

— ¡Pudrete! —.




Bye bye~

Cometiendo errores • DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora