GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)

Capítulo XXVII: Tanto tiempo

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Los amo 3M ❤️💛💥

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Recorrí las calles de New York con Steve en su moto, me llevó a varios lugares conocidos de la ciudad, a veces las personas le pedían fotos, él era muy conocido y admirado por el pueblo de Midgard, era interesante ver esta faceta de él, dejamos su moto estacionada frente al lugar donde por fin probaría las tan ansiadas hamburguesas.

- Cuidado – me dijo Steve abriendo la puerta rápidamente para mí.

- Perdón, pensé que se abrían solas o que las abrían – Steve me sonrió.

- No te preocupes, te entiendo porque lo he visto, yo con mucho gusto abriré todas las puertas para ti, no quiero mi hermosa reina se accidente con una puerta – reí, entramos a la taberna, aunque Steve le dice restaurante, me quede quieta esperando que él se encargara, no conozco cómo lo hacen por aquí, me pidió que me quedara sentada mientras él traía nuestra comida, tenía que esperar su turno frente un módulo de máquinas y personas, detrás de ellos estaba la cocina, sentí las emociones de las midgardianas que rodeaban a Steve, todas estaban emocionadas por él y no las culpo, Steve solo les sonreía levemente y seguía esperando su turno, observé ese pequeño ritual midgardiano, él sacaba papeles de una especie de bolso más pequeño para dárselo al midgardiano que lo atendía, le daba un papel y se iba a otro lado.

- Hola, preciosa – se me acercó un midgardiano, qué extraña forma de saludar – ¿eres de aquí?

- No, de Alfheim – respondí.

- ¿En que parte de Europa está? – recordé los libros de Midgard.

- No es de Midgard.

- Midgard ¿así como Asgard? ¿de dónde es Thor?

- ¿Conoces a Thor?

- Ya quisiera, soy su fan, quizás tú me lo puedas presentar, no sé podemos tener una cita, prometo tratarte como una reina.

- ¿Todo bien? – preguntó Steve acercándose a nosotros con la comida.

- Sí, el midgardiano me estaba invitando a una cita ¿qué era? Lo olvidé – respondí.

- Perdón, no sabía que estabas con el Capitán, perdón, no quise invitar a salir a su chica – dijo el midgardiano para luego irse.

- Al parecer, también enamoras a los midgardianos – reí.

- No creas que no me doy cuenta de que todas esas midgardianas están enamoradas de ti, siento sus emociones, no lo olvides, aunque ahora han cambiado al verte conmigo.

- Entonces, hagamos que sigan cambiando – dijo para acercarse a mí y besarme, le sonreí – para mí no hay otra chica que no seas tú, recuérdalo siempre – el olor de la comida invadió mis fosas nasales.

- Perdón, me distrajo la comida, huele delicioso – él rio.

- De acuerdo, hay que comer – me dijo, alzó la comida redonda, imité su acción y le di un mordisco.

- ¡Por mí! – exclamé – es lo más delicioso que he probado en todos los nueve mundos – él solo sonreía.

- Así que solo necesito una hamburguesa para hacer muy feliz a mi reina.

- Sobre todo, si me la das tú – seguimos comiendo, probé algunas cremas, así como las papas fritas y una bebida llamada coca cola, la comida de Midgard era deliciosa, terminamos de comer y noté que al frente vendían los helados de los que habló Thor – podemos ir ahí y probar el helado de Thor – él rio.