Después del escándalo con Obito, Tsunade sacó a patadas a Jiraiya, quedando a solas con Itachi. El Uchiha menor se encargó de apaciguar a la rubia enfurecida, mientras procedió a hacerla conocedora de su versión de los hechos. La quinta hokage en un principio se mostró incrédula, pero a medida que los minutos pasaban su expresión escéptica pasó a una de asombro, hasta mostrar preocupación. Su voluntad para ser la nueva líder de la aldea crujió, sabía que no sería fácil, pero ese embrollo era simplemente singular.
—¿Ese irrespetuoso—se refirió a Obito—, lo sabe?—preguntó.
Itachi negó—El ha estado actuando por su cuenta, por eso tuve mis dudas. Pero en estos años, me he dado cuenta que se preocupa por la aldea, no la lastimaría.
—Tendré que comprobarlo por mí misma—rebatió, la mujer—. Puedes irte.
—¿Dejará a Obito preso?
—Necesita un escarmiento.—dijo con simpleza.
—Pero Shisui...
Hizo un movimiento de la mano, callándolo—Por eso es un escarmiento, que entienda que sus decisiones pueden perjudicar fácilmente a otros. Recuerdo la primera vez que lo vi, podría quebrarle todos los huesos y—una vena en su cuello se hinchó—, él se reiría en mi cara.
—Quiere encontrar la debilidad de Obito, ¿probando a Shisui como sebo?
—¿Tienes alguna objeción?—le preguntó, emanando autoridad.
Itachi permaneció en silencio, disgustado por la actitud de la Hokage, por dudar de su priorización después de haber llegado tan lejos. Obito no era un sujeto de prueba y Shisui no era un monigote desechable.
—No.—su voz salió débil, lastimada.
El significado de ser ninja... El significado de ser Uchiha, ambos conceptos eran desalentadores. Había descubierto que en primer lugar siempre estuvo Sasuke, luego la aldea y de último el clan. Ahora se sentía confundido.
Se retiró de la torre sintiendo el peso sobre sus hombros, caminó en dirección al distrito, sintiendo ganas de llorar.
—Eh, hola—lo saludó, una rubia, haciendo a un lado su flequillo—. Gracias por ayudarme la última vez.
La observó, abatido. La última vez que se encontraron, había quedado deslumbrado, pero no podía darse el lujo de cometer el mismo error dos veces.
—No es nada.—respondió, cortante, esperando que ella captara el mensaje: ellos dos siendo amigos, simplemente no sucedería.
—¿Pasó algo malo?—le miró, Ino, con preocupación—. Tienes mala cara.
—Estoy bien.
Ella lo miró concienzudamente-Ya veo-dijo al notar que el chico emprendía sus pasos—. Chico no-es-nada, voy de camino por unos dangos—ofreció, casual, fingiendo no haberse dado cuenta del gusto del chico por esa comida en particular. Ella era Ino, nadie le diría que no—, ¿vamos?
—Sé lo que estás haciendo.—expresó Itachi, algo borde.
La rubia agitó su cabello, dando tres pasos cerca del chico, alzando el rostro, sonriendo seductora—Si te molesta tanto, detenme.
Las mejillas de Itachi se colorearon, el olor a perfume lo mareó por un segundo. Esa chica rondaba los trece, ¿qué le estuvieron enseñando en la academia?
—¿Qué quieres?—cuestionó a la defensiva.
No quería ser grosero, pero ella tenía la habilidad de despertar sus nervios de tal forma que ningún ninja experimentado podría.
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Destino
FanfictionDespués del ataque del Kyubi, algo pasa, no se sabe qué, pero Obito Uchiha cruza la entrada de la aldea escondida entre las hojas, confesando sus crímenes y hablando una historia fabulosa relacionada con Madara Uchiha. Su destino es claro: Cárcel o...