19.-El gran evento

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Nicolás se acerca hacia a mí, acompañado de esa mujer desconocida.

-Buenas noches, princesa. Es un placer conocerla,permítame que me presente. Soy la condesa Alba- se agacha sutilmente en reverencia.

-Buenas noches,Condesa Alba. Es un placer tenerla aquí con nosotros- respondo con cortesía.

Es realmente bella,su piel luce blanca como la nieve,tiene un color de ojos muy particular,no sabes si el verde prevalece más que el marrón. Su pelo es de color negro como el azabache y su hermoso vestido rojo intenso,resalta toda su belleza.

-El duque Nicolás me hablado mucho de usted,princesa. Hacen muy bonita pareja-dice con hipocresía.

-Gracias,condesa. Si es cierto,mi esposo y yo hacemos una linda pareja-añado dejando claro cuál es mi lugar.

Siento las chispas entre ella y yo,y la tensión se nota en el ambiente.

-Cataleya,la condesa Alba es una vieja amiga de la familia de hace años-responde Nicolás.

-Si es cierto,han pasado tantos años que todavía recuerdo el día que no escapamos los dos y nuestros padres nos buscaban como locos¿Te acuerdas, Nicolás?

Posa su mano en su hombro. ¿Porqué no le quita las manos sucias de encima de mi esposo? Nicolás se aparta discretamente, incómodo por la situación.

-¿Y hace mucho de eso que acabas de comentar,condesa?-pregunto diligente.

La condesa empezó a reírse como una niña infantil.

-Tranquila,princesa. Éramos sólo unos niños en aquel tiempo,no tienes porqué preocuparte. Además,ahora mismo es tu esposo¿No?

-Efectivamente,ahora y siempre condesa-le reafirmó.

Ella se queda totalmente muda a mí comentario,y puedo percibir en su mirada un resentimiento hacia a mí. Quizás porque yo tengo algo,que ella quiere.

-Nicolás,puedes ser tan amable de traernos algo de picar para Cataleya y para mí.

Él acepta tan cortés y se marcha a por nuestro aperitivos.

-Veras...Princesa. Creo que no hemos empezado con buen pié,noto que no soy de tu agrado,¿Me equivoco?

-¿Que te hace pensar eso,condesa?-pregunto desafiante.

Le da un largo sorbo a su copa. Cómo para que así,le ayude a decir algo que en su estado sobria no se atrevería.

-Muchos detalles,princesa. La expresión de tu rostro no concuerda con tus palabras,querida.

¿Cómo se atreve está descarada? ¿Qué es lo realmente busca?

Estoy a punto de decir una grosería de las mías,cuando aparece Nicolás con los aperitivos.

-Aquí tenéis,damas.

-¡Muchas gracias, Nicolás! Tan caballero como siempre- le dice mientras le acaricia suavemente su mejilla.

¿Porqué tiene esa maldita costumbre de tocar a mi marido?¿Acaso no le enseñaron a no tocar lo ajeno? Siento como me voy encendiendo,y necesito un cubo de agua urgente para no prender en fuego.

Ella me mira de reojo,y puedo ver como disfruta de su juego.

Me acerco a Nicolás,y le pido amablemente que me ofrezca un baile. Él acepta encantado,mientras que la condesa se queda apartada de nosotros.

Si quiere jugar, vamos a hacerlo condesa.

Nos ponemos en medio de la pista de baile,y todos los invitados se echan hacia un lado. En este instante somos el foco central de atención.

El Secreto De Cataleya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora