Destino

Capítulo 14

—Ahí están de nuevo esos dos—Genma comentó, viendo a Kurenai y Asuma caminando lado a lado cerca del distrito comercial—. No puedo creer que esa sea su idea de pasar desapercibidos.

—No creo que estén tratando de ocultarlo... ¡Enamorarse es el punto culminante de la juventud!—Guy, celebró, tomando un sorbo de sake.

Genma suspiró—La compañía de una linda chica no me caería mal, es lo que necesito para liberar estrés.

—¿Qué concepto tienes de las chicas?—la bestia noble de Konoha, negó—. Las mujeres son mucho más que un enredo de sábanas de una noche.

—Cuando lo dices así, me haces sonar como un cretino, ¿no, Kakashi?—el aludido no respondió, seguía concentrado en la lectura de su libro—¡Kakashi!

—Escuché que el maestro Jiraiya está trabajando en serio con la secuela—el peligris, comentó de la nada—. Tiene que ser uno de los legendarios para entrenar a Naruto y estar a punto de hacer entrega de otra obra magistral.

Genma rodó los ojos—¿Y eso qué tiene que ver con lo que yo dije?

Kakashi lo miró—¿Decías algo?

—Bendita suerte de Asuma, él disfruta mientras yo estoy obligado a pasar el rato con ustedes dos.

Guy rio—Nada mejor que el trabajo duro para combatir el aburrimiento, pero ya que eres mi amigo...—el pelinegro dejó la frase al aire, dio una voltereta y en un santiamén, había cambiado el traje verde por un vestido y el cabello corto se transformó en una melena larga y sedosa—. Nada que no pueda solucionarse.—afirmó, sustituyendo las sandalias ninja por unos zapatos de tacón alto.

Genma escupió su bebida—¡No estoy tan desesperado!—exclamó, indignado.

—Ustedes son tan banales.—reprobó, Kakashi.

—¡No quiero escucharlo de alguien que se la pasa leyendo un porno!

—El aire me despeina—Guy alzó los brazos, tomando el largo de la peluca—. ¿Así es como se hacía una coleta?—murmuró, enrollando la extensión en un nudo.

Genma se sentó, sirviéndose otro trago—Escuché de Anko que fue citada para mañana... Creo que harán la primera prueba para extraer la famosa serpiente blanca.

—Tenía entendido que era información confidencial.—Kakashi se unió, sirviendo del sake para Genma y Guy, antes de verter en su propia taza.

—Y lo es—concordó, el pelicastaño, sonando la garganta con satisfacción—. Se los digo para ver si eso les enseña a confiar en mí—ante el silencio, añadió:—. No me hubiera molestado compartir una comida con Obito.

Guy devolvió la taza a la mesa—Ahora que lo pienso... Debimos aprovechar, somos ninjas después de todo, nunca sabemos cuando será nuestra última cena.

Genma medio sonrió—Ah, por favor, no seas pesimista, que esa línea viniera de ti me da escalofríos—suspiró—. Cuando Obito regrese, deberíamos en serio invitar a Kurenai y Asuma... O quizás teman que el bobito los delate.—se rio de su propio chiste.

—Lamentablemente para ti, Obito ya no es esa clase de persona—comentó, Kakashi, en tono aburrido—. Si quieres burlarte de ellos, tendrás que confabularte con alguien más.

—¡Ah, vamos, vamos! De repente el ambiente se puso tenso—Guy intervino—. Es normal que todos cambiemos, Obito ahora es un hombre maduro... Aún así, soy fiel creyente que no hay que dejar morir el fulgor carmesí.

—No puedo tomarte en serio cuando sigues vestido así.—Genma le señaló la ropa de mujer.

—Detalles...—echó en menos—Kakashi—llamó su atención—, somos amigos, todos. Obito también tiene la voluntad de fuego, deja de preocuparte por pequeñeces, ¿no dijiste que él estaba contándote sus preocupaciones?