6.-El anuncio del compromiso

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Llegó la gran noche y las sirvientas corren sin cesar de un lado a otro, preparando los últimos detalles.

El salón se ilumina por sí mismo,las velas ocupan como de costumbre las mesas, que se cubría con un lujoso mantel donde las guirnaldas perfumaban su fragancia haciéndote viajar a un lugar insólito.

Está noche se saca a relucir lo más valioso, copas de oro donde el vino de uvas te sabía a recién pisado por los campesinos.

El ciervo asado ocupa la mesa central,y las codornices asadas mantenían su forma natural,con sus plumas. Abundantes frutas, legumbres,verduras,etc...

Mientras tanto en mi habitación.

-Juana,¡Por favor,no puedo respirar!- le decía mientras que mis palabras se escuchan en el unísono.

Pero Juana terminaba de rematar las últimas cuerdas,para así dejarme totalmente muda.

-¡Esto ya está listo, princesa!- decía Juana entre risas disimuladas.

Siento que mis pechos van a explotar en algún momento ,o peor aún que quieran salir de ahí buscando algo de oxígeno.

Juana me ayuda a colocarme el vestido. Tiene un color de una rosa que acaba de florecer, un rojo intenso. Sus bordados de flores son echo a mano,como si un ángel se tratara hubiera pintando este hermoso vestido.

-¡Es precioso!- digo mientras que mis manos tocan el tacto de terciopelo.

-¡Estás hermosa,princesa!- me responde Juana emotiva, haciéndome sentir que el vestido es solo un complemento de mi belleza.

Yo le sonrió mientras que mi espejo le devuelve mi sonrisa.

Mi largo pelo está recogido por un moño trenzado, adornado de un tocado pesado y con piedras preciosas cosidas a la tela.
Mi maquillaje lucía discreto,un tono claro para mis labios carnosos y mis mejillas rosadas le daban el toque perfecto para la ocasión.

Mi mirada se pierde entre mis recuerdos.

-¿Sé siente bien, princesa?- me pregunta Juana preocupada.

Mi mente de repente desconecta de mis pensamientos.

-Sí Juana, me encuentro bien- respondo abrumada.

Hernando,no te imaginas la falta que me haces,son tantos años los que han pasado que parece que fue ayer cuando nos dimos ese último abrazo,ese que necesito ahora mismo- pienso con melancolía.

-¡Vamos princesa,lo invitados os espera!- me dice juana sonriéndome.

Y mis pies empiezan a caminar sin ser yo,la que da la orden.

Empiezo a recibir a todos los invitados de alta clase,mi querida madre me acompaña.
El salón empieza a llenarse como mi bañera a punto de desbordarse.

Empiezo a ponerme bastante nerviosa,las manos empiezan a sudarme como cuando tengo pesadillas. Y mi estómago se encoge como una cochinilla cuando se asusta.

-Cataleya,¿Te encuentras bien,hija mía, estás palida?- me pregunta mi madre.

Intento secarme mis manos sudorosas con mi vestido.

-Sí, madre- le respondo cortamente.

Mi padre se acerca hacia nosotras.

-¡Me alegro de que hayas tomado la decisión correcta,Cataleya!- dice mi padre con asombro.

-No me has dejado elección, padre- le digo con indignación.

Mi padre se queda callado, cuando una voz lejana lo llama por su nombre.
Él mira hacia atrás,y saluda a un hombre mayor muy apuesto.

El Secreto De Cataleya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora