BLOOD OF SALAZAR

Capítulo 10

Inglés moderno: -…-
Inglés antiguo: ^…^
Nórdico antiguo: /…/
Galés antiguo: *…*
Latín: ~…~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '…' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar se quedó mirando una pared vacía que había al otro lado del piso durante un breve momento. Su mente estaba concentrada en cómo había pasado la última semana trabajando en su inglés, aunque la idea de Lucius de asociar palabras mientras usaba el latín había dejado al chico confundido en ocasiones. Parecía funcionar en su mayor parte, aunque a Balthezar le molestaba que los adultos actuaran como si se estuvieran "atontando" para ayudarle. Por supuesto, sólo funcionaba porque Balthezar tenía una habilidad natural con los idiomas. Era una habilidad que había sido cultivada por los fundadores. Balthezar pensó en esa habilidad y se rió para sí mismo. Todavía le gustaba hablar los otros idiomas que conocía; porque era divertido ver a los demás intentar tirarse de los pelos por la frustración. Era una de las pocas formas que tenía de entretenerse en su vida.

En ese momento, sin embargo, Balthezar se apartó de la pared y se puso a mirar su huevo de Águila Glacial. Se movía como un loco, lo que le permitió saber que estaba cerca de eclosionar. Se removió en su asiento y sus manos se agitaron como locas. Una mano se posó en su hombro, haciéndole dar un salto antes de mirar a la persona que le había tocado. La mano pertenecía al espíritu de Salazar, pero Balthezar no sonrió a la única persona que se alegraba de ver. Lo detuvo el ceño fruncido que estropeaba las facciones del espíritu. La mirada hizo que el muchacho se preocupara, pues no sabía qué estaba pasando. Oyó un ruido y miró el huevo. Había una grieta en la cáscara. El espíritu se sentó a su lado con una mano aún apoyada en el hombro del chico. /Tengo un problema que ocurrió en el pasado/. Esas palabras captaron la atención de Balthezar en el momento en que salieron de los labios del espíritu. Fue suficiente para que el chico levantara la cabeza en lo que pareció ser un gesto instantáneo.

Balthezar lo observó. Pudo notar que Salazar estaba un poco indeciso a la hora de hablar, un hecho bastante inusual en el hombre. Balthezar dejó escapar un lento suspiro. /¿Cómo que tienes un problema en casa?/ No pudo evitar la sensación de que algo estaba a punto de salir terriblemente mal. Mirando de nuevo al huevo, esperó a que el espíritu le explicara lo que había querido decir. Sonrió un poco ante el huevo que se movía. Al espíritu le gustaba tomarse su tiempo cuando se trataba de decirle algo a alguien, lo cual no era diferente de la versión viva de Salazar. Salazar suspiró, haciendo que el quinceañero lo mirara. Pudo notar lo melancólico que se había vuelto el hombre. Eso fue suficiente para convencer a Balthezar de que la situación en casa era probablemente nefasta. Bueno, al menos lo más parecido a una situación grave que se le ocurría.

Salazar cerró los ojos. /Estoy en el punto de mi vida en el que fui expulsado de Hogwarts. Tuvo lugar un par de semanas después de que tú te fueras por este periodo de tiempo. A Godric no le gustaba, eso ya lo sabemos. Sin embargo, creó una historia sobre que yo era malvado; todos estaban dispuestos a creerla. Eso fue suficiente para que todas las brujas y magos "buenos" me expulsaran del castillo/ suspiró una vez más. Balthezar observó a su antepasado, sabiendo que a Godric no le gustaba que Salazar no le cediera cada una de sus decisiones. De hecho, a Salazar le gustaba pensar por sí mismo, algo que había provocado la actitud bastante singular de Balthezar en ocasiones. Salazar se quedó mirando el huevo aparentemente pensativo. /Mi hijo no se va a alegrar de ver que Godric me ha echado por una diferencia de opinión. Resultará en una caída que ojalá se pudiera evitar. Claro que la retrospectiva siempre es una desventaja/ Balthezar asintió ante eso. Sabía que Godric habría intentado echar a Salazar en algún momento, pero eso no significaba que tuviera que gustarle.

El huevo volvió a sonar y una parte de la cáscara cayó sobre la cama. Balthezar sonrió. Semiolvidó el problema que le había planteado Salazar, pero una mirada al espíritu bastó para recordárselo. /Bueno, ya sé que no puedo hacer nada desde aquí, ¿no?/ Salazar negó con la cabeza. Balthezar asintió con la cabeza, sabiendo que su siguiente pregunta probablemente sería redundante. /Nunca podré volver.../ El espíritu volvió a negar con la cabeza. Balthezar apartó la mirada de su pariente, su mente intentaba alejar el problema. /No puedo hacer nada para cambiar las cosas en casa. No hay forma de ayudar. ¿Por qué me cuentas estas cosas?/ El adolescente cerró los ojos en un intento de bloquear todo.

Salazar dio una palmadita en el hombro del niño, observando cómo una parte de la cáscara del huevo se desprendía del resto. /Te estoy preparando para lo que probablemente escucharás en la escuela. Oirás cosas desfavorables sobre mí. Es parte de lo que enfrentarás en esta época. Me he dado a conocer como un hombre malvado después de tantos años de mentiras. Esas mentiras hacen que la gente crea lo peor de mí/ Balthezar asintió en señal de comprensión. Vio desaparecer a Salazar por el rabillo del ojo, pero mantuvo su atención fija en el huevo. Su mente era un sinfín de pensamientos, la mayoría de ellos provocados por la desaparición de Salazar de forma tan silenciosa como lo había hecho. Balthezar se limitó a apartarlos para no sentirse abrumado. En su lugar, decidió concentrarse en las cosas que conocía. Una de esas cosas era cómo las águilas glaciales terminaban de nacer más rápidamente que otras aves. Cerró los ojos con sueño. El huevo empezó a crujir con más fuerza. Abrió un ojo cuando un gran trozo de cáscara se separó del resto del huevo. Sonrió. Un pequeño polluelo salió del gran agujero, haciendo un ruido de chirrido al hacerlo.

/Bueno, no eres la cosa más bonita del planeta, pero ya crecerás con mejor aspecto/ recogió el polluelo y lo acunó en sus brazos. Pensó que era mejor concentrarse en el bebé águila que en lo que le había dicho Salazar. Sin embargo, eso era porque era más fácil concentrarse en las cosas sobre las que podía hacer algo. /Me pregunto qué eres, ¿un niño o una niña? Puedo averiguarlo más tarde/ Suspiró de nuevo. Se acurrucó con el pájaro, consciente de lo delicado que era el polluelo. Vio que el pájaro parecía estar cansado de la eclosión. Balthezar bostezó al comenzar a sentirse cansado también. Se quedó dormido en la cama. Había sido un día largo, algo a lo que no ayudaba el hecho de saber que no iba a volver nunca a casa. Ese mismo pensamiento fue el que se quedó grabado en su mente. Se durmió momentos después, ignorando ese hecho por el momento.