CAPÍTULO 3

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Después de par de cervezas más con Daniela, toda mi rabia se había acumulado. Estaba embriagada y disgustada con mi familia.

-Necesitaba esto, más que nada en el mundo.- dije ya con pesadez. -Pueden creer como de disgustado esta mi padre conmigo por un chico que me pego los cuernos con una fea.

-No puedes coger el coche así.- dijo mi amiga que también estaba igual de borracha que yo.

Cuando habían terminado de hablar Bob y Hanks, ya nos habíamos emborrachado, así que ahí estaban los dos mirándonos seriamente y borrachas.

-Cogeré un taxi, tranquila.- dije ya agarrando mi cara porque todo me daba vueltas.

-Que pena lo de Oliver pensé que lo querías mucho.- dijo Daniela apoyándose al hombro de Bob.

Yo gire disimuladamente o todo lo que podía mi mirada y pude ver aquel chico a mi lado mirando su móvil despreocupado.

"Me hubiese gustado también tener donde apoyarme."

-No estaba enamorada de él pero me enoja que sin estarlo me mantuviera a su lado y aún así me haya engañado. Soy reemplazable.- dije mientras caían par de lágrimas inocentes. Mis sentimientos estaban a flor de piel y no sé porqué ese chico había vuelto ¿Porque no se había ido?

-¡Dios, esto no puede ser más estresante!- dijo Hanks, dejando su móvil sobre la mesa y mirándonos a todos.

-¡Si es tan estresante porque no te vas!- conteste secandome las lágrimas.

Él se alzó y me regalo una mirada asesina. -Eso haré, no tengo porque quedarme a escuchar los problemas de una niña rica.

Auch. Ese chico si sabía donde darte y sin armas.

-Si yo también me iré, llevaré a Daniela a casa esta muy borracha. Quien diría que en un momento se emborracharian.- dijo serio Bob, sujetandola para llevársela. -¿Te pedirás un taxi Jennifer o te llevo?

¿En serio se pensaban ir todos?

-Pedire taxi. No te preocupes.- dije mientras Daniela me dio un pequeño gesto con sus manos para irse y pude ver como el chico de ojos verdes tocaba su pelo frustrado. Cogió su móvil y se apartó, pensé que se iría, que me dejaría sola, también ya que hace nada nos gritamos y parecía que no le cayera tan bien.

-Vamos, te llevo.- dijo, mientras se paro frente a mi poniendo su mirada fria fija en mi. Eso hacia que me pusiera muy nerviosa.

-No me mires así.- dije reprochando. -Acaso no tienes sentimientos...

Pude escuchar un pequeño sonido, no sabía definir bien si era una carcajada o si estaba rascando su garganta.

¿Porqué se reía, que le hacía tanta gracia?

Él rápidamente me agarró del brazo haciendo que me alzará de la silla. - Te dejaré en tu casa o mejor te llamare al taxi.

-Llévame...

Su toque era tan cálido, ni siquiera me agarraba de la mano y podía sentir esa calidez ¿Acaso este chico tenía algo que no podía ver?

Me sentía todo girando y al abrir mis ojos me vi en un coche. Volví a cerrarlos y al abrirlos me vi en... ¿Mi cama?

¿COMO HABÍA LLEGADO YO HASTA MI CASA?

Seguí durmiendo y recordé su mirada, su toque cálido para mí corazón, sus palabras frívolas y por último su aroma.

_

Escuche el toque de mi puerta y sentía como mi cabeza dolía. Dios, había bebido muchísimo ayer. Casi que no recordaba nada.

-¡¡PASA!!- Chille para no abrir la puerta y que abrieran.

-¿Resaca?- dijo aquella voz dulce de mi madre mientras entraba en mi habitación. -No puedes beber así.

-Aham, no te preocupes...- dije un poco fastidiada.

-Hoy tienes reunión en la empresa. Y Oliver ha estado llamando todo el día.- dijo sentadose en mi cama.

"ya empezamos el día... Mencionando al bastardo."

-Ayer te veniste en taxi menos mal no cogiste el coche como estabas de borracha.

Entonces si había venido en taxi ese idiota ni se atrevió a traerme a mi casa. Cerré mis ojos de rabia y cogí mi manta y me tape de arriba abajo.

-¿Que te ocurre ahora? Anda levántate.- dijo mi madre, mientras se iba.

Vaya mierda, tenía que pararme a la reunión de empresa en la que seguro tendría que ver el careto de mi padre y el de Oliver. Me sentía tan avergonzada ya que iba recordando toda las conversaciones en el bar de ayer.

Ese chico como había escuchado que dije que me eran infiel y a saber que otras cosas más. Todavía no lograba recordar cómo había llegado a mi casa en taxi, pero era inevitable sentirme un poco deprimida. Ya que yo no era como Daniela, no tenía a nadie que me pudiera cuidar si me emborrachaba o alguien que me dejara su hombro para dormir.

Me di una ducha y me arregle para ir a mi reunión, me puse unos pantalones negros y una camisa rosa. Solté mi pelo negro haciendo que cayera sobre mis hombros.

Mientras iba a por mi coche me encontré con mi hermano en el parqueadero. Él se veía un poco desanimado.

-Jenn ¿Vas a la reunión?- dijo intentando regalarme una sonrisa.

-Si...- asentí.

-Anoche te dejo en taxi un chico. Pensé hoy tendrías resaca.- me miro extrañado.

Había dicho que me dejó un chico.

Recordé todo por un segundo:

"Estábamos en el taxi, Hanks no decía ni una palabra.

-¿Porque vives tan lejos? - dijo con molestia.

-Mis padres no les gusta vivir en la ciudad.- conteste medio somnolienta.

-Entiendo... - contesto, pero fue inevitable acostarme sobre su hombro. - ¿Que haces? - preguntó confundido.

-No digas nada, solo cuídame .- dije.

Recordaba su aroma y que me sentía segura con él. Apenas lo conocía y podía hacerme sentir tan protegida como una niña pequeña e inocente.

Cerré mis ojos, me pesaban... "

-¿Jenn?- me saco mi hermano de pensamientos.

Así que al final me trajo a casa ¿Al final no estaba tan sola como creía?

-Debo irme Nick...- sonreí y cogí mis llaves para meterme al coche.

-¿Ese chico quien era? Me suena de algo...- dijo acercándose a mi nuevamente.

-No creo que lo conozcas, apenas lo conocí ayer por el novio de Daniela.- conteste. Obviamente no lo conocerá de nada, él incluso se veía de no ser de por aquí, además mi hermano era un paranoico aveces.

Nick se le veía la cara más entristecida que antes y creia que era por lo que le mencione. Daniela y él eran novios hace unos años pero mis padres no estaban de acuerdo así que Nick lo dejo con Daniela. Él desde ese entonces dejó de ser el mismo, parecía una marioneta de papá, siempre hacia lo que él decía, comía, caminaba como el siempre quiso.


-Oye anímate, más tarde nos vemos.- le dije intentando que no pensara más en eso, pude ver como asentía y acelere.

INEXPLICABLE   DESTINO ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora