Parte 4: Una visita inesperada

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El viejo mago llegó a privet drive y camino cuando de repente un gato negro lo miro y siguió sus pasos hasta que esté se transformo en una mujer.

Dumbledore: Profesora McGonagall sabría que vendría.

McGonagall: Albus he estado aquí desde hace un rato y la familia que intentas dejar es de la peor clase de muggles. Sería mejor que lo dejaras en hogwarts.

Dumbledore:Son los únicos familiares que tiene y aquí tendrá una niñez normal como cualquiera niño.

En eso un joven con túnica negra se aproximó hacía ellos.

Snape: Dumbledore, McGonagall

Dumbledore:Que gusto verte mi muchacho, alegra que ya estés aquí.

Snape: Llegué hace mucho, solo estaba investigando y concuerdo con McGonagall que sería mejor que Potter se quedará en Hogwarts.

En eso desde el cielo se veía venir a alguien en una especie de moto y se aterrizó cercas de ellos era el semigigante, saludo a todos y le dio en brazos al bebé al viejo mago.

Hadrid: Con cuidado, no tiene mucho que se quedó dormido. Se alejó y con su mano limpio una lágrima que salía de sus ojos.

En eso el pocisionista se refirió al viejo mago.

Snape: Te suplico un vez más que reconcideres.

El semigigante y la bruja se quedaron impresionados por las declaraciones del joven mago. Tenían tiempo conociendolo la bruja fue su profesora cuando estudiaba y jamás vio implorarle nada a nadie. El semigigante siendo el guardabosques de Hogwarts también lo conocía y llegaron a cruzar palabra. El también sabía que el mago era solitario y reservado y jamás hubiese creído escuchar eso. En eso hablo la bruja

McGonagall: Si Albus, ¡no puede quedarse aquí! Todos miraron al viejo mago

Dumbledore: Lo siento, pero el ministerio ya dio la órden y se que aunque no lo parezca es la mejor decisión para el pequeño Harry.

El jovén mago salió furioso y desapareció el una neblina negra.

La bruja se quedó sin palabras, el semigigante quedó impactado y el viejo mago dejo al bebé en una canasta con una nota afuera de una casa, tocó el timbre y cuando esté abrió la puerta no había nadie más que la canasta.

El heredero del príncipe meztizo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora