Capítulo XVI: Las reinas no pueden tenerlo todo

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- ¿Esos eran todos? – me preguntó Steve cuando llegamos al salón después de haber pasado por varios elfos oscuros.

- ¿Querías más? – le pregunté, él sonrió.

- Solo quiero asegurarme de que estes a salvo – me respondió, miro a todos lados y se acercó más a mí – estaba realmente preocupado por ti, solo podía oír tu voz en mi cabeza pidiéndome ayuda, cosa que no entiendo porque después de lo que vi, no necesitas a nadie ¿por qué no te defendiste desde un principio? Y la verdad no me molestaría rescatar a una reina en apuros – reí ligeramente.

- Por reglas, Steve, reglas que vienen imponiéndose desde antes de que mi madre fuera reina, el día en que acepté la corona de Alfheim me pusieron cadenas en las manos, yo solía usar mis poderes y mi fuerza cuando ayudaba a Thor y Loki en diferentes batallas, pero mi padre murió y alguien debía asumir el trono, ósea yo, desde ahí deja de lado mi armadura y le di la bienvenida a los vestidos.

- Bueno, creo que estoy frente a la reina que dijo que quería hacer cambios – me dijo – y empezar por usar tus poderes cuando los necesites, debe ser un buen primer paso.

- Gracias, Steve – le dije con la intensión de tomar su mano, pero se abrió la puerta, era Thor.

- Aquí estás – me dijo para abrazarme y apartarme de Steve – ¿estás bien?

- Sí, Steve pudo ayudarme – respondí.

- Te debo un favor muy grande – le dijo – gracias – volvió a abrazarme, volví a usar mi vestido y mi collar a su estado natural, luego de ello estuve en el salón principal con Odín y Frigga, así como mi tío, para luego ir al laboratorio y recuperar la gema que ya estaba en estado sólido, felizmente no pudieron encontrarla, tomé un brazalete de varias gemas rojas para quitar una y reemplazar una por la gema de la realidad, así pasaría desapercibida, además no sabrían cuál es porque todas se parecían.

Los días iban pasando, Thor se había encargado de buscar a los elfos oscuros que atacaron Asgard, pero no había señal de ellos, Alfheim había vuelto a estar en calma, pero mi tío no, quería saber quien era el traidor, así como yo; sin embargo dentro de toda esos problemas cuando veía a Steve a los ojos, volvía a encontrar la paz, las cosas seguían igual entre nosotros, besos a escondidas, los cuales eran lo más sublimes que había recibido, lo único que me preocupaba al terminar de cada día es que restaba uno para mi boda y otra para que él volviera a la Tierra.

- ¿Cómo has estado? – me preguntó Loki mientras daba un pequeño paseo por el palacio.

- Bien, gracias – respondí.

- ¿Segura de qué estás bien? – insistió.

- ¿Ya volviste a ser amable conmigo?

- Quizás o prefieres la amabilidad de otra persona – lo vi confundida.

- Te vi – me dijo para mi sorpresa – te vi ese día de tu cumpleaños a fuera del palacio, estabas bailando con el midgardiano ese, Steve, hiciste luces para él, nunca lo hiciste por mí y peor lo besaste – yo solo estaba en silencio porque me sentía descubierta – ¿te gusta ese insignificante ser? Te creí mejor.

- No es lo que piensas, él no me gusta – mentí.

- No soy tonto, todo ese tiempo que pasan juntos no es por nada, llevas mucho tiempo engañando a mi hermano y a mí.

- Solo es un amigo, la pasamos bien.

- ¿Ese es el primer beso que le das?

- Sí – mentí.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora