Capítulo XXV: El único

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Maratón (2/2)

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-        Steve, espera – dije riendo mientras él jugueteaba con la falda de mi vestido.

-        Nadie lo notará – me dijo mientras iba alzándola poco a poco.

-        ¿Estás seguro?

-        No tanto, pero los últimos días no he podido estar contigo como me gustaría, has estado muy ocupada, entiendo, pero ya no aguanto más, te necesito – soltó la falda de mi vestido y empezó a llenar mi cuello y hombros de besos haciendo que mi juicio se nublara.

-        De acuerdo, tú ganas – dije jadeando, él sonrió satisfecho y empezó a arrodillarse ante mí, pero antes de que pudiera hacer algo, se abrió la puerta del salón, Steve se paró rápidamente y se puso a mi lado, ambos soltados un gruñido de molestia por la interrupción de nuestro momento, era Stella – ¿Qué ocurre? – pregunté tratando de sonar calmada.

-        Tienes una visita – me dijo.

-        ¿Quién? – pregunté.

-        Yo – dijo Malkett apareciendo detrás de ella, sentí como Steve se tensó al verlo – felizmente no mandé mi regalo de bodas – se acercó a mí – entonces sí es cierto que huiste con el midgardiano amigo de Thor – vio a Steve y luego a mí – su Majestad – dijo extendiendo mi mano para que le diera la mía, se la di y él se agachó ligeramente mientras la tomaba y depositaba un beso en ella, me guiñó el ojo, Steve puso su mano en mi cintura en señal de querer demostrar que estoy con él – déjame expresarte mis respetos – soltó mi mano – no te casaste con Thor, hiciste todo ese drama, pero aún así tienes a la guardia asgardiana custodiando tu reino – dijo feliz – necesitas decirme cómo lo hiciste.

-        Con gusto, te lo responderé, pero primero debo admitir que me siento demasiado sorprendida por tu visita, la última vez que nos vimos fue en la fiesta de mi cumpleaños – le dije.

-        Es que quería sorprenderte, también la eche de menos, su majestad, pero ya sabes asuntos de reyes – vio a Steve – puedes bajar la guardia, yo solo siento una gran, perdón, una enorme admiración por mi Majestad y por eso vine a ofrecerle mi respaldo, tengo entendido que volvió a Alfheim hace dos semanas y hasta no nos hemos reunidos para conversar sobre temas que pueden ser importantes para nuestros reinos, yo veo a Alfheim como un gran aliado y sé que tener a Vanaheim en tu lista de aliados será útil.

-        Lo será – respondí – te espero para la cena – él sonrió e hizo otra pequeña reverencia para mí, volteé a ver a Steve.

-        ¿Ese no es el tipo que también te pidió matrimonio? – me preguntó.

-        Sí, es Malkett, rey de Vanaheim y otros demás títulos que son de importancia.

-        ¿Cómo cuáles?

-        Como nieto de Odín – él se sorprendió – no debes decir nada ¿de acuerdo? – él asintió – si te cuento esto es porque quiero que entiendas que confió en ti más que nadie en este universo, ahora debo fijarme qué cenaremos – le di un rápido beso para irme a hablar con Stella, estuve casi toda la tarde alistando la cena que tendría con Malkett, sería una cena para dos porque si teníamos compañía, no sería para nada sincero, respeto a las verdaderas intenciones de su visita.

Estaba alistándome para la cena bajo la mirada atenta de Steve, llevaba un vestido rojo con un par de tacones del mismo color con incrustaciones en las puntas, un par de aretes largos, una corona, decidí no usar mi collar, usé otro largo dorado en su lugar, seguía con el anillo que me regaló Steve.

GIVE ME LOVE (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora