La mirada de Lady Tsunade reposaba en ella de vez en cuando, no era para menos, se había mantenido como una muñeca de trapo mientras Shizune explicaba apasionada los detalles de la misión. De reojo observó la melena rubia y rosa. El chico normalmente enérgico se mantuvo serio y concentrado; mientras Sakura dibujaba una expresión afligida y melancólica.
Avecinó lo que ocurriría.
Shino-kun, Kiba-kun y ella habían sido convocados. Uno de los mejores equipos de rastreo; ellos en conjunto a un grupo fracturado que ansiaba dejar de estar roto.
—Es por eso que tenemos razones para creer que Sasuke está dirigiéndose al país de las olas. En resumen, su misión es interceptarlo y traerlo de regreso a Konoha.
—¿No somos muchas personas?—preguntó, Shino. Hinata no dijo nada, pero le dió la razón. Un total de seis personas no era discreto—. Kurenai-sensei no fue convocada, asumo que estaremos al mando de Kakashi-sensei, pero no está presente.
—Kakashi está cubriendo terreno mientras hablamos—respondió, Tsunade—. Los verá allá.
Kiba arqueó las cejas, inconforme—Antes de encontrarnos con Kakashi-sensei seremos un total de cinco personas movilizándonos.
—¿Cuál es el problema con eso?—intervino, Naruto, apretando los puños.
Kiba resopló—Debemos ser sigilosos, entre menos personas vayan, será más conveniente.
Hinata contuvo la respiración ante el primer diálogo de protesta de Naruto. Si dependiera de ella, si no fuera tan importante, optaría por pasar de la misión. Estaba exhausta, la mancha de sangre en su ropa interior solo había empeorado su estado de ánimo, el vientre le dolía.
Desde esa posición, podía observar su reflejo, sus ojos ligeramente hinchados. Los días continuaron transcurriendo como las hojas caen de los árboles, imperceptiblemente si no prestas la suficiente atención. El tiempo debió haber aclarado su mente, pero se sentía confusa, como si una tormenta estuviera desarrollándose y ella estuviera en el medio. No tenía sentido. Podía aceptar la desilusión, su reciente nuevo amigo había cometido traición, tenía ciento y un secretos, era justo que estuviera triste, pero ¿la sensación de un corazón roto? Los párpados abultados y el escozor por las lágrimas que había derramado mientras él no aparecía. No tenía la obligación de buscarla y aún así, ella esperaba que lo hiciera.
Tonta, mil veces tonta.
Las palabras de su padre sobre su inutilidad regresaron cada vez que lloró. No es que él las hubiera reafirmado, pero la mente podía jugar en contra si no se controlaba y ella no estaba en su mejor momento.
—Naruto—Shino ajustó sus gafas, trayéndola de golpe a la conversación; habló en un tono cansino—. Supéralo, no eres necesario.
—¿Qué quieres decir?—balbuceó, afectado.
El ambiente se acomodó al estado emocional de Naruto. Tenso, sombrío, herido.
Shino esperó a ser interrumpido, sin embargo, el silencio le dió el pase para continuar:—Mis insectos pueden rastrear el perímetro y drenar el chakra del enemigo para facilitar su captura—señaló a la ojiperla—; es lo mismo para Hinata, sus ojos nos permite evadir posibles emboscadas, acechar al objetivo a distancia y de ser necesario, incapacitarlo con su taijustu—dirigió la mano hacia Kiba—; Kiba con ayuda de Akamaru es nuestra mejor carta, por muy sorprendente que te parezca, en las misiones exitosas de rastreo, Kiba ha sido la voz de mando—irguió su postura—. Si Sakura mantiene sus sentimientos por Sasuke a raya, puedo considerar su ninjutsu médico, pero ¿tú? La fuerza en batalla es nada considerando que hay una persona inmune a genjutsu, el resto de nosotros puede compensar lo que haga falta para obligar a Sasuke a regresar.
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Destino
Hayran KurguDespués del ataque del Kyubi, algo pasa, no se sabe qué, pero Obito Uchiha cruza la entrada de la aldea escondida entre las hojas, confesando sus crímenes y hablando una historia fabulosa relacionada con Madara Uchiha. Su destino es claro: Cárcel o...