CAPÍTULO 20

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Pesé a la incomodidad que sentía con la mano de Oliver agarrandome, mi embriaguez se estaba haciendo notar. Le di un otro sorbo a mi whisky y observé aquella chica rubia cuidadosamente.

-¿Tú quien eres? - me atreví a preguntar, sus ojos azulados me miraron con gracia y volvió a sujetar el brazo de Hanks, este se tenso un poco más y alzó sus cejas con sorpresa.

-Soy Mónica, un placer... - dijo a lo que me alzaba su mano para saludar. Yo quite el agarre de Oliver mirándolo con incomodidad y con ganas de partirle la cara.

Que pesadilla de hombre.

-Bien. - dije dejando su mano aún levantada. Ella me dio una leve sonrisa e ignorando mi hecho haciendo como si nada. -Debo irme a por más Whisky...

Fui hacia la cocina y llene mi vaso nuevamente de whisky esta vez con menos moderación. Ese maldito Hanks creía que podía ponerme celosa, esa tal Mónica podía tener esos ojos con lentillas y ese cabello tintado. Que molestia de mujer.
(Mentí para mí misma)

Suspire y al salir busque con mi mirada aquellos ojos verdes sin saber porqué ¿Donde estaba? No lo veía por ningún lado, sin embargo veía aquella chica hablando con Oliver, cosa que me alegraba así me podía dejar en paz. Sabía que en nada tendríamos que anunciarnos y ya me sentía lo bastante alcholizada para atreverme hacerlo.

Salí hacia al jardín, buscando lo que no se me había perdido y podía apreciar la noche, el olor de las hojas y las flores que estaban plantadas cerca, la luz de la luna alumbraban una que otra parte de mi jardín y fue cuando pude ver aquel humo salir de ahí. Era Hanks fumandose un cigarrillo, no podía ser menos predecible.

Me acerqué.

Mire su traje bien hecho y su cara seria, mirando hacia algún lado pensativo.

-¿Que haces aquí? - pregunté un poco destabilizada con mis tacones en el césped.

-Fumar. - respondió fríamente dando caladas a su cigarrillo.

-Ya... Bueno. -dije tomando un trago más, me puse más seria y clave mi mirada a la suya por un momento.
- Así que esa es tu nueva conquista.

Él me miró serio haciendome intimidar un poco y acelerando mis latidos.

-¿Acaso te importa? - dijo alzando un poco su voz. Yo me quedé en silencio y de la nada me arrebató mi vaso de whisky dándole un trago.

-¡Hey! Eso es mío. - le regañe. -Maldito lunático.

Me dio una pequeña sonrisa. -No deberías embriagarte tanto si no quieres quedar como una alcohólica delante de todos.

Yo suspiré entristecida. -No me importa quedar como alcohólica. No cambiará nada.

Hanks me observó atentamente, la luz de la luna alumbraban su pálido rostro y sus labios rosas se entreabrieron al agarrarme de la barbilla suavemente.

-¿Que haces? - dije algo nerviosa mirando sus ojos verdes. -Nos podrían ver...

Él siguió acercándose a mi dejando una poca distancia entre nosotros. Su olor chocaba en mis fosas nasales y cuando creí que sus labios se juntarían con los míos cerrando los ojos...

-¿Porqué haces esto? - preguntó haciendo que abriera mis ojos avergonzada.

-Yo...

-¿Porque te alejas de mi? - expresó con un poco de molestia. Yo intentándo evitar de mirarle a los ojos otra vez él seguía sosteniendo mi barbilla. Una lagrima salió de mis ojos sin importar nada.

Ni siquiera me importaba que Hanks me viera frágil otra vez porque en sus ojos lo podía notar.

-No puedo hacer esto. - logre decir entre sollozos.

INEXPLICABLE   DESTINO ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora