CAPÍTULO 26

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-Hanks... - dije en un murmullo. Aquella chica rubia me miró con sorpresa y él solo clavo su mirada en la, mía espantadado.

-Jennifer ¿Que ocurre? - dijo aproximándose a mi.

-No hace falta que te acerques, solo quiero que me digas si es verdad eso que me dijeron... - comenté aún con un nudo en la gargarta ¿Era mejor preguntarlo en otro momento?

-No se que intentas decirme.- dijo su mirada azulada me hacía sentir mal por dudar así de él, de creer lo que dijo Oliver.

-¿Es verdad que estas en rehabilitación? - él enmudecio y se quedó paralizado, puso su mirada perdida y parecía ser como siempre que no quería hablarme de esto. Él era así siempre pero está vez me preguntaba si ya lo conocía como pensaba o solo eran espectativas mías.

-Dime la verdad, por favor.- suplique ya con mis ojos cristalizados, aquella chica miró a Hanks con preocupación y cogió de su mano como acción de calmarlo. Yo sentía rabia, tristeza y todo a la vez.

-Eso no te incumbe, como si estuviera en rehabilitación o no. - dijo ella algo furiosa. -Antes de preguntar deberías saber en qué momento...

Hanks no la dejo terminar y apartó su mano de la chica.

-Si. -dijo fríamente. -Estuve en rehabilitación pero es pasado, yo ya he dejado eso Jennifer...

Me quede en shock ya que al confirmarlo era más doloroso y que aquella mujer lo supiera antes que yo ¿Quién carajos era?

Una lagrima me resbaló por la mejilla.

-¿Como... Como puedo creerte? Si siempre me ocultas cosas y todo lo vengo a descubrir sola. - dije sin pensar tan ni siquiera en las consecuencias y olvidando que la que estaba mal era yo, por enamorarme de Hanks y peor aún comprometida con otro imbécil. Mi vida era una mierda.

-Te digo la verdad Jennifer...

Todo era difícil de digerir yo me quedé perpleja y negué con mi cabeza, observe como Hanks se iba a derigir a mi pero aquella chica le agarró del brazo fuertemente y yo solo quise marcharme. Era más que suficiente.

Mis tacones se oían por toda la empresa y mi cara malhumorada también, algunos me veían con curiosidad pero ninguno se atrevía a preguntar, llegue a mi despacho y me senté en mi escritorio echándome a llorar.

Estuve así por minutos, me sentía confundida y si hanks era de verdad un drogadicto ¿Que hacía aquí? ¿Porque mi padre lo acepto?

Seguro ni sabía o no era tan grave como yo creía.

Me quedé mirando el computador por un momento y ya quería irme a casa, así que cogí mis cosas y recordé que tenía que pasar a la casa de los Srs. Williams para recoger el contrato.







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Había llegado a la casa de Oliver, todo parecía estar como antes, aún recordaba la veces que había venido cuando Oliver y yo éramos novios (novios de verdad) era tan irónico todo. Su casa azulada y bien echa.

Parquee mi coche y toque el timbre, a los minutos después salió la Sra. William y me miró con tristeza, pude ver sus manos temblorosas y la verdad tenía tiempo sin verla así.

-Hola Sra. William vine a por el contrato, seguro que Oliver se los ha pasado. - afirme, ella asintió haciéndome pasar.

-Ahora te los traigo. - dijo desapareciendo por un momento.

Rato después ella llegó con el sobre aquel y yo sonreí al verla, ella me lo pasó y di una mirada alrededor de la casa de Oliver, no era tan lujosa pero era bastante bonita. Esto era incómodo y tenía que irme asi que...

-Ya me debo ir...

-Espera.- contestó agarrandome del brazo sus ojos cristalizados y sus manos temblorosas me hacia sentir intimidada. La mire atentamente.

Ella miraba hacia los lados como si alguien nos escuchara, pero no había nadie o almenos no había rastro de nadie.

-Tienes que tener cuidado... Por ahí hay personas que nos quieren herir. - dijo sin más.

No entendía mucho, pero eso era la verdad, nadie era de fiar y todo lo que iba pasando estos días eran una locura.

-Señora porque me dices esto ahora. - dije porque era verdad.

-La vida ha sido muy dura para ti, no pensaba que tuvieras tantas perdidas, no solo tu padre, si no que un amigo.

Yo agaché mi cabeza con tristeza y tenía tanta razón.

-Tu padre el último dia que lo vi, me había comentado que iba a dejarte tranquila y que no te iba a comprometer. Tal vez eso era lo que quería anunciar pero no tuvo tiempo para decirlo.- dijo entristecida, ella comenzó a sollozar.

Al decirme aquello sentía como me estrujaban el corazón y como veían mi vida como un completo juego.

-Señora... - apenas logre decir.

-Lo siento Jennifer, se que no querías casarte con mi hijo pero como madre siempre querré que él esté bien, nos conviene y su padre también quería casarlos desde siempre...

-Yo... No entiendo nada... - empecé a negar pra mi misma. -Dices que mi padre no quería q me casara y estado sintiéndome presionada por nada.

Ella agachó su cabeza.

-¿Oliver sabía esto? - pregunté con dureza. -¡DÍMELO!

-Si. -contestó solloza.

Yo sin pensarlo y sin despedirme me marche de allí. Todo era de locos, si mi padre no quería casarme con él ¿porque no me lo dijo? Ahora me sentía más culpable de la muerte de mi padre. Sentía que todo esto era por mi. Una guerra que estaba acabando con todo lo que quería.

¿Pero quien sería capaz de hacer semejantes cosas?

INEXPLICABLE   DESTINO ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora