El discípulo de Orochimaru levantó al Uchiha provocando que las púas traspasaran su carne, cayendo la sangre a brotones. El hombre sonrió por su hazaña, no creyó que sería tan fácil, pero la suerte estaba de su lado. Se acercó, desenvainando una espada.
—¿Por dónde debería empezar?—se preguntó, tanteando con la punta del arma el estómago de Obito, luego el tórax y amplió la sonrisa al hacer una ligera presión en la yugular—. Lord Orochimaru me recompensará por esto.
El filo atravesó la tela que cubría el cuello del pelinegro y un hilito de sangre se deslizó por el filo de la espada.
—Lástima que estés inconsciente—siguió murmurando para sí, elevó el cuerpo del pelinegro unos centímetros en el aire y sin apartar la espada del cuello, tomó un kunai, buscando levantar la máscara naranja—. Terminemos con esto. —apretó el mango de la espada y aumentó la presión.
Sus instintos se activaron y se movió rápidamente al momento en que una descarga se dirigió hacia él. Hinata respiró entrecortada, cuando se trataba de movilización, ella era veloz, pero le había tomado tiempo captar el lugar exacto donde estaba el Uchiha... Ahora que estaba en el sitio correcto, podía prestar atención al siguiente problema: Ella no era más fuerte que su primo y él había sobrevivido por poco al enfrentar a un portador de la marca... No podía ganar, pero tenía que hacerlo. Sin importar qué, no dejaría que su "Uchiha-san" muriera.
—Usuaria del rayo, ¿eh?—el tipo amplió la sonrisa, sus ojos brillando con locura—. Que coincidencia.
La atmósfera se tornó pesada, el cielo se llenó de chispas y pronto, un rayo descendió buscando impactarla. Hinata flexionó las rodillas, tomó un impulso, esquivando la descarga. Sacó un kunai de su bolsillo trasero y lo elevó, puesta en posición de pelea.
También domina el mismo elemento.
Mordió su labio inferior, queriendo pensar en una estrategia que pudiera efectuar sola. Ni Shino, ni Kiba, ni Naruto, estarían para ayudarla.
Concéntrate, Hinata, se repitió a sí misma.
Se adelantó dispuesta a atacar, pero el peliceleste lanzó varios rayos, enviándola lejos; cada vez iban con mayor fuerza, los pelos de la piel se le erizaron incluso a metros de distancia. Desvió la mirada, sintiéndose presionada, el Uchiha seguía perdiendo sangre y cada vez veía más lejana la posibilidad de que despertara a ayudarla. Tenía que hacer algo pronto o moriría desangrado.
Si los rayos es su mejor forma de ataque, tratará de mantenerme lejos... Mi puño suave..., un sollozo se escapó de su garganta al empezar a asimilar que no lo lograría a tiempo.
—¿Eso es todo lo que tienes, niñita?—soltó una carcajada, sacudiendo a Obito —. Llegó tu hora.
—¡No!—gritó la fémina, lanzando seis kunais hacia el hombre.
Las cadenas se tensaron, moviendo el cuerpo del Uchiha hacia el frente, utilizándolo como escudo. Los ojos de Hinata se abrieron aterrados, lanzando de inmediato otra ronda de kunais para desviar el primer ataque.
El chirrido de las armas hicieron eco en su mente, subiendo el nivel de frustración, gotas de sudor se deslizaron por su rostro.
El no está peleando en serio, solo está jugando conmigo.
—Tú no eres rival para mí—sentenció el peliceleste—. Eres débil, ah, como me encantaría que este bastardo te viera fracasar, quizás deba dejarlo vivir para mostrarle cómo te mato lentamente.
Vio al hombre frente a ella, pensó en lo que había sucedido tan solo unos minutos atrás, recordó el pequeño silabario y las palabras que le había dedicado cada vez que se vieron.
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Destino
FanfictionDespués del ataque del Kyubi, algo pasa, no se sabe qué, pero Obito Uchiha cruza la entrada de la aldea escondida entre las hojas, confesando sus crímenes y hablando una historia fabulosa relacionada con Madara Uchiha. Su destino es claro: Cárcel o...