27.-Fue bonito mientras duró

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Sus besos recorrían mi espalda, despertándome de este corto sueño.
-Despierta mi bella durmiente.

Me giro mirando hacia él.
-¡Eres un exagerado!solo me echado una siesta de media hora-respondo remolona.

-Tengo que marcharme amor. Volveré sobre la cena,¿De acuerdo? Me mira y me sonríe.

-Esta bien. Te esperaré para cenar- Le respondo besándole con dulzura.

Se marcha de la habitación. Todavía sigo desnuda en la cama y me levanto para vestirme,cuando escucho golpear la puerta.

-¡Adelante!-respondo pensando que es Nicolás. Se le abra olvidado darme otro beso más de despedida.

Cuando abren la puerta,me quedo totalmente atónita.

-¿Qué haces aquí,condesa?- Pregunto desconcertada.

Entra a mi habitación sin permiso. Me tapo rápidamente como puedo con las sábanas de la cama.
-¡Vaya,vaya! Veo que llegado justo cuando a terminado la fiesta-responde con sarcasmo.

-¡Sal ahora mismo de mi habitación!- Ordeno con enfado.

-Querida,¿así tratas a tus invitados? No te enseñaron muchos modales por lo que veo-me responde paseando por la habitación.

-¿¡Qué es lo que quieres,condesa?!-Pregunto furiosa.

-He venido para hablar sobre tu esposo,princesa. Creo que te va interesar lo que tengo que decir.

-No quiero escucharte,solo vienes a difamar mentiras para romper mi relación con Nicolás.¡Así que largate!

Sus risas hacen que me hierva la sangre,incitando a querer sacarla de los pelos.

-Muy bien,princesa. Me marcharé,pero no sin antes decirte que cuando veas a tu querido esposo le preguntes donde estuvo aquel día que tu padre enfermó.

El sonido de sus tacones se alejaban de mi habitación,dejando en mí una gran duda. Si es cierto que aquel día Nicolás desapareció unas largas horas y nunca me dijo donde fue.¿Estaría con la condesa Alba?¿Pero porque razón?

Las horas se me hacen interminables. Deseo que Nicolás aparezca por la puerta y preguntarle qué diablos me está ocultando.
Llega la noche. Estoy sentada en la mesa con la cena preparada,cuando aparece por fin.

-¡Hola, amor mío! -Me saluda dándome un beso, y me aparto rápidamente.

Nicolás se queda totalmente extrañado.-¿Qué te ocurre, amor?-pregunta confundido.

Me levanto de la silla eufórica.
-¡Quiero que me digas donde estuviste el día que mi padre enfermó!

Puedo apreciar como Nicolás se tensa.
-¿A que viene esa pregunta,Cataleya? Ha pasado semanas de ese día.

-¡Respóndeme, Nicolás!-grito alterada.

Da un gran suspiro.
-Fui a visitar a la condesa Alba-responde con la cabeza cabizbaja.

-¿A visitarla?¿Porque razón? Tus ojos me ocultan algo más,Nicolás. Dime la verdad-mis ojos empiezan a humedecerse.

Se toca suavemente el pelo. -Esta bien. Aquel día no estábamos en el mejor momento,Cataleya. Tú me repudiabas, y yo en ese momento sentí que estorbaba en aquella situación. Así que fui a verla, pero¡Te juro que no pasó nada más allá de lo que te imaginas! Tenemos una gran amistad de hace años.

-¿Y qué crees que es lo que imagino? Me confiesas que cuando mi padre estaba muriéndose decidiste irte con ella,en vez de estar a mi lado.¡Si es cierto, Nicolás!¡Te repudiaba! Pero en el fondo de mí,te quería cerca. Ahora quiero que me confieses la verdad...¿Te acostaste con ella?-mi corazón se prepara para lo peor.

El Secreto De Cataleya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora