Capítulo XX: Un sueño no cumplido

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- Buenos días, Stella – le abrí la puerta.

- ¿Te quedaste dormida otra vez?

- Sí, aún tengo mucho sueño – dije para dar un pequeño bostezo colocando mi mano sobre mi boca.

- Te ves cansada como si no hubieras dormido bien.

- Te parece, dormí toda la noche, de hecho, soñé muy bonito.

- ¿Y qué soñó, mi majestad? ¿algo indecoroso? – reímos.

- Quizás – respondí sonriente.

- Bien, luego me cuentas, preparé la tina – asentí, esperé a que lo hiciera mientras cepillaba mi cabello, para luego entrar y luego cambiarme, usé un vestido blanco con las mangas caídas, un par de tacones blancos con pedrería, aretes largos que le combinaran y mi collar de siempre, Stella trenzó mi cabello – te ves muy sonriente esta mañana.

-        Bien, luego me cuentas, preparé la tina – asentí, esperé a que lo hiciera mientras cepillaba mi cabello, para luego entrar y luego cambiarme, usé un vestido blanco con las mangas caídas, un par de tacones blancos con pedrería, aretes larg...

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- Sí, es que es un hermoso día ¿no lo crees?

- No será porque Steve tiene mucho que ver en tu perspectiva de si es un bonito día o no.

- No te lo responderé porque sé que no lo aprobarás.

- No lo apruebo porque no quiero que te ilusiones, te casarás, _____, cada día que termina es uno menos, yo solo no quiero verte triste en el momento que tengas que dejarlo ir – ella tenía razón – pero bueno, eso lo piensas después, dime cómo te ayudo hoy – le sonreí levemente.

- Iré a catalogar flores – rio.

- De acuerdo, me perderé un par de horas para que crean que estamos juntas con Steve.

- Gracias – salimos juntas para luego desayunar con los demás para luego salir juntas, Steve había salido estaba en nuestro punto de encuentro de siempre – ¿Me extrañaste? – le pregunté sorprendiéndolo por detrás colocando mis manos sobre sus ojos, se dio la vuelta para darme un pequeño beso.

- Cada segundo que paso sin ti es una eternidad – me respondió – ¿nos vamos?

- A donde tú quieras – le respondí sonriente.

- No me digas eso que soy capaz de llevarte a un lugar donde solo podamos estar tú y yo – reí ligeramente.

- Es lo que más quisiera – le respondí sinceramente – pero por ahora vamos a catalogar flores.

- De acuerdo, pero tengo una mejor amiga – se apartó de mí para acercarse al árbol cercano y sacar una cesta, sonreí – Stella me ayudo, dice que adoras hacer picnic cuando hay un hermoso día ¿tengo que ver algo?

- Tienes que ver todo, Steve – tomé su mano meternos corriendo a las profundidades del enorme jardín real, llegamos a un punto alejado del palacio, buscamos un buen árbol para que nos dé sombra y acomodamos una manta al lado para sentarnos, sacamos el vino y aperitivos que había colocado Stella para nosotros para conversar mientras comíamos y bebíamos, luego de ello nos recostamos.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora