Capítulo IV: Emociona a mi corazón

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- De acuerdo, ahora sí necesito comida para recuperar mis energías – dijo Thor mientras me tenía abrazada, yo acariciaba su pecho.

- Entonces debemos empezar a cambiarnos, al menos yo que tardaré más – dije parándome de la cama, bueno del colchón, pero Thor me volvió a jalar hacia él – ¿quieres que terminemos en la bóveda de Odín? – le pregunté burlonamente.

- Eso ya está muy abajo – dijo sonriente – pero puedo intentarlo – dijo acariciándome – solo quedemos un rato más descansando, te prometo atar tu corset rápidamente – reí.

- De acuerdo – dijo para echarme nuevamente a su lado.

- Eres tan hermosa – dijo mientras me acariciaba.

- Debieron darme el título de la Diosa de la Belleza entonces – dije bromeando, él rio.

- Cuando sea rey lo cambiaré – dijo con el mismo tono – pero que no se te olvide que también eres una reina.

- Lo sé, solo me gusta alimentar tu ego porque así tu alientas el mío.

- Entonces, somos un par de vanidosos ¿eso será malo?

- Lo sabremos, si no puedes empuñar tu martillo de la dignidad – él volvió a reír.

- Es el martillo del Dios del Trueno – dijo sonriente.

- Ok, Señor de los Rayos – dije sarcásticamente.

- ¿Te estás burlando de tu novio? – dijo fingiendo estar ofendido.

- Algo, pero mis disculpas, mi Rey – le dije guiñándole el ojo.

- Disculpas aceptadas, mi Reina – me respondió para volver a besarme – prometo hacerte muy feliz.

- Cuento con ello – le respondí sonriente.

- Bien, creo que ya es hora de cambiarnos, puedo sentir el olor del asado – dijo parándose para cambiarse rápidamente y ayudarme a vestirme, para que luego me peinara rápidamente, fuimos los últimos en llegar a la mesa – perdón por la demora, Padre, estaba discutiendo unos asuntos importantes con mis amigos – Odín y Frigga me vieron.

- Yo me quedé dormida – respondí rápidamente.

- Entonces, debiste caerte mientras dormías porque el sonido se oyó hasta mis aposentos – dijo Frigga ocultando su sonrisa tras su copa de vino, Thor y yo nos aguantamos la risa.

- No lo sentí, tengo el sueño pesado – me excusé, lo que dificultaba que Thor aguantara la risa.

- ¿Y cómo llegaste a tu cama otra vez? – preguntó Loki con cierta molestia en su cara.

- ¿Una reina debe darle explicaciones a un príncipe? – le pregunté.

- No, pero encuentro tu historia muy entretenida – me contestó.

- Si quieres entretenerte llama a algún juglar – Loki iba a responder, pero Odín intervino.

- Te advertí que no la molestarás, Loki – le dijo.

- Lo siento, Padre, es que imposible no molestarla, es la única que tolera mi extraño sentido del humor, por algo somos amigos ¿cierto?

- Exacto, pero cuando estoy hambrienta, no tengo ánimos para tolerar tu tan peculiar humor, así que, por favor, no seamos descorteses con nuestros invitados – dije viendo a los midgardianos – y empecemos a comer.

- Opino lo mismo – dijo Frigga para ordenar que sirvieran la comida, mantenía una pequeña charla con Jane mientras comía, así como Steve con Bucky, y Thor junto a sus padres y Loki.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora