Capítulo 24

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Inglés moderno: -…-
Inglés antiguo: ^…^
Nórdico antiguo: /…/
Galés antiguo: *…*
Latín: ~…~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '…' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar cerró de golpe la entrada de la Cámara. No era la entrada de la chimenea que había tomado todas las otras veces que había entrado en la Cámara. En cambio, era una que rara vez utilizaba alguno de los herederos. Se había apresurado a salir de la Sala Común y entrar en otra parte de la mazmorra, una parte más subterránea. Allí se encontraba la entrada que había utilizado. Balthezar miró al Quetzalcóatl. La criatura lo miraba fijamente. Balthezar comenzó a caminar por el largo e inclinado corredor que conducía a la Cámara.

De repente, el Quetzalcóatl se alejó por el pasillo. Balthezar cayó de rodillas, jadeando por la adrenalina que había corrido por sus venas al ver a la legendaria criatura. Balthezar se esforzó por controlar su respiración. Odiaba la sensación de descontrol que le había provocado. '¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué?' Sacudió la cabeza y se obligó a levantarse. El único problema era que sabía que tenía que encontrar una solución a la revelación de Quetzalcóatl. Sin embargo, también sabía que había algo más. Era capaz de percibirlo. Un escalofrío llenó el pasillo, lo que hizo sonreír a Balthezar.

Como era de esperar, la aparición de Salazar apareció junto a Balthezar. Miró a Balthezar con una mirada que decía que tenía algo importante que decirle al muchacho. Esa mirada fue suficiente para que Balthezar se pusiera en guardia. Salazar negó con la cabeza. /Tienes que ir al bosque y hablar con Ambrosia. Es la jefa de la manada de hombres lobo que vigila el castillo y el bosque/ Balthezar lo miró sorprendido. No tenía ni idea de que hubiera una manada de hombres lobo vigilando la escuela. No habían estado allí en el pasado.

Se aclaró la garganta. /¿Por qué necesito visitarlos?/ Esperó a que Salazar hablara. No tenía ni idea de por qué necesitaría hacer tal cosa. Por supuesto, Balthezar seguía sorprendido al saber que había una manada de hombres lobo en los terrenos de la escuela. Salazar observó a su descendiente. Balthezar suspiró. /Lo entiendo. Lo averiguaré cuando llegue allí/ El espíritu asintió y desapareció.

Balthezar suspiró y se dirigió a otro pasillo que estaba a pocos metros de su posición anterior. Era uno que llevaba al corazón del bosque. Fue creado para que Psdiel pudiera salir de la Cámara si alguna vez lo deseaba. Evidentemente lo hizo, porque había trozos de piel desprendida en el suelo de piedra. Tardó un rato, pero llegó a la salida y se adentró en el bosque. Miró a su alrededor para saber adónde debía ir. Suspiró y escuchó un ruido. Al darse la vuelta, vio a la serpiente voladora que le había causado algunos problemas. Miró fijamente a la criatura. Tienes que volver a la Cámara. Esperó a que la criatura dijera o hiciera algo. El Quetzalcóatl miraba alrededor de la zona. De repente, se metió en el túnel. La serpiente actuó como si hubiera algo que le incomodara. El Quetzalcóatl asomó la cabeza. Balthezar se aclaró la garganta. ¿Vuelves? La criatura asintió y desapareció.

Otro ruido hizo que Balthezar se diera la vuelta. Un grupo de personas se encontraba detrás de él. Los miró fijamente. Todos llevaban ropas de pieles. Sabía quiénes eran esas personas. Había visto a algunos de su clase mientras crecía. Una persona del grupo, una mujer, se acercó a él. Sonrió a Balthezar. No era una mujer mayor, algo que Balthezar no esperaba. Parecía bastante joven, sobre todo porque su pelo seguía siendo de un intenso color castaño que Balthezar no había visto nunca. Se aclaró la garganta. -¿Balthezar Slytherin?- Él asintió. Ella hablaba de tal manera que hizo que Balthezar se preocupara de que no entendiera la mayor parte de lo que ella decía. Ella le puso la mano en la sien izquierda. Una sensación de hormigueo se extendió por su cuerpo al tocarla. Sin embargo, la sensación era más fuerte en su sien y en su mente. Esperó un momento y asintió. -Ya está, joven. Esto es sólo temporal. En cuanto te alejes de mi presencia, el hechizo terminará y volverás al estado que tenías antes-. Los ojos de Balthezar se abrieron de par en par, pues descubrió que había entendido cada palabra que la mujer había dicho. Le había llegado en un idioma que él hablaba. La mujer se rió al ver la expresión de la cara de Balthezar.

Balthezar se aclaró la garganta. /Salazar me dijo que viniera aquí. Cree que tenemos que hablar. Supongo que eres Ambrosia/ se detuvo y esperó a que la mujer asintiera o negara con la cabeza. Ella asintió en respuesta al nombre. Dejó escapar una lenta respiración. /¿De qué tenemos que hablar?/ Se sentía nervioso por estar en presencia de una manada de hombres lobo. En su época eran conocidos por su crueldad si pensaban que alguien era una amenaza para su clan. Sin embargo, no estaba seguro de si eso seguía siendo así. Supuso que sí, pero no podía estar seguro... Su atención fue desviada momentos después por otra persona que se acercaba. Una niña le miraba fijamente. No podía tener más de ocho años, pero sus ojos hablaban de la sabiduría que da vivir en el bosque. No es que eso importara, pues a Balthezar le intrigaba más el aspecto de la niña. La niña parecía un pariente lejano de Salazar. La idea le hizo tragar saliva de forma compulsiva. Volvió a mirar a Ambrosia.

Ambrosia se aclaró la garganta. -Estamos aquí para decirte dos cosas, Balthezar Slytherin. Una de esas cosas es que tienes que llevar a Pandora contigo-. Señaló a la niña que estaba a su lado. La mujer se puso un poco más recta. -Ella necesita estar en el colegio para ayudar a protegerlo desde dentro. No podemos proteger el interior de la escuela desde donde estamos. Hemos escrito una nota que le explicará todo a... Dumbledore-. Pareció escupir el nombre del hombre como si fuera una mala palabra. Le tendió un trozo de pergamino que hizo suponer a Balthezar que era la nota para Dumbledore. La cogió. La mujer volvió a aclararse la garganta. -La otra cosa que debes saber es que ayudamos a proteger este lugar. El Señor Oscuro ha comenzado a enviar gente para vigilar el perímetro. Se han escondido de manera que Dumbledore no los encuentre, pero nosotros sí. Tengan cuidado. Quiere a su hijo-. Ella y el resto del clan se fueron. Sin embargo, notó que la niña seguía con él. La niña entró en el tunel. Balthezar la siguió, inseguro de lo que estaba pasando. Era confuso, pero sobreviviría y haría lo que fuera necesario. Eso era algo de lo que estaba seguro.

BLOOD OF SALAZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora