Capítulo XXX: Es una ilusión

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- En serio, dígame a qué ha venido – dije sonriendo porque no podía creer la osadía del midgardiano que tenía frente a mí, él se acercó acortando totalmente el espacio entre los dos, provocando que mi cuerpo empezara a vibrar por su cercanía.

- Recuérdame, mi ____ – dijo acariciando mi mejilla – tú eres la luz de mi vida, mi sol, mi luna, mis estrellas y todo lo que alumbre mi universo eres tú – lo vi fijamente a los ojos, podía ver mi reino en ellos, empecé a sentir algo en mi corazón, latía con más fuerza – yo soy tu Steve, solo tuyo, por tu eternidad y lo que dure mi vida – esas palabras me eran familiares.

- Mi Steve – dije acariciando su mejilla.

- Así es, tu Steve, soy completamente tuyo – me respondió.

- Perdón, pero no sé quién eres – quité mi mano, recordé que eso era lo que me decía Malkett ¿cómo él podría conocer las palabras exactas? – será mejor que te vayas, midgardiano – dije para dar la vuelta y caminar nuevamente hacia mi trono, pero él me tomó de la mano para jalarme hacia él – ¿cómo te atreves? – le pregunté molesta, ya era demasiado.

- Me atrevo porque te amo – dijo para colocar su mano detrás de mi cuello y acercarme a él para besarme, intenté empujarlo, pero él puso resistencia, tenía una fuerza mayor a la de un midgardiano promedio, pero deje de intentar de apartarlo porque una señal de mi cerebro me lo ordenó involuntariamente, cerré los ojos y mis manos se dirigieron a sus mejillas para acariciarlas y correspondí a su beso, había algo en sus besos que me era familiar, había algo que me encantaba, que me enloquecía, que me impedía parar, colocó sus manos en mi cintura para acariciarme y hacerme retroceder, choqué contra una columna, pegó su cuerpo más al mío, sus besos empezaron a bajar a mi cuello, mi cuerpo se sentía extraño, quería más, pero empecé a sentir una pequeña punzada en mi cabeza, que me hizo reaccionar, lo alejé abruptamente de mí con mis poderes, él me miraba confundido – ¿quién te crees para besar y tocar de esa forma a una reina? – le cuestioné, él solo sonrió y colocó sus manos en sus caderas para volver a caminar hacia mí, sentí una pequeña electricidad que recorrió mi cuerpo que me hacía desear que volviera a besarme y tocarme de esa forma.

- Me creo el hombre que amas – me dijo, reí ligeramente.

- ¿Loki, eres tú? Ya te dije que dejes de molestarme, debes entender que lo nuestro acabó hace mucho tiempo.

- No, soy Loki, soy Steve Rogers, tu Steve, ya te dije, soy el hombre que amas – dijo más cerca de mí.

- No, el hombre que yo amo es Malkett, mi prometido – dijo alzando mi mano para mostrar mi anillo – así que creo que te confundiste de mundo y de reina.

- Entonces ¿por qué me besaste de esa forma? – preguntó acercándose más a mí.

- Una reina jamás le da explicaciones a nadie inferior a ella y yo no veo una corona sobre tu cabeza, así que adiós, midgardiano – respondí para irme, pero él tomó mi mano nuevamente – no vuelvas a hacer eso – le dije molesta, se acercó.

- Sé que debí ser sincero y contarte que empecé a salir con Sharon, que ella era mi novia – empezó a explicarme algo que no entendía – pero nunca pasó nada más que dos citas y tres besos, le pedí que fuera mi novia justo antes de que apareciera Bucky, luego vine con Thor, Jane y Bucky a Asgard, no fue una relación verdadera – se acercó a más a mí, estaba contándome mi historia con Malkett, pero desde otra perspectiva – solo he amado a una mujer en toda mi vida y has sido tú, perdóname.

- Perdón, midgardiano, pero no entiendo a qué se refiere, yo jamás lo he visto en mi vida y si no se retira, le pediré a los guardias que lo saquen – él solo me veía.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora