Capítulo II: Mi reino en sus ojos

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-        Ojalá lo mío, también sea así de rápido – me dijo Bucky, le sonreí.

-        Eso lo sabremos en un momento, recuéstese, por favor – le dije, lo hizo.

-        No es necesario que me hable con tanta cordialidad porque no podré hacer lo mismo, su alteza – me dijo.

-        Solo lo haré si dejas de llamarme, su Alteza – le dije.

-        Hecho, _____ – me contestó sonriendo.

-        Buck – le dijo Steve como regañándolo.

-        ¿Qué? Ella lo pidió, además, no llamamos a Thor "su alteza" – le contestó.

-        Es un buen punto, Bucky – dije sonriendo.

-        Perdónelo – me dijo Steve – él es extremadamente confianzudo, además no estamos en la Tierra, es su reino.

-        No es el mío – dije – es algo complicado, pero, con gusto en otra ocasión, se lo explicó – le dije con formalidad, si es que él no me daba la autorización para tratarlo como mi igual, no podía hacerlo – pero ahora quiero estudiar a Bucky.

-        Estudia todo lo que quieras – contestó sonriente, Steve le dio un pequeño golpe en la cabeza – perdón.

-        No te preocupes, un poco de diversión no nos viene mal – le contesté sonriéndole, su cerebro presentaba daños por técnicas arcaicas usadas en él, su hipocampo estaba dañado, se podía tratar, pero necesitaría mucho más que salud física, sino también mental, se los expliqué en términos que pudieran entender – parece que su estadía en Asgard será un poco más larga de lo que esperaba – le dije.

-        Si eres mi doctora, yo estaré bien – le sonreí, vio a Steve – espero que no me vayas a abandonar – entendí que era importante esa conversación.

-        Perdón, yo me retiro para que tengan privacidad – salí y esperé afuera pacientemente unos minutos hasta que salió Steve.

-        Tendremos que extender la estadía de ambos – me dijo – espero no le moleste, su Alteza.

-        Para nada – le sonreí – además el castillo no es mío.

-        ¿Usted tiene su propio castillo? – me preguntó asombrado.

-        Sí, soy la reina de Alfheim, mi reino forma parte de los nueve mundos, así como Midgard o la Tierra como usted la llama – él volvió a extenderme su mano, la tomé confundida, pero esta vez, él depositó un beso en ella haciendo que mi cuerpo se erizara al sentir sus cálidos labios sobre la piel de mi mano, él me sonrió, vi sus ojos, eran un azul claro como el color del cielo de Alfheim, pero tenían algo de verde que me recordaban a las interminables áreas verdes de Alfheim, podía ver a mi reino en sus ojos.

-        Ya me explicaron qué era lo que esperaba – me dijo – perdón, pero le aseguro que ahora en adelante la saludaré como lo amerita.

-        Oh, por favor, no es necesario – le dije.

-        Sí, lo es, por favor, no estoy en mi mundo, ni en el suyo, pero usted no deja ser lo que es, una reina y yo, un hombre de la Tierra .

-        Estoy segura de usted es mucho más que un midgardiano – le dije.

-        Bueno soy un capitán, en la Tierra me conocen como el Capitán América, es por eso el traje con estos colores, las franjas y estrellas – reí.

-        Yo pensé que le gustaba vestirse así o que era una moda midgardiana – rio junto a mí – espero que su estadía en Asgard, así como la de su amigo, sea de su agrado, Capitán – él me sonrió.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora