BLOOD OF SALAZAR

Capítulo 13

Inglés moderno: -…-
Inglés antiguo: ^…^
Nórdico antiguo: /…/
Galés antiguo: *…*
Latín: ~…~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '…' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar se bajó del tren en Hogsmeade. Se detuvo instantes después, al darse cuenta de que estaba viendo una versión de Hogsmeade mucho más grande que la que había existido en su época. Sabía que en parte era la diferencia horaria la que permitía el cambio, pero eso no impedía que le hubiera impactado de todas formas. Sin embargo, su mente acabó volviendo a cómo había pasado prácticamente todo el tren justo con Hermione Granger, aunque ella le había dejado solo de vez en cuando para ocuparse de algo. Ella se había encargado, cuando se dio cuenta de que él no sabía hablar inglés, de enseñarle lo que creía que debía saber. El miedo que había sentido al oír su nombre fue rápidamente sustituido por la necesidad de ayudarle. Sin embargo, en ese momento, Balthezar no tenía ni idea de adónde iba. Ese hecho le ayudó a apartar de su mente todos los demás pensamientos sobre la interesante táctica de Hermione de enseñar inglés moderno. Por supuesto, no importaba que no tuviera ni idea de adónde iba, ya que lo agarraron del brazo segundos después de desembarcar. Al ser arrastrado, trató de alejarse de la persona. Una vez que estuvieron a una distancia suficiente de la estación, la persona lo hizo girar. Se encontró cara a cara con Severus Snape. Envió una mirada llena de bastante odio hacia el hombre.

Severus miró fijamente al hombre más joven. Ninguno de los dos estaba dispuesto a retroceder en lo que podría convertirse fácilmente en una batalla de voluntades. Severus se aclaró la garganta. -No es probable que me entiendas, pero vas a venir conmigo. Nos reuniremos con el director antes del banquete-. Balthezar lo miró sorprendido. Realmente había entendido una parte de lo que le habían dicho. Severus ignoró la mirada y arrastró al adolescente a un carruaje. Balthezar gruñó cuando Severus lo obligó a sentarse en los incómodos asientos. Severus frunció el ceño mientras algún pensamiento pasaba por su mente. -¿Por qué soy yo el que ha sido enviado a ocuparse de este mocoso descarriado?- Miró al espacio, optando por ignorar por completo a Balthezar.

Balthezar miró a Severus con el ceño aún fruncido. /Pequeño hombrecito molesto. Eres una de las personas más mezquinas que he conocido. Eso es mucho decir cuando he conocido a bastantes/ Vio que Severus lo fulminaba con la mirada. Lanzó una sonrisa de satisfacción al hombre. Las manos de Severus se apretaron con fuerza ante la forma de actuar del joven. Balthezar desvió la mirada, pues se sentía un poco estresado. Por supuesto, no era el único que sentía esa frustración y estrés. Severus también lo estaba, sobre todo porque el chico le resultaba molesto por principio. No ayudaba el hecho de que Severus era un individuo con mucho estrés.

El carruaje se detuvo, lo que hizo que ambos trataran de hacer una escapada. Severus logró salir del carruaje primero. Fue a agarrar a Balthezar, pero el chico se apartó y salió por su cuenta. Iba a seguir subiendo hacia el colegio, pero Severus lo agarró y procedió a arrastrarlo hacia el ahora antiguo edificio. Balthezar luchó contra él. Varios otros estudiantes se quedaron mirando mientras la situación se desarrollaba. Pensaban que Balthezar tenía algún problema con Severus. No era necesariamente el caso, pero ellos no lo sabían. Frunció el ceño mientras se dirigían a la gárgola que ocultaba la entrada al despacho del director. Severus gruñó la contraseña y tiró de Balthezar hacia la escalera móvil.

Balthezar no escuchaba nada de lo que Severus decía, ya que estaba concentrado en querer que Severus lo dejara en paz. Fue arrastrado al gran despacho. Sus ojos se centraron inmediatamente en un hombre mayor que estaba sentado en la silla detrás del escritorio. Balthezar se quedó mirando, con el corazón golpeándole el pecho dolorosamente. Aquel hombre le daba oficialmente miedo. Le recordaba a Godric, y no en el buen sentido. Sabía que el fundador de la casa Gryffindor estaba muerto, pero eso empeoraba la situación. Tragó saliva, deseando que Salazar estuviera allí en ese momento. Sin embargo, mantuvo esos pensamientos ocultos y su expresión en blanco. Estaba tan metido en sus propios pensamientos que se perdió el intercambio entre los dos adultos.

Se puso en sintonía cuando escuchó su nombre. Miró al anciano. El hombre le sonrió. -Bueno, tenemos trabajo por delante, ¿no es así señor Slytherin?-. Balthezar asintió. Tuvo la impresión de que eso era lo que debía hacer. Sintió que Severus le soltaba el brazo. Le palpitaba un poco, pero se impidió frotarlo como lo haría un niño pequeño. En su lugar, se aferró a la manga de su túnica. Hacía lo posible por no hablar. No se fiaba del anciano. El director volvió a sonreír. -Soy el director de Hogwarts, me llaman profesor Dumbledore-. Balthezar volvió a asentir. Observó cómo Dumbledore se decidía a hablar un poco más. -Ahora vamos a clasificaros antes de ir al Gran Comedor. El banquete y la clasificación comenzarán poco después de que lleguemos allí-. Sacó un sombrero de un estante. Balthezar lanzó una mirada fulminante cuando se dio cuenta de que era el viejo sombrero de Godric. Intentó apartarse, pero Severus lo empujó a una silla y lo mantuvo en su sitio.

El sombrero se colocó sobre su cabeza. Se deslizó sobre sus ojos, lo que hizo pensar a Balthezar que tenía razón cuando había pensado que la cabeza de Godric era grande. Esperó a ver qué sucedía. Una voz resonó en su cabeza casi de inmediato. ^Bueno, me dijeron que probablemente tendría que clasificarte. Eres un individuo interesante, Balthezar Slytherin. Bueno, no necesito perder el tiempo clasificándote. Ya has sido clasificado por los propios Fundadores. No me serviría de nada ir en contra de su propio criterio^. Balthezar se sobresaltó cuando la voz habló en su mente, sobre todo porque hablaba en inglés antiguo. No había pensado que el sombrero le hablaría en algo que él entendiera. No es que esperara que el sombrero hablara. Esperó a ver qué pasaba. La voz habló en voz alta momentos después. -¡SLYTHERIN!- El sombrero se quitó de la cabeza tras el pronunciamiento.

Severus lo miraba fijamente, ignorando el hecho de que Dumbledore sonreía. El director se aclaró la garganta. -Bienvenido a Hogwarts, señor Slytherin-. Luego condujo a los dos Slytherin fuera de su despacho. Balthezar le siguió, esperando a averiguar qué estaba pasando. Se sentía confundido, pero haría lo necesario para sobrevivir en una década extraña. Después de todo, no quería decepcionar a los que lo habían enviado allí. Tenían fe en que lo haría bien, lo que significaba que iba a demostrar que tenían razón.