Destino

Capítulo 23

Hinata usó el dorso de la mano para cubrirse de los rayos del sol, desde anoche la culpa le había carcomido las entrañas; es que no debió retirar la máscara del Uchiha sin su consentimiento... Aunque él le había dado libertad para hacer "lo que sea", debió ser justa y preguntar primero. Liberó el aire de sus pulmones incapaz de concentrarse por completo en lo relevante, incluso si estaban a las afueras, encontrando otra base de cuerpos abarrotados "Hyuga", su mente la traicionaba mandándole recuerdos del perfilado rostro de Uchiha-san.

Debí haberlo imaginado, se reprendió, pensando en la foto del chico usando una máscara hasta la nariz y también, utilizando visores naranjas. Una combinación de ternura y virilidad que entumecía sus mejillas.

Lindo.

—Tenías razón—Toneri coincidió, terminando de examinar el cadáver  en tierra—. Todas estas personas son Hyugas—señaló las quemaduras de los restos de la frente—, debieron estar vivas antes que el sello se rompiera.

Ella parpadeó, aterrizando en la realidad—Lo sospechaba.—endureció el rostro.

Toneri se acercó, poniéndole su mano en el hombro, queriendo mostrar su apoyo—El tráfico de personas es una ofensa grave, solo necesitamos un nombre, ya hemos juntado toda la evidencia.

—El poder suficiente lo tiene el imperio, tu familia y la mía... Y el rastro de cadáveres apuntan a Konoha—sus ojos se llenaron de lágrimas—. Lo sé, fue un miembro del consejo, se han hecho de tanto poder bajo la excusa de las costumbres... No comprendo por qué, ¿por qué desviarse hasta tal punto?

—El hambre de poder puede transformar a las personas en monstruos—resumió, Toneri, haciendo una señal con la mano—. Démosle una buena sepultura.

Los cuerpos uno a uno, siendo mayoritarios las mujeres y niños, seguido de hombres apilados en fila. Hinata supervisó que hubiera un ramo de flores por cada tumba.

El pájaro enjaulado podía retirarse, repetía en su mente. Era fácil asumir que todo sello creado debería poder revertirse, pero ella había tenido que estudiarlo desde el principio, si esa persona hubiera estado del mismo lado, habría iniciado sus ideales mucho tiempo atrás y muchos no hubieran muerto... Por supuesto, reconocía que revelar la peor cara forzaría el cambio.

Cuando terminaron, Hinata dio un último vistazo y mordió su labio inferior, obligándose a mantener la serenidad.

—Quiero un listado de cada persona que se haya podido identificar—ordenó—, sus familias merecen saber dónde ir a rezar.

Aunque sea una vez al año, pensó para sí.

Hinata se aseguró que cada persona fallecida le fuera extraído un distintivo que sería devuelto al familiar más cercano. Los Hyuga estaban distribuidos de forma predecible, no reconoció ni una sola cara, entonces posiblemente ella era muy joven cuando ocurrió, pero la presencia de niños le indicaba que ellos nacieron en ese cautiverio. Apretó los puños, queriendo apaciguar su rabia, la radicalidad de los Hyuga representó una carga desde pequeña y esos mismos maltratos originaron muertes.

Ahora que lo pensaba, al tiempo que la hostilidad hacia la rama secundaria creció, la mayoría de las muertes ni siquiera tuvieron sepultura, solo se notificaban, pero no eras capaz de ver el cuerpo. Mordió sus labios temblorosos... Posiblemente, entre esas personas hubieron quienes la conocieron... Y ella no pudo hacer nada por ellos.

—Hinata—Toneri tomó su mano—, no puedes culparte por ello.

Sonrió débilmente—Soy su líder, sino yo, ¿quién tendría la culpa?

—Tu padre es el líder, no tú.

Miró hacia sus ropas empolvadas—Es que no lo entiendes, el espacio que usaron fue el creado por mí. Es por mí... Porque no quería pelear. Aprovecharon el hueco por mi debilidad y ganaron mayor autoridad.