BLOOD OF SALAZAR

Capítulo 20

Inglés moderno: -...-
Inglés antiguo: ^...^
Nórdico antiguo: /.../
Galés antiguo: *...*
Latín: ~...~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '...' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar y Lucius habían llegado a su misterioso destino sólo unos minutos después de salir de Hogwarts. Sin embargo, el joven Slytherin no tardó en adivinar dónde estaban. Esta suposición fue confirmada por el hecho de que Lucius lo había empujado a una gran sala momentos después, aunque el empujón terminó provocando que Balthezar cayera frente a otra persona. Frunció el ceño y miró al hombre de pelo oscuro que estaba sentado en un trono algo hortera. Balthezar tuvo que reprimir una carcajada al ver el aspecto del trono, pues parecía que lo había hecho un carpintero ciego. Mientras Balthezar intentaba contener la risa, el hombre se levantó y se acercó al adolescente. El dúo se observó en silencio. Ambos hombres parecían intentar diseccionar al otro con la mirada. Balthezar se fijaba en el aspecto del hombre mayor, pero eso era porque sabía exactamente quién era. Balthezar se levantó de repente, mirando al hombre. El hombre fue a agarrarlo, pero el adolescente le apartó la mano de un manotazo. Sin embargo, Balthezar fue agarrado de repente por detrás.

Balthezar luchó contra la persona que lo sujetaba. Sus ojos se entrecerraron mientras intentaba concentrarse en la posibilidad de herir a la persona. /¡Suéltame!/ Cambió de posición lo suficiente como para pisar el pie de la persona. Su pie conectó tan bien con el de la otra persona que ésta chilló y aflojó su agarre. Aprovechó para darle un codazo en el abdomen. Eso hizo que se soltara. Se giró y sacó su varita, aunque se tomó un momento para alegrarse de que no se la hubieran quitado. La persona que lo había agarrado era Lucius Malfoy. El hombre estaba de rodillas, acurrucado y resollando. También tenía los ojos cerrados.

Una carcajada llegó desde detrás de él. Balthezar se giró de nuevo. El hombre, que Balthezar sabía que era Voldemort, se reía y empezó a aplaudir. Balthezar lo fulminó con la mirada. Voldemort sonrió al hombre más joven, pareciendo que le divertían las acciones del joven Slytherin. -Eso fue brillante, lo cual es algo que rara vez digo. Hacía mucho tiempo que no veía a alguien atacar a una persona usando algo que no fuera una varita. Asumiré que se debe a que has recibido un entrenamiento bastante amplio. Ahora, veamos si dominas el rasgo más noble de la familia Slytherin-. Dejó que Balthezar lo mirara fijamente durante varios momentos. De repente, Voldemort volvió a sonreír. Ahora, ¿entiendes el lenguaje de las serpientes, muchacho? Balthezar lo fulminó con la mirada mientras hablaba. Por supuesto que había entendido al hombre, pero no quería decir nada. De hecho, le enfurecía cómo Voldemort actuaba como si tuviera derecho a hablar pársel. Esta idea tenía que ver con el hecho de que Balthezar pensaba que alguien que mancillaba el nombre de Slytherin no debería tener esa habilidad en particular.

La habitación se enfrió de repente, haciendo que Balthezar sonriera al darse cuenta de lo que estaba pasando. Un momento después apareció una aparición. Voldemort se detuvo al ver a una persona que la mayoría de la gente nunca habría esperado ver. Balthezar apretó el agarre que tenía en su varita y señaló a la aparición. Ahora es el momento de que conozcas a nuestro antepasado, Salazar Slytherin. Voldemort observó al hombre que había aparecido ante ellos. Salazar se acercó a Voldemort. Balthezar se hizo a un lado y dejó que Salazar se pusiera al frente. Sabía que era el momento de utilizar la apariencia de Salazar en su beneficio. Además, estaba el hecho de que quería alejarse.

Salazar miró fijamente a Voldemort. Eres patético. Me cuesta creer que seas descendiente mío, pero sé que lo eres. Sin embargo, elegiste seguir el camino del mal. La parte más idiota de tu decisión es que crees que es mi voluntad. Tu camino no se acerca ni de lejos a lo que yo querría. La idea de que yo era la encarnación del mal fue creada por la familia Gryffindor. Habrían hecho cualquier cosa para manchar el nombre de Slytherin. Voldemort sólo pudo mirar fijamente al espíritu, pues no había esperado que ocurriera algo así. Balthezar contuvo la risa que quería escapar. Pensó que Salazar estaba siendo demasiado dramático. Sin embargo, decidió salir de la habitación, pues sabía que debía alejarse lo antes posible. Se dio la vuelta y vio que Lucius también estaba mirando a la aparición. Le dio una patada al hombre y salió de la habitación tan rápido como pudo. Lucius no había hecho más ruido que el de acurrucarse una vez más, lo cual era bueno para Balthezar.

Cuando salió de la habitación, buscó la forma de abandonar la mansión. Sin embargo, una persona dejó caer un objeto a su lado. Miró a su alrededor para ver quién era, pero la persona se había ido corriendo. Recogió el objeto y vio que era una serpiente tallada en piedra. Tenía una nota pegada. La nota decía simplemente Esta es un Traslador. No se fiaba mucho de la nota, ya que no había tenido la oportunidad de ver a la persona que la había dejado. De hecho, estaba bastante seguro de que la persona había dejado el Traslador por alguna razón nefasta. 'Esto no puede estar bien. Sin embargo, quiero salir de aquí'. Dejó escapar una lenta respiración y trató de tomar una decisión.

Salazar apareció mientras Balthezar trataba de decidir qué hacer. Dejó que su mano se cerniera sobre el hombro de Baltasar. /Está a salvo. La persona que lo dejó caer quiere que te alejes. Están de tu lado, Balthezar. Saben lo que Voldemort ha planeado para ti. Ahora, aléjate de aquí; aún está asustado por mi apariencia y mis palabras. Sin embargo, no permanecerá distraído por mucho tiempo/. Balthezar asintió y tomó el objeto correctamente. En cuanto estuvo bien en sus manos, desapareció. No tenía ni idea de a dónde iba, pero sabía que cualquier lugar era mejor que donde estaba. Después de todo, pensaba que aquel hombre era una vergüenza para el nombre de Slytherin. El único problema era que sabía que el hombre no se rendiría. Voldemort era demasiado decidido, y no caería en el mismo truco dos veces.