BLOOD OF SALAZAR

Capítulo 17

Inglés moderno: -…-
Inglés antiguo: ^…^
Nórdico antiguo: /…/
Galés antiguo: *…*
Latín: ~…~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '…' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar estaba sentado en la biblioteca al final de la jornada escolar, intentando leer otro libro más. Había sido su primer día aprendiendo lo que la sociedad moderna enseñaba a sus hijos, pero le había resultado difícil concentrarse en lo que los profesores habían dicho. En realidad, no había escuchado lo que habían dicho, pues todo lo que habían hablado lo había tratado en los dos primeros años de su escolarización. En cambio, se dio cuenta de que estaba más interesado en continuar su formación en inglés moderno. Se había dado cuenta de que escuchar a la gente hablar parecía aumentar su comprensión incluso más rápido que antes, aunque seguía perdiéndose la mayor parte de lo que decían. Por supuesto, supuso que tenía que ver con el gran número de personas que hablaban a lo largo del día. Sin embargo, también pensó que el castillo tenía algo que ver. Tenía que ver con el hecho de que sabía que el edificio era bastante mágico.

Una persona se sentó frente a él. Levantando la vista de su libro, vio a Hermione sentada allí. Balthezar inclinó la cabeza hacia un lado, ya que se sentía confundido por las acciones de Hermione. Parecía que no sabía si alejarse de él por su apellido o enseñarle inglés. Permaneció en silencio, preguntándose cuándo iba a hablar Hermione. Cogió un libro y lo dejó en la mesa, abriéndolo por una página concreta. Balthezar enarcó una ceja. Ella señaló un párrafo específico dentro del libro. -Dime que esto no es una coincidencia. No creo que lo sea, pero es imposible que lo que he leído sea cierto. Sé que es imposible que seas la misma persona que se menciona en el libro-. Balthezar parpadeó, pues sólo la había entendido hasta cierto punto. Miró el párrafo que ella quería que leyera. Por supuesto, no creía que fuera a entender ni una sola palabra de las que estaban escritas en la página.

Unos quince años antes de que Godric echara con toda justicia a Salazar Slytherin del castillo, el fundador de la Casa de la Serpiente recibió un hijo. Al menos así lo cuenta la leyenda. El niño era un infante que se decía que era su muchas veces bisnieto. Esto tuvo que ser un shock para el Fundador Oscuro, ya que el hijo de Slytherin, Dorian Slytherin, no había tenido hijos ni se había casado hasta los cincuenta años. Slytherin acogió al niño y aparentemente permitió que todos los fundadores ayudaran a criarlo. Se dice que el chico tenía una aptitud natural para la magia, que a menudo superaba las expectativas de la mayoría de la gente. Sin embargo, el chico fue obligado a volver a casa cuando tenía quince años. Aquí es donde la leyenda se vuelve aún más inusual, ya que se dice que el hogar del chico estaba muy lejos en el futuro. Nadie cree en esta parte de la leyenda, pero eso se debe a lo inverosímil de la idea. No ha habido ningún descubrimiento que permita a alguien ir tan lejos en el pasado. Si este niño existió, era un sobrino o un hijo desconocido del Fundador Oscuro. Además, es probable que su repentina desaparición se deba a que fue asesinado por el Fundador Oscuro o por su hijo, Dorian.

Balthezar parpadeó. Lo que había entendido del pasaje lo enfurecía y confundía a la vez. Se preguntó si el espíritu de Salazar podría llenar las lagunas de lo que había dicho, pero sabía que no debía convocar al hombre cuando estaba en un lugar público. Sacudió la cabeza y se levantó. Decidió decir algo, aunque tuvo que pensar mucho y hablar muy despacio. Sabía que iba a sonar como un idiota, pero eso era porque carecía de conocimientos para hablar en inglés moderno. -No sé qué decir-. Volvió a encogerse de hombros y se marchó. Sabía que tenía un fuerte acento, pero no era eso en lo que tenía que concentrarse. Tenía que centrarse en intentar hablar de otra manera. Sin embargo, estaba concentrado en lo que la gente decía sobre el hombre que lo había criado. Era el tipo de situación que no creía poder cambiar. Sacó a Verdandi de su bolsillo. El Águila Glacial acababa de despertarse de su siesta. Le pasó un dedo por encima de la cabeza. /Nunca entenderé por qué la gente quiere creer esas mentiras sobre Salazar. No se merece ese tipo de reputación, sobre todo porque creo que eso influye en que la gente tenga problemas conmigo. Me alegro de que no me dejes, Verdandi. Creo que necesito al menos a una persona que me apoye/. El pájaro trinó y le acarició la mano. Él sonrió. /Vamos a cenar/ se dirigió al Gran Comedor en silencio. Tenía muchas cosas en las que pensar, pero se concentraría en una cosa a la vez. Tenía que hacerlo.