47

655 84 6
                                    

— Que raro — susurró viendo su celular — supongo debe estar ocupado o no quiere molestarme —.

— ¿Pasa algo, (N)? — preguntó Ran, mientras se quitaba la camiseta toda sudada.

— Nada a lo que le deba dar demasiada importancia — suspiró profundamente — ¡Ah! ¡Vístete, idiota! — cubrió su rostro con las manos y dejó un espacio entre sus dedos.

— Nadie te mando a entrar conmigo — rió el mayor — además, no es la primera vez que me ves sin ropa — sonrió pícaro.

— Buen punto... Ustedes no tienen pudor — negó con la cabeza divertida — aún no puedo creer que haya estado en un gimnasio con casi treinta hombres semidesnudos jajaja~ —.

— Te consideran uno más del equipo, es normal ese tipo de confianza — enredó una toalla a su cintura, sujetó su cabello y se adentró a las duchas.

El mayor de los Haitani había llegado de visita al gimnasio de la universidad junto a otros jugadores que también se habían graduado al mismo tiempo. Extrañaba a su antiguo equipo y quería observar el crecimiento de su hermano como el nuevo capitán.

(N) acostumbraba ser la última en irse por petición del entrenador, siendo la más responsable con la llave del gimnasio, todos confiaban en que ella no la perdería.

Siendo ambos los últimos en ducharse, le dijeron a los demás que no había problemas en que se fueran y los dejaran solos. No sé la pensaron dos veces y se largaron directo a sus casas para así poder descansar.

— Oye, Ran — lo llamó dudosa.

— ¿Mh? — respondió desde dentro.

— Encontré un entrenador aquí con el que puedo hacer pasantía, no será necesario irme a California — informó.

— ¿Y eso es lo que tú quieres realmente? —.

— ... Si — dudó.

— Que mentirosa eres — le dijo estando a un lado.

— ¡O por Dios! ¡Ran, estás desnudo, maldita sea! — exclamó cerrando los ojos y girando su rostro.

El de cabello largo actuó rápido, quitando sus lentes y celular por ser objetos que el contacto con agua no era muy recomendable. En contra de su voluntad, la cargó sobre su hombro y se la llevó a las duchas con él.

— ¿Que mierda haces? Bajame y-... PFFFF JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA —.

— ¿De que te estás riendo? —.

— No tienes nalgas JAJAJAJAJAJAJA —.

— Tú si — dicho ésto, enojado, le dió una fuerte nalgada que resonó por todo el vacío espacio. Sacándole un chillido.

=•=•=

Forcejeando con ella, la acorraló en el pequeño cubículo de la ducha, permitiendo que toda el agua tibia cayera sobre sus cuerpos. Empapando la ropa femenina, y el cabello largo del más alto que un principio no pensaba mojarlo.

— ¿Que quieres hacer exactamente? — preguntó en voz baja, manteniendo en todo momento el contacto visual con el mayor que parecía estar acercándose cada vez más. Se había rendido a forcejear con él, muy claramente poseía más fuerza — estoy toda mojada por tu culpa... Y no tengo más cambios de ropa, Ran —.

— ¿Estás mojada por mi culpa? — preguntó, seductoramente. Dándole un muy obvio doble sentido a esa frase.

— Haitani, estoy hablando en serio —.

— ¿Y piensas que te traje aquí jugando? — su sonrisa desapareció, dando paso a un aura increíblemente intimidante — ¿Por qué crees que no te ha contactado? ¿Mh?... Opción uno, porque no quiere interrumpir en tus semanas de estudio y exámenes; Opción dos, porque el también está ocupado... U opción tres, porque esta revolcándose con su exnovia al ver que estos días no te va a tener para él como desea — le tomó el mentón con fuerza y la obligó a mantenerle la mirada — seamos sinceros, (N). Lo único que él quiere de ti, está ubicado entre tus piernas —.

Cometiendo errores • DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora