CAPÍTULO 5

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Estábamos en una reunión de la empresa, Oliver y mi padre estaban asociados.

-Bueno muchachos, vendrá un nuevo socio y nos presentará a su hijo que trabajará con él en su empresa.- dijo mi padre, para que pusiéramos atención.

-¿De quién se trata?- pregunté sin más.

-De los Michigan.- contestó mi padre, ese apellido me sonaba de algo. Dudosa me quedé en silencio y pude ver como entraba un señor trajeado, que se mantenía bien cuidado, su pelo un poco canoso pero se le veía un cuerpo bien mantenido y sus ojos, esos ojos verdes que se parecían tanto a los de Hanks...

-Buenas, yo soy Flanders Michigan. Un placer.- dijo, mientras se acerba a la mesa con una sonrisa, él nos dio su espalda como esperando a que alguien entrará y segundos después no pude con mi sorpresa y quedarme con la boca abierta, Oliver parecía haberse percatado de mi sorpresa.

-Buenas, soy Hanks...- dijo con su mirada perdida y sin gesticular mucho. Hizo un sonido con su garganta y prosiguió. -Hanks Michigan, soy su hijo.

Su padre con una sonrisa de oreja a oreja observaba a Hanks que parecía verse muy serio e incómodo con la situación. Todo era muy extraño Hanks tenía su mirada perdida y tenía cara de como si estuviera en un velorio.

No me esperaba que fuera un Michigan y menos de que que sea hijo del dueño de una empresa tan importante, él nunca mencionaba eso y tampoco a su padre, bueno en realidad Hanks nunca hablaba de nada o almenos no conmigo. Él si que era todo un misterio.

-Pues bienvenidos y gracias por aceptar ser nuestros socios. No se arrepentirán.- dijo mi padre mientras que Sr. Michigan asentia con su cabeza al escuchar aquello. Ellos se sentaron y empezamos hablar de negocios.

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Al terminar la reunión mi padre salió con el Sr. Michigan y con Hanks a hablar, ya mi padre quería hacerse con las suyas, mientras que yo estaba ahí recogiendo mis cosas para irme a casa ya que aún no estaba del todo bien con mi pie todavía. Observaba mi carpeta roja y aún sin creer que todo esto estaba pasando y tal vez, esto era muy bueno. Sería la forma perfecta para verme más a menudo con ese chico que me hacía sentir tan bien.

-¿Jenn?- escuché esa voz irritante de Oliver mientras se ponía a mis espaldas. Intenté ignorarlo y salir de ahí pero como siempre me agarró de la muñeca haciendo que nuestras miradas chocarán.

-¿Que haces?- pregunté desafiante intentando quitar su agarré que ya me hacía daño. -¡Sueltame!

-Puedes explicarme ¿Porque ignoras mis llamadas, mis mensajes...- dijo tensando su mandíbula con rabia.

Su ira me hizo sacar una pequeña sonrisa sarcástica. - No es obvio que quiero ignorarte porque ya no me interesas.- dije fríamente mientras él agachó su cabeza y aflojó su agarre de mi muñeca aún sin soltarme.

-¿Porque? No entiendo, tu igual no me querías ¿Porque buscas la excusa perfecta para dejarme?- terminó por preguntar.

Yo rápidamente quite sus sucia mano de mi muñeca aprovechando que no estaba tan pendiente a ella. -¡No fue excusa! Tu me engañaste.

Él empezó a tirar carcajadas como loco y volvió a poner su mirada en la mía pero su mirada está vez era fría y oscura. -¿Piensas que es así de fácil? Dejarme y hacer como si nada.

-¿De qué hablas?- dije confundida.

-He visto como has mirado ese chico nuevo, nunca en todo lo que hemos sido novios me has mirado asi ¿Lo conoces, verdad?- dijo mientras negaba con su cabeza, hizo un chasquido con sus dedos y prosiguió. -Es por eso, no quieres estar conmigo por ese hijo de puta ¿De qué lo conoces?

Yo me quedé perpleja con en ese comentario, no entendía a qué venía eso. A él no le importaba de que conocía a Hanks o si no estaba con él por él, aun si fuera así ya no estábamos juntos y él no era quien para decirme nada.

-No te incumbe, así que por favor deja de decir tonterías.- dije mientras le guiñe el ojo para que se calmara ya que se sentía mucha tensión.

-¡Eres una zorra! Lo dejamos y ya me tienes reemplazo.- me gritó mientras me lanzó mi carpeta al suelo.

-Calmate. No se de que hablas...- dije mientras me echaba para atrás ya que su cuerpo se estaba dirigiendo hacia mi y su mirada aterradora hacia sentirme acorralada ¿Acaso nadie venía cuando era necesario en esta empresa?

Senti mi cuerpo pegarse a la pared y pude ver a Oliver a centímetros de mi, podía sentir su aliento y su respiración pesada.

-Ten cuidado con lo que haces, no vaya a ser y te arrepientas pequeña...- dijo mientras con su mano me agarraba la cara haciendo que lo mirara fijamente. Podía oler su perfume caro y sentir sus dedos presionados en mis mejillas.

-Creo que él que debería tener cuidado eres tú...- interrumpió Hanks haciendo escuchar sus pasos hacia nosotros entrando en la sala, Oliver se giro y pude sentir las miradas asesinas que se regalaban entre sí. Yo suspire con alivio al no sentir el toque de Oliver sobre mí y sentía mi corazón a mil por hora... -Recuerda que, "Quién al cielo escupe, en la cara le cae."- terminó por decir con una pequeña sonrisa.

Oliver apretó su puño fuertemente y yo no quería eso, no quería que se peleará con Hanks y menos aquí, eso mi padre no le gustaría nada y podría causarle problemas, así que rápidamente agarre el brazo de Oliver.

-Solo vete, por favor.- le rogué, mientras que Hanks dejó de sonreír y se apoyo al otro lado de la pared. Neutro, sin decir nada.

-¡Esto es increíble!- dijo sarcástico Oliver mientras que se iba y al pasar por el lado de Hanks se escucho como le murmuraba algo.

"Esto no se quedará así..." dijo Oliver mientras que sus hombros chocaron al él irse.

Yo con vergüenza recogí mi carpeta rápidamente del suelo y me acerque a Hanks que aún seguía ahí parado sin decir nada ¿Acaso estaba enojado? O ¿En qué rayos pensaba para defenderme?

-No debiste defenderme...- dije en voz baja regalándole una mirada, él también me miró y no entendía porqué cada vez que lo veía mi corazón empezaba a latir rápido.

-No podía permitir que te hiciera daño. - Contestó fríamente, sin demostrar ninguna emoción. -Y menos delante de mí...- dijo sin esperar a que le dijera algo él se marcho por aquella puerta.

Hanks era experto en ocultar lo que sentía en muchas ocasiones y en eso, tal vez era en lo que nos parecíamos. Yo en realidad estaba agradecida con él, por haberme salvado de algo incómodo. De algo que muchas veces nadie me salvó antes.

Mordí mi labio con rabia y nunca había sentido tanta vergüenza, rabia y miedo a la misma vez, haciendo que una pequeña lagrima saliera de mis ojos por la vergüenza al recordar todo... Volví a dar un suspiro y di una pequeña sonrisa, me hice una coleta y sequé las lágrimas de mi rostro pálido y salí de ahí.

Otra vez Hanks me hizo hacerme la misma pregunta de siempre...

¿PORQUE? ¿PORQUE ME HACÍA SENTIR DE ESTA MANERA TAN INEXPLICABLE?


INEXPLICABLE   DESTINO ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora