Capítulo 1

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De alguna manera, el tercer Hokage se las había arreglado para utilizar la información de Obito en preservación de la aldea que seguía recuperándose desde el ataque del Kyubi: el genjutsu impuesto en el Mizukage de la niebla, la organización criminal Akatsuki y la más importante, Madara Uchiha vivo con un plan de interés para todas las aldeas. El alumno de Minato Namikaze se había metido en un lío bastante problemático, pero quizás la culpa de no haber sido de ayuda para el cuarto Hokage o la primera vez viendo suplicar con tanta vehemencia al joven Kakashi lo había disuadido. Obito Uchiha recibiría una segunda oportunidad. Mientras esperaba la llegada de Tsunade, cerró los ojos, regresando a los barrotes de la fría celda donde el chico de a penas dieciséis años se encontraba, no puso resistencia cuando lo esposaron y le privaron del uso de Chakra. Ibiki fue el encargado de dirigir el interrogatorio, Sarutobi no pasó por alto que el joven Uchiha se negaba a responder a menos que emplearan torturas y no porque tuviera miedo al dolor, no, el tercer Hokage sospechaba que ansiaba el dolor que lo llevara a la muerte. Y le pareció tan joven, con un largo camino que recorrer, con nuevas esperanzas, nuevos sueños, nuevas razones para quedarse pero ahí estaba, queriendo acabar con todo. Quizás además del detalle de Minato y Kakashi, su propia consciencia quiso extenderle la oportunidad de vivir para remediar sus errores encontrando la felicidad en el proceso.

Las presiones de Danzo contra los Uchihas eran cada vez más persistentes, "los Uchihas ya han demostrado ser una amenaza para la aldea", había dicho saliendo de su oficina. Sarutobi se llevó la pipa a la boca, cada vez resultaba más difícil mantener lo dicho a Kakashi. Obito seguía preso y considerando la precaria situación entre la aldea y el clan Uchiha, eximir a Obito podría ser la bandera blanca o la herramienta para desencadenar un problema más.

Con pasos suaves, caminó hasta donde el joven Uchiha se encontraba, era parte de una rutina ir a verlo, incluso teniendo un sello que le impide usar el Sharingan y el chakra, tenía el presentimiento que Obito notaba lo que sucedía a su alrededor. Hubiera sido un ninja formidable; hubiera. El consejo de la aldea determinó que por obvias razones, ya no sería considerado un ninja de Konoha, pero no consiguieron exiliarlo y eso le daba tiempo de pensar en una manera de quizás integrarlo en la sociedad.

Shisui era un ninja excelente, Sarutobi lo sabía. Escuchó atento como el pelinegro tenía grandes esperanzas en su pupilo, Itachi. Con ello, habían dos ninjas Uchihas que prometían heredar la voluntad de fuego. Si bien es cierto, Obito había traicionado los ideales y dado la espalda a la aldea, no dudó en arriesgar su vida por Rin Nohara y Kakashi Hatake, incluso otorgándole al último el ojo izquierdo portador del Sharingan. Averiguó y Obito había sido la clase de persona con una fuerza y determinación imparable para proteger, escuchó que deseaba convertirse en Hokage. Entonces, ¿por qué?

—«Estaba harto de la cruel realidad—calló por segundos y luego prosiguió:—. Rin era la luz de mi vida. Al perder a Rin, mi mundo cambió completamente».

Escuchó que la abuela de Obito había fallecido. El tercer Hokage liberó el humo de sus labios y vio hacia el joven, los arreglos que Madara hizo en su cuerpo, provocaron que comer y beber dejaran de ser una necesidad. Aún así pidió que le dieran la opción, pero Obito se negaba. Sarutobi trataba de encontrar algo, una manera de ayudarlo, al final del día Obito permanecía con la cabeza gacha, solo con el sube y baja de su pecho daba la impresión de estar vivo, de lo contrario, parecía una marioneta que había sido olvidada por su dueño, en la misma posición por muchas semanas.

El día del golpe de estado por parte del clan Uchiha, Danzo le recordaba que había sido advertido, pero no había tiempo para arrepentimientos. La sorpresa fue cuando Itachi llegó con estrategias de contención que fueron ejecutadas de inmediato y para su alivio, con resultados positivos. Las intenciones de los líderes del clan no se consumaron, pero había acrecentado las heridas dejadas por el ataque del Kyubi, los ciudadanos de la aldea no pasarían por alto que ambos acontecimientos trágicos habían sido ocasionados por la misma línea sanguínea.

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