El Secreto De Cataleya

20.-Negando lo evidente

Espero impaciente a la respuesta de Nicolás.

-Esta bien,Cataleya. Te diré la verdad...hace años mi madre quería que me comprometiera con la condesa Alba. Iniciamos un corto noviazgo,pero nunca llegó a más.

-¡Lo sabía!-exclamo afirmando mi duda.

-¿Qué te hizo pensar eso?-pregunta intrigado.

-Solo tenía que observar su comportamiento contigo. Además...no paraba de poner sus manos encima de ti-respondo poniendo mis ojos en blanco.

-Veo que eres una mujer muy observadora.

-Me gusta tener el control de lo que me rodea,solo eso.

-¿De todo?¿O solo lo que verdaderamente te importa?

Su mirada en tan penetrante que siento que se adentra en lo más oscuro de mis pensamientos,para adivinar lo que no me atrevo a confesar.

-De todo,duque. Que por cierto,debería saber que esa mujer todavía sigue teniendo interés en tí.-le añado intencionadamente.

El sonríe.

-Cataleya... La condesa Alba sabe de sobra cuál es su compostura. Soy un hombre casado,y como tal debe de respetar.

¿Porque me a encantado tanto lo último que acaba de decir?

-¿O acaso,estás celosa?-pregunta frunciendo el ceño.

-Yo...¿Celosa?¡¿Cómo crees?!-grito nerviosa.

Nicolás empieza a reírse a carcajadas.

-¿Se puede saber de qué te ríes?-pregunto alterada.

-Cataleya,¿porque será que en la forma que has reaccionado,me dice lo contrario a lo que dice tus labios?

Tiene la capacidad de destapar mi alma,y hacerme ver lo que mi corazón se niega ver.

-No se a que te refieres, Nicolás-le respondo apartando mi mirada.

Él se acerca más hacia a mí,y me coge la barbilla con suavidad quedándonos mirando frente a frente.

-¿Qué sientes por mí, Cataleya?

Sus ojos buscan en mí la respuesta que mi boca calla a gritos. Siento como mi corazón palpita diferente,impulsando una corriente eléctrica que ha cambiado todo mi interior. Cuando lo tengo cerca, miles de sensaciones recorren mi cuerpo. ¿Porque produce este efecto en mí?

-Siento que cada día me pareces menos grosero¿Suficiente con mi respuesta?

-Esa no es la respuesta a mí pregunta Cataleya.

Sin darme cuenta, me coge mi mano delicadamente y la pone en su pecho.

-¿Lo sientes? Mi corazón de te debe una vida desde que me salvaste aquel día.

Sus latidos laten a mucha velocidad ,como una estrella fugaz. Sentir su mano en su pecho hace que sienta que tengo su corazón literalmente en mis manos,dándome el poder de hacer lo que quiera con él.

-Estoy agotada, Nicolás. Me gustaría descansar-Quito rápidamente mi mano de su pecho,mientras aparto la mirada.

Él se queda ahí parado, quizás esperando a una respuesta que no me atrevido a darle.

-Esta bien, Cataleya. Descansa.

Se va de la de la habitación.

Me meto en mi cama. Intentó coger la postura para coger el sueño,pero me es imposible. ¿Porqué no dejo de pensar en Nicolás? Aparto rápidamente esos pensamientos de mi mente,y decido bajar a la cocina por algo de tomar. Estómago caliente,sueño asegurado.