Estoy ahora mismo sentada en el salón. Los padres de Nicolás y su hermano han ido a verlo. Mi mirada se pierde en ese suelo brillante,mientras mi mente intenta asimilar todo está situación.
La muerte repentina de Dámaris,que se llevó consigo mi gran secreto,cosa que en parte agradezco. La aparición de el hermano de Nicolás,que desconocía de su existencia por completo.
Parece que cada vez se me va complicando más el momento de mi huida. Pero esta noche,pondré a fin a todo esta pesadilla.
Isaías entra al salón. Y se sienta frente a mí. Su mano acaricia suavemente su barbilla,mientras que me observa en silencio. Me resulta tan íntimamente.
Sus miradas empiezan a ponerme un poco nerviosa y decido romper el hielo.
-¿Qué tal está, Nicolás?-pregunto, esquivando está situación tan tensa para mí.
-Esta profundamente dormido. Parece un ángel caído del cielo,cuando a sido el que más guerra a dado en la familia-objeta.
Sonrió discretamente,sin sorprenderme de ese último comentario.
-Tu nombre es Cataleya,¿Verdad?.
Asiento con mi cabeza en confirmación.
-Me dado cuenta que cuando me has visto a parecer,no sabias de mi existencia¿Me equivoco?
-No se equivoca,duque. Nicolás nunca me comentó que tenía un hermano.
-Me lo imagino,Cataleya. Para mi hermano,siempre estado muerto-sus ojos se vuelven turbios, como si quisiera esconder la razón.
-¿Porqué motivo haría eso?-pregunto intrigada.
Cuando de repente los duques entraron al salón, interrumpiendo la ansiada respuesta.
-¿Interrumpimos algo importante?-pregunta la madre arrogante.
No sé para qué pregunta,cuando su deseo era hacerlo. Sé que nunca fui de se agrado desde el primer instante que me vio. Incluso se atrevió a culparme de lo que le pasó a su hijo,cuando fui yo, quién lo trajo hasta aquí. Soy consciente que no soy lo que inspiraba para su querido hijo,y sabes una cosa,cada día concuerdo más con su pensamiento.
Empiezan a tener una conversación entre ellos,y yo me quedo aparte de todo,como una figura de porcelana llena de polvo que tienes abandonada de hace años.
-¿Te encuentras bien,Cataleya?-me pregunta Beltrán.
Sacudo un poco mi cabeza,para despertar mis pensamientos dormidos.
-Sí,estoy bien duque. Solo estoy un poco cansada.
Ana María se levanta de su asiento y se dirige hacia a mi.
-Te acompaño a tu habitación,Cataleya. Será mejor que descanses-me dice mientras apoya su mano en mi hombro.
La miro por encima de mi hombro, desconcertada por su extraña actitud.
-No hace falta,duquesa. Puedo ir sola,gracias-le respondo a secas.
Sé que trama algo,y no parará hasta que acepte su amable petición.
-No es molestia,querida-insiste de nuevo.
Finalmente acepto que me acompañe a mi habitación. Beltrán y su hijo Isaías siguen con su interesante conversación.
Cuando llegamos,Ana María cierra con prisa la puerta. Su forma desafiante de mirarme,empieza a ponerme un poco inquieta.
-¡Es una tragedia lo que le a pasado a damaris!¿Verdad,princesa?
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El Secreto De Cataleya
RandomSiglo XVI, Europa. Una princesa de la alta nobleza,llega a la edad en la que es obligada a casarse con un duque desconocido. Pero su amor, ya le pertenecía a un joven que ya conocía desde la niñez,estando pérdidamente enamorada, desafiando los pecad...