El heredero del príncipe meztizo.

Parte 11: Cartas de Hogwarts

Era la mañana de un 1 de octubre, McGonagall estaba firmando cientos de cartas gracias también a la ayuda de una pluma mágica. Hasta que tocaron la puerta.

Snape: McGonagall

McGonagall: Se por qué estás aquí Severus. Detuvo a mirar al pocisionista.

Snape: ¿Lo sabes? Dijo algo confundido

McGonagall: Si, ¿Harry no es así?

Snape: Mmm. Intento mantenerse serio pero era difícil al hacer tal mención, se puso nervioso pero disimulo lo más que pudo, no le iba enseñar a la bruja lo desesperado y nervioso que estaba por ver a Harry, pero al mismo tiempo nervioso que Harry no lo aceptará, ya había pasado mucho tiempo cuando lo encaró, estaba seguro que Harry no lo recordaba, era un niño y su aspecto de ese entonces no daba tanto miedo. El mago no había podido dormir toda la noche el pensar que mañana Harry cumpliría 11 y tendría su carta de Hogwarts, por fin se enteraria que era un mago y no cualquier mago.

McGonagall: Se que quieres llevarle la carta tu mismo.

Snape: No, para nada. Solo que ahorita no tengo pendientes y pensé que necesitas ayuda.

McGonagall: ¿Te vayas a llevar todas estas cartas? Lo miro de reojo

Severus, sabes que no las llevo yo personalmente sino las lechuzas.

Pero me parece perfecto que estés aquí porque si he tenido un inconveniente con la carta del señor Potter.

Snape: ¿Que sucedió? ¿Sus familiares se negaron?

McGonagall: No, pero no la ha recibido. He mandado en 2 ocasiones y no hay respuesta, sabría si ya la vio pero no a sido así. Todas estas cartas son para el señor Potter, llevaré a toda la lechuzeria para que se aseguren que llegué a manos del señor Potter.

Snape lo sabía, sabía lo que había pasado con las cartas, lo había visto por eso mismo el quería ir personalmente, no por ver al mocoso obvio no, pero que haría el mundo mágico sin su héroe.

Snape: Yo iré a dejarle la carta a Harry y no necesito llevar detrás de mí a todas las lechuzas. Bufo.

McGonagall: Dumbledore sabría que ibas a querer ir personalmente y me dijo que te dijera rotundamente que no.

Snape: ¿Cómo se atreve? Si así va estar dudo que cumpla con su palabra.

McGonagall: Yo tampoco lo entendí al principio, pero no te pueden ver con Harry Potter, todavía no. Necesitas mantener un perfil discreto, además mandaré a Hadrid en el caso que después de esto siga sin recibir su carta.

Snape: Me parece bien, así no tendré que pasar todo mi día con el mocoso. Y se retiró dejando a un McGonagall con una sonrisa.
___________________________

Privert Drivers

Harry estaba terminando de desayunar, ya había comido sus tíos y su primo, ellos estaban en la sala viendo la tele y el después que ellos terminarán de desayunar cocinaba algo para él, de repente escucho un ruido en la ventana como si la estuviera picoteando, fue a ver y para su sorpresa estaba repleto la calle de lechuzas y de repente se escuchó un ruido en la chimenea fue a la sala y al entrar de la chimenea salían miles de cartas, mientras sus tíos y primo gritaban el recogió una carta del suelo y se fue a otra parte de la casa leyó la carta y abrió sus ojos como platos, había descuento algo que jamás hubiese creído escuchar, lo estaban esperando en la escuela de magia y hechicería, eso quería decir que era un mago, todo lo que sus libros decían era verdad, no era algo fantasioso.

Y salió a encarar a sus tíos, con razón ellos actuaban tan raro estos días, ellos lo habían sabido y no le habían dicho nada.

Harry: Ustedes lo sabían, ¡sabían que yo era un mago!