Capítulo X: Rocas solares

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- Mi querida sobrina – dijo mi tío saludándome cuando entré al palacio, lo abracé.

- Mi querido tío – le dije.

- Nos encanta tenerte de vuelta en casa, hemos preparado un festín de delicias para ti y tus invitados, además hoy harán una función especial de la obra que te gusta, y el pueblo de Alfheim quiere mostrar su estima a su reina.

- Me encanta – dije feliz – pero primero déjame presentarte a mis nuevos amigos – dije moviéndome hacia un lado para que viera a los demás – ellos son de Midgard, Jane Foster, James Bucky Barnes y el Capitán América, Steve Rogers – mi tío saludó a cada uno estrechando su mano.

- ¿Comandas al ejército de Midgard? – le preguntó mi tío curioso a Steve.

- No, tío, la monarquía ya no está implantada en todo Midgard, se forman por países y cada uno es independiente de escoger la modalidad de gobierno de cada uno, así como sus gobernantes en la mayoría de Midgard, se le llama democracia.

- Interesante – dijo mi tío – debemos actualizar los datos sobre Midgard es que hace tiempo no enviamos a ningún explorador – volvió a verlos – ¿entonces a quién comandas, Steve Rogers de Midgard?

- A los Vengadores – respondió.

- ¿Vengadores? – preguntó curioso.

- Sí, somos un grupo de héroes que protegen a toda la Tierra de cualquier amenaza.

- Deberíamos tener un grupo así aquí – me dijo mi tío.

- Yo formo parte de ese grupo – le dijo Thor.

- Sí, son amigos de Thor, yo los conocí cuando fueron a Asgard – le dije – quería que conocieran otro mundo más, sobre todo uno tan encantador como el nuestro.

- Deben estar maravillados por todo lo que sus ojos midgardianos han visto hasta ahora y lo sé porque no dejas de verme las orejas – le dijo mi tío a Steve, él y yo nos vimos y empezamos a reír, nos acordamos de aquella conversación.

- Perdón, tío – dije mientras paraba de reír, pero aún seguía sonriendo – es que Steve también intentó ver mis orejas cuando le dije que era la reina de un mundo élfico.

- Lo lamento – dijo Steve – fue muy descortés de mi parte.

- Para nada, solo fue curioso – le dijo mi tío – además eso hizo que pudiera oír la adorable risa de mi sobrina, hace tanto que no la escuchaba, por favor, Stella, indícales a los invitados cuales son sus habitaciones mientras hablo con mi sobrina – me fui con mi tío – ¿lo trajiste? – me preguntó, asentí y le entregué el Éter – solo un grupo pequeño de soldados sabe que lo trajiste – me mostró el espacio de la bóveda que habían acondicionado, lo guardo, parecía seguro – lo mantendremos a salvo – dijo para tranquilizarme – ahora ve a divertirte con tus invitados – al salir me encontré con Bucky.

- ¿Necesitas algo, Bucky? – le pregunté.

- Yo quería preguntarte algo – asentí – ¿podría salir con Stella? – lo miré confundida – espera ¿cómo se dice? Cortejarla, sí, quiero cortejarla – sonreí.

- Bucky, yo no soy su dueña – le dije – pídeselo a ella misma.

- Es que ella no quiere porque dice que tiene que estar pendiente de su reina.

- ¿En serio dijo eso? Stella a veces no toma un respiro, bueno si dice que soy su reina, dile que su reina le ordena que salga con el lindo midgardiano de brazo de Uru (metal parecido al vibranio en dureza) – él me sonrió – y que si no lo cree que me pregunté.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora