26.-Donde la verdad se oculta

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Mis ojos se abren lentamente, y veo a Nicolás durmiendo plácidamente. Su pelo despeinado le da un toque arrollador y la comisura de sus labios es tan perfecta,tan apetecible. Es realmente hermoso,tallado por los mejores escultores.

Me sonrojo al tener estos pensamientos,y me pregunto cómo no me había dado cuenta antes de sus atributos. Quizás estaba demasiado ciega como me dijo Juana,al fin al cabo tenía toda la razón.

Mientras lo observó absorta deleitándome con ese rostro tan angelical,mi mente se transporta a esa mágica noche y me ruborizo al recordarlo.

Sus cálidos labios recorriendo cada rincón de mi piel sin dejar si quiera un pequeño espacio que me perteneciera, y justo ahí me di cuenta de que no había una parte de mí que no quisiera poseer. Me sentía literalmente como si fuera las teclas de un piano de cola,mientras sus dedos me tocaban sonando la melodía perfecta.

Y cuando por fin se adentro en lo más profundo de mi interior, sentí como mi alma me abandonaba en ese placer tan intenso,tan desconocido. Pero al mismo tiempo se abría ante mí un mundo nuevo de sensaciones.

Nicolás empieza a desvelarse,mientras estira su fuertes brazos. Me giro rápidamente hacia el otro lado,y me hago la dormida. Empieza a besarme tiernamente el cuello,y pienso que no hay mejor manera de despertarme.

-Buenos días,mi amor.

Me giro nuevamente hacia él.

-Buenos días, Nicolás-sonrió tímidamente.

-¿Nicolás? Creo que ya es hora de que me llames por algún apodo cariñoso¿No crees,mi amor?-arquea una ceja mientras me sonríe.

-Por ahora te seguiré llamando por tu nombre,duque Nicolás. Hasta que se me ocurra ponerte el más indicado¿De acuerdo?-respondo entre risas.

Él asiente con su cabeza.

-¿Qué te parece si desayunamos juntos en el jardín? Hace un día espléndido.

-Me parece perfecto.-respondo alegremente.

Estoy empezando a conocer algunas facetas de él,y me sorprende que tenga ese lado tan tierno,tan atento. Y sinceramente creo que seguirá sorprendiéndome gratamente.

Espero que Nicolás se levante primero de la cama,y así aprovechar para vestirme rápidamente. Cuando por fin salgo de aquellas sabanas enredadas en mi cuerpo,veo algo que hace que pegue un gran gritó.

-¿Qué te ocurre,Cataleya?-pregunta preocupado.

Estoy parada frente a la cama, señalando con mi dedo esa gran mancha de sangre.

Se acerca hacía a mí.

-Mi amor,no tienes porqué preocuparte. Es algo normal-me responde con tranquilidad.

-¿Cómo que es algo normal que sangre, Nicolás?

-Cataleya,significa que eres pura. Y que nunca has pertenecido a ningún hombre nada más que yo.¿Lo entiendes?

Me da un beso en los labios,siguiendo de otro más a mi frente.

-No te imaginas lo afortunado que me siento,mi amor. Te amo,Cataleya.

Inevitablemente al oírlo,hace que me acuerde de mi engaño con Hernando. Y siento puros remordimientos.

-¿Te encuentras bien,mi amor?¿Quieres que nos traigan mejor el desayuno a la cama?

-Estoy bien. No te preocupes,me apetece desayunar fuera y disfrutar de este hermoso día-le sonrió falsamente ocultando en esta sonrisa un gran secreto.

Me besa apasionadamente. Parando cada minuto del reloj que se queja de no hacerlo correr. El tiempo se congela y solo nosotros tenemos el movimiento de la tierra.

El Secreto De Cataleya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora